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    Michael Knight: Pontiac Firebird Trans Am

    Si hay alguna serie de televisión donde el coche adquiere el máximo protagonismo, esa es El coche fantástico. Michael Knight y K.I.T.T, la inteligencia artificial que dotaba de personalidad al automóvil, convirtieron esta ficción en todo un icono de los años 80. Sin este coche y los impresionantes trucos que era capaz de realizar, puede que ni David Hasselhoff ni la serie hubieran llegado tan lejos. El modelo utilizado en la serie es un Pontiac Firebird Trans Am de 1982, del que llegaron a existir al menos 20 unidades para el rodaje de la serie. El deportivo podía alcanzar los 240km/h y se caracterizaba sobre todo por la luz roja en la parte frontal del vehículo. Los Firebird de la marca Pontiac se fabricaron entre 1967 y 2002 para su empresa matriz, General Motors.

    The Conmunity
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    Marty Mcfly: DeLorean DMC-12

    El DeLorean DMC-12 fue el primer y el único coche de la compañía DeLorean Motor Company. Solo se fabricó entre 1981 y 1982, ya que el arriesgado diseño de este vehículo y varios escándalos del director de la compañía lo condenaron a un auténtico fracaso de ventas. Eso fue hasta que en 1985 Robert Zemeckis rescató el DeLorean para su película Regreso al Futuro (1985) y este coche pasó a ser todo un mito del cine. No era solo un vehículo, era la máquina que hizo posible los viajes en el tiempo y que dio lugar a una trilogía de culto del cine de ciencia ficción. Además de su motor trasero y la carrocería de acero inoxidable sin pintura, lo más representativo del DeLorean son sus puertas de ala de gaviota. Aún así, toda la fama adquirida por Regreso al Futuro no sirvió para rescatar a la compañía estadounidense, que ya se había declarado en quiebra hacía años.

    Kevin Abato
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    James Bond: Aston Martin DB5

    James Bond no sería el mismo sin sus coches. El agente 007 cuenta con otros interesantísimos gadgets, pero los coches son, de lejos, el objeto más venerado de esta saga. En todas las películas del personaje creado por Ian Fleming vemos increíbles automóviles de lujo que además cuentan con un buen número de armas y otros recursos para sacar al espía británico de cualquier apuro. El vehículo más destacado de toda esta saga es probablemente el Aston Martin DB5, que aparece por primera vez en Goldfinger (1964) y después en Thunderball (1965), Goldeneye (1995), El mañana nunca muere (1997) y Casino Royale (2006). Incluso aparece brevemente en Skyfall (2012), en un nostálgico guiño dedicado a los fans. Este coche de la firma de lujo británica podía alcanzar los 230km/h y se fabricó durante dos años, entre 1963 y 1965. Se calcula que la producción llegó a poco más de mil unidades, convirtiendo este modelo en uno de los más codiciados para los coleccionistas.

    DeFacto
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    Batman: Batmóvil

    Ha habido tantas versiones del batmóvil como adaptaciones de los cómics de Batman al cine y televisión. En este caso nos referimos al batmóvil de las películas de Tim Burton, Batman (1989) y Batman Returns (1992), un asombroso vehículo diseñado específicamente para la pantalla pero que reunía piezas de varios coches de la época. Fue montado sobre el chasis de dos Chevrolet Impala y tomaba elementos de diseño de otros coches como el Porsche 962 y el Bugatti Tipo 57. En la ficción, el motor de este coche era la turbina de un jet y podía alcanzar los 530km/h, además de contar con todo un arsenal de armas. ¿Quién no sería un gran superhéroe con un coche como este?

    Pixabay
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    Thelma y Louise: Ford Thunderbird Convertible

    En Thelma y Louise (1991), una de las road movies más célebres del cine, el coche toma un importante papel, que queda reflejado en diálogos como este: “Prefieres tu coche a las personas” / “La mayoría de las personas me aburren, pero este coche me permite escapar”. El coche representa, de alguna forma, el alma libre de las dos mujeres protagonistas y se convierte en un símbolo de independencia, la única vía que tienen para dejar atrás su pasado. El vehículo que utilizan para escapar es un Ford Thunderbird verde, que forma parte de la cuarta generación de los Thunderbirds, que se fabricaron entre 1964 y 1966. Podía alcanzar una velocidad de más de 200km/h y su diseño -más formal, con líneas rectas- rompía con la generación anterior, que tenía un aspecto más deportivo.

    Sicnag
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    Cazafantasmas: Cadillac Miller-Meteor

    Para combatir los espíritus que invaden Nueva York, los Cazafantasmas (1984) contaban con el ECTO-1, un Cadillac Miller-Meteor de 1959. Ahora, este coche es uno de los elementos más memorables de la película, al mismo nivel que las grandes estrellas que encabezaban el reparto: Bill Murray, Sigourney Weaver, Dan Aykroyd o Harold Ramis. Como curiosidad del rodaje, el característico Cadillac blanco iba a ser negro en un principio, pero decidieron cambiar el color de la pintura para que fuera más visible en las escenas nocturnas. Ahora no podríamos imaginar otro coche mejor para capturar espíritus que este Cadillac blanco.

    Jonathan Stonehouse
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    Frank Bullit: Ford Mustang GT390 Fastback

    Una de las persecuciones más famosas del cine tiene lugar en San Francisco, cuando Frank Bullit, teniente de la policía, persigue con su Ford Mustang a un Dodge Charger en la oscarizada película Bullit (1968). Esta escena ocupa 10 minutos del total de la duración de la película, lo que da a entender la importancia de la acción al volante para el transcurso de la historia. El coche que conduce Steve McQueen -que en la vida real también era un apasionado de los coches- es un Ford Mustang GT390 Fastback de 1968, uno de los muscle car por excelencia. Es la primera generación de este automóvil deportivo y uno de los modelos con más éxito de la casa Ford, que en la actualidad va por la sexta generación. Fue tal la importancia de este coche en el filme que, en 2001, Ford sacó una edición limitada llamada Ford Mustang Bullit.

    Sicnag