La economía lineal llega a su fin. Hace ya 200 años del estallido de la Revolución Industrial, y por fin, el uso indiscriminado de unos recursos naturales finitos parece verse sobrepasado por un nuevo modelo sostenible con el medio ambiente. Por el bien del conjunto de la humanidad, este nuevo modelo ha venido para acabar con un proceso histórico donde primó la arrogancia del ser humano de “tomar, hacer y desechar” cualquier recurso de la naturaleza para reconvertirlo en riqueza. Esta nueva guía a seguir tiene nombre propio: Economía Circular.

Foro El Español Reciclaje y Economia Circular

No hace falta decir que ese uso de los recursos también nos ha conducido al momento más álgido de la historia del hombre. La industrialización ha traído consigo una mejora más que exponencial en la esperanza de vida, el acceso a la información, la globalización cultural, el avance tecnológico, la medicina, la sabiduría... pero impulsar el reciclaje y la reutilización de los residuos producidos por el conjunto de esa sociedad es clave para poder mantener ese progreso. A este reto es al que ha querido responder el Foro de "Reciclaje y Economía Circular" organizado por EL ESPAÑOL en colaboración con la Fundación Ecolec, Signus y Suez Environnement.

Al evento, que tuvo lugar este miércoles en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, acudieron los representantes de estas compañías, además de la Fundación para la Economía Circular, Recircula, e importantes instituciones en materia medioambiental. Por una parte, del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente acudió Javier Cachón de Mesa, el director General de Calidad y Evaluación Ambiental y Medio Natural. En la apertura del Foro, Cachón de Mesa recordó que el hábito de "extraer, producir, usar y tirar compromete nuestro futuro".

Todo son ventajas

En el último siglo, las emisiones de CO2 se han multiplicado por trece y en un escenario en el que se espera llegar pronto a los 9.000 millones de habitantes la situación no parece muy halagüeña. Ante esta problemática, la Unión Europea aprobó en diciembre de 2015 un programa bajo la estrategia 2020 para fomentar el buen uso de los recursos.

El responsable del Ministerio de Agricultura apuntó que el cumplimiento de esta estrategia podría reducir las emisiones de CO2 en hasta 450 millones de toneladas. Además, la nueva economía circular crearía 580.000 puestos de trabajo y se cifra en 600.000 millones de euros lo que se podría ahorrar en materia de aprovechamiento de los recursos reutilizables. El cumplimiento de estas expectativas supondría la "protección de la salud humana, de la ocupación del territorio, del agua y la sostenibilidad".

El director general de Calidad se mostró optimista en cuanto al hábito que está adquiriendo la sociedad ante este reto medioambiental. "El consumo nacional de materiales se ha reducido un 50% entre 2008 y 2012", debido en buena parte a los efectos de la crisis, pero también a la conciencia en favor de la reutilización. Además, recordó que "el Ministerio aporta 5,6 millones de euros a los puntos limpios de reciclaje"."Desde el Gobierno se está apoyando la Economía Circular y en breve podremos incluir medidas de todo ámbito para fomentar las herramientas que el ejecutivo comunitario ya ha planteado y las adecuaremos a la estrategia española".

Mucho por hacer

Sin embargo, la realidad es bien distinta. Mientras que en el conjunto de la Unión Europea solo el 25% de los residuos acaban en el vertedero, en España esa cifra alcanza el 50%. Los objetivos que dede Bruselas se plantean para España resultan así inalcanzables para el año 2030. Desde Europa se urge a España a que esa cifra descienda hasta el 10% en los próximos 13 años.

Entre otros problemas que se plantean dentro de la economía española, tal y como recogió en el acto Anabel Rodríguez ,directora de la Fundación para la Economía Circular, está la recogida de los restos por separado que plantea la Ley de residuos. "¿Vamos a obligar a los más de 8.000 municipios que hay en España a recolectar los bioresiduos por separado?"

Además, la directora de dicha Fundación señaló que "si no estamos cumpliendo los objetivos del 2020, ¿cómo vamos a cumplir lo del 2030?". "Los objetivos de Europa son muy ambiciosos" y por si esto no fuera poco, en España, "éramos pioneros en energías renovables y todas esas inversiones desaparecieron o se frenaron debido a la pérdida de las primas para el sector" que el Gobierno daba anteriormente. "Fue un error político y España se está quedando rezagada".

El principal inconveniente que aún persiste en las administraciones para revertir la situación es el salto del dicho al hecho. "Pobre de aquel que diga que no lo está haciendo, pero dejemos de decirlo y pasemos a hacerlo". En algunas zonas, como en Suecia, ya se está actuando. El gobierno aprobó recientemente una reducción del IVA sobre las reparaciones de bicicletas, ropa o calzado para promover la reutilización de los artículos de consumo. El impuesto bajó concretamente del 25% al 12%.

Y es ahí donde, según Anabel Rodríguez, hay que hacer hincapié. "Hay que pasar de una búsqueda en la disminución de los residuos a una estrategia que se base en la gestión de los recursos". La realidad es que "aún hay mucho que hacer" para aprovechar las posibilidades que surgen del reciclado de tantos residuos como el agua, neumáticos o productos eléctricos y electrónicos.

Agua

"¿De verdad hace falta agua potable para regar las plantas o las calles?, ¿Es necesario el uso de agua potable para los procesos industriales?". Así abría el debate Dulcinea Meijide, directora de desarrollo sostenible de Suez Environnement, líder mundial en las actividades de la gestión del agua. Según la UNESCO, la clave del desfase entre la oferta y la demanda mundial del agua no está tanto en la escasez física de este recurso, sino en la mala gestión que se hace del mismo. "La gestión del agua tiene mucho que decir".

Hay tres ejes en los que se basa la actividad de Suez Environnement: la reutilización del agua, el uso de una energía limpia y el aprovechamiento de los residuos. Lodos, grasas, arenas o polietileno son algunos elementos alrededor del agua que pueden volver a tener una vida útil. Por ejemplo, de los lodos se puede generar biogás que produzca energía, y del polietileno de las tuberías se pueden fabricar las cubiertas utilizadas para el alcantarillado (tapas de registro).

La importancia de la gestión del agua es que no solo sirve para erradicar la pobreza, sino que es además fácilmente rentable dado que los beneficios que aportan los servicios de saneamiento, compensan ampliamente sus costes. De hecho, Dulcinea Meijide señaló que "el precio de la reutilización del agua es mucho menor que el proceso que efectúan las desaladoras".

Un ejemplo práctico del impacto medioambiental y económico en torno a la gestión del agua se puede encontrar en el uso de las toallitas de aseo. "En una ciudad de unos 200.000 habitantes, el problema que surge del atascamiento de esas toallitas en el sistema hídrico puede suponer un gasto adicional de 150.000 euros". En términos globales, esa cifra asciende a los 1.500 millones de euros de sobrecoste por la eliminación de las toallitas húmedas.

Neumáticos

Hasta 1.000 es el número de años necesarios para conseguir la destrucción de un neumático. Sin embargo, no son pocos los materiales que se pueden extraer del mismo para darle otro uso de vida útil. Entre ellos, cabe destacar su composición de un 20% de acero, las fibras textiles o el caucho.

A esta reutilización del neumático es a lo que se dedica la compañía SIGNUS. Gabriel Leal, director general de la entidad, apuntó en el Foro organizado por EL ESPAÑOL que el reciclado del neumático "es una de las bases del futuro". "Estamos recogiendo por encima del volumen que estamos obligados por ley".

"Reciclar cuesta dinero". De la misma forma que una parte del precio de un neumático va destinada al reciclado del mismo, "los consumidores deberían darse cuenta de que siempre que se compra algo, se generará un residuo". Sin embargo, además de los clientes "muchos de los productores y autoridades no son conscientes de ello", concluyó Gabriel Leal.

Aparatos eléctricos

Nada menos que 50 millones de toneladas de aparatos eléctricos y electrónicos son desechados cada año en el mundo. Y el panorama no parece ir a mejor: el crecimiento de la 'basura electrónica' crece entre el 15 y 25% cada año. Sin embargo, hay organizaciones que tratan de aprovechar los recursos disponibles de estos aparatos para incorporarlos de nuevo al uso útil. Luis Moreno, director general de ECOLEC, asegura poner en el mercado de materias primas un 85% de los aparatos eléctricos.

"Colocamos contenedores de recogida en tiendas por debajo de los 400 metros cuadrados cuando la ley solo obliga a hacerlo en tiendas más grandes". Este sistema basado en la responsabilidad es, según el director de ECOLEC, la clave del éxito de la Economía Circular. "La única vía para la supervivencia del sistema es la colaboración entre fabricantes, distribuidores, usuarios, gestores de residuos y administraciones públicas".

Repensar el futuro

Ante este panorama, el quid de la cuestión se encuentra en la búsqueda de un replanteamiento del uso de los recursos. "El modelo actual es egoísta y cortoplacista e hipoteca el futuro de las próximas generaciones", indicó el moderador del debate y fundador de Recircula, Eusebio Martínez de la Casa.

Sin embargo, parece que para dar visibilidad al problema del mal uso que hacemos de los recursos hay que recurrir a las consecuencias económicas. Germán Granda, director general de Forética y otro de los ponentes en el acto, hizo así alusión a una tira cómica en la que para despertar el interés del público después de que ninguno de los asistentes reaccionara a la afirmación «el cambio climático va a acabar con la humanidad» se tuvo que recurrir a «el cambio climático va a acabar con la economía».

Como consecuencia de ese mirar para otro lado del sector económico, algo en lo que estuvieron de acuerdo todos los ponentes es en la intervención de las administraciones públicas. De hecho, el encargado de concluir con el Foro de reciclaje y Economía Circular, Miguel Ángel Ruiz López, Viceconsejero de Medio Ambiente, Administración Local y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid, afirmó que "tenemos que intervenir" para penalizar los residuos que salen de la cadena productiva.