El Gobierno completó este martes la mayor estocada que se ha llevado hasta ahora el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, popularmente conocido como la hucha de las pensiones. En concreto, sacó 936 millones para liquidar el IRPF de la paga ordinaria y la extraordinaria de Navidad a los pensionistas. Con esta disposición son ya más de 20.100 millones de euros la cuantía que ha retirado el Ejecutivo del Fondo de Reserva en este año; nunca antes había utilizado tanto. Esto significa que en el conjunto del año el Gobierno se ha gastado el 54% del dinero que tenía en la hucha al inicio del año, cuando quedaban 32.500 millones de euros (con datos a precios de mercado, si se cuenta la revalorización de los ahorros, el porcentaje sube hasta el 57%).

A pesar de la recuperación del empleo y la afiliación a la Seguridad Social, el Gobierno ha retirado este año un 52% más que en 2015, un incremento que traducido a euros asciende hasta 6.900 millones. Una cuantía que muestra cómo se va ampliando el agujero de la Seguridad Social. Hasta ahora, la mayor cuantía que había tenido que utilizar el Ejecutivo fue de 15.300 millones de euros en 2014.

Después de retirar estos 20.100 millones de euros solo quedan 15.020 millones de euros en la hucha, lo que a precios de mercado se traduce en 15.195 millones. Esto aboca al Fondo a agotarse definitivamente en 2017. La propia ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, ha reconocido que la función del Fondo es precisamente pagar el déficit del sistema, por lo que lo utilizará hasta que se agote.

Desde el año 2012, el Gobierno ha retirado 67.500 millones de euros del Fondo de Reserva. El principal problema es que este año ha tenido que retirar como ninguno otro, lo que significa que lejos de solucionarse, el problema se está agravando. La solución que introdujo el Ejecutivo en 2013 fue la de reducir la cuantía real de las pensiones con el Factor de Sostenibilidad y el Índice de Revalorización de las Pensiones. Este segundo instrumento empezará a funcionar de facto este año, ya que por primera vez, la subida del IPC será mayor que la de las pensiones, por lo que los beneficiarios empezarán a perder poder adquisitivo.

Las pensiones están garantizadas

El martes acudió a la Comisión del Pacto de Toledo el secretario de Estado de Presupuestos y Gastos, Alberto Nadal, quien quiso tranquilizar a todos los ciudadanos sobre la sostenibilidad de las pensiones. “Aunque mañana desapareciera el Fondo de Reserva, el sistema de la Seguridad Social estará garantizado”, ha señalado el secretario de Estado.

Es el propio Estado quien garantiza el pago de las pensiones, por lo que si no se generan los ingresos suficientes por la vía de las cotizaciones, los Presupuestos Generales aportarán lo que sea necesario. Nadal anunció que cuando se agote el Fondo se emitirá deuda del Tesoro para seguir abonando las prestaciones.

El Gobierno recurrirá al endeudamiento para seguir pagando las pensiones, pero el problema del déficit del sistema sigue sin solucionarse. Para Nadal, “la principal garantía de que podamos pagar las pensiones es tener 20 millones de trabajadores al final de la legislatura”. Sin embargo, los datos muestran que el déficit sigue aumentando a pesar de la creación de empleo y también el dinero que retira el Gobierno de la hucha.

El problema es doble. Por la parte de los gastos, el aumento en el número de pensionistas y de la pensión media genera un incremento automático que profundiza el déficit. Por la parte de los ingresos, el empleo que se crea es de baja calidad, por lo que apenas contribuye a la Seguridad Social y provoca que los ingresos del sistema no crezcan lo suficiente para compensar el avance de los gastos.

Los ingresos por cotizaciones están aumentando a ritmos del 3,12% hasta octubre (según los datos de ejecución presupuestaria de la Seguridad Social), mientras que los gastos en pensiones aumentan a ritmos del 3,98%. El resultado es que el déficit se sigue aumentando y este año llegará a ser de unos 17.000 millones de euros.

“Hay que crear empleo, sí, pero empleo de calidad que permita aumentar los ingresos de la Seguridad Social”, protestó Mercé Perea, portavoz del PSOE en la Comisión del Pacto de Toledo. De hecho, en su Plan Presupuestario enviado a Bruselas, el Gobierno estima que los ingresos por cotizaciones de la Seguridad Social sobre el montante del PIB caerán al 12%, dos décimas menos que en este ejercicio. En otras palabras, que asume que el aumento del empleo no permitirá una mejora clara de los ingresos del sistema.

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