Jean-Claude Juncker se ha reunido este jueves con su “buen amigo” Mariano Rajoy, el rey Felipe VI, además de la presidenta del Congreso, Ana Pastor. No había vuelto a España para tratar asuntos de Estado desde marzo de 2015 "y ya era hora", ha dicho en un encuentro previo con un reducido grupo de periodistas al que ha asistido EL ESPAÑOL.

“Vengo a España porque estuve ausente demasiado tiempo (…) España ha pasado un periodo difícil desde el punto de vista de política interna, hubo demasiado tiempo sin un gobierno para dirigir el país y quería ver cómo se están desarrollando las cosas”, asegura el presidente de la Comisión Europea.

Juncker y Rajoy

Mientras el Ejecutivo de Rajoy se dispone a presentar algunas partidas presupuestarias para 2017 este viernes, Juncker reconoce: “No es un secreto que tengamos problemas con el presupuesto español, discutiremos las cifras con el Gobierno en las próximas semanas y encontraremos una respuesta”.

A pesar de ello, afirma que “no hay ninguna razón sustancial para estar demasiado preocupado por España” y que "la Comisión no dicta las medidas; es el Gobierno el que tiene que cumplir el objetivo y tomar las decisiones".

Recuerda que Bruselas le concedió dos años más a España para cumplir el pacto de estabilidad bajando el déficit un 3% tras un debate muy intenso sobre sancionar o no tanto a este país como a Portugal.

Juncker explica que se posicionó “fuertemente contra ello, por la situación política” y opina que España merece un voto de confianza: “España está creciendo rápidamente, está entre los países de la UE que ha tenido el crecimiento más notable, así que creo que debemos apoyar a España”. Juncker cree que España podrá cumplir el objetivo, sin necesidad de volver a plantear un nuevo aplazamiento ante la Comisión.

ESPAÑA SE BENEFICIA DEL PLAN JUNCKER

Presume de que España es además uno de los grandes beneficiados del denominado 'plan Juncker' de estímulos para la inversión en los estados miembros gracias al Fondo Europeo de Inversiones Estratégicas. Aunque niega que se trate de un plan diseñado para apoyar sectores o áreas geográficas concretas, admite que la Comisión está fomentando que los “países periféricos” se aprovechen de este plan de inversiones.

Así, España se ha convertido según los datos de la Comisión, en el cuatro país de la Unión que más inversiones ha obtenido o está en proceso de recibir, con 21.700 millones de euros destinados a distintos proyectos energéticos, de transporte, innovación, etc. Sólo Italia, Francia y Reino Unido se sitúan por delante en ese orden. Tras España, sigue Alemania.

Juncker defiende que la “ambición” de este plan de inversiones, que se extenderá finalmente hasta 2020 con un presupuesto total de 500.000 millones de euros, es emplear “todo el espacio fiscal que tienen los miembros en buena forma” para destinar el dinero a gastos concretos. Respecto a las críticas de su plan de estímulos, asegura: “En Alemania, Países Bajos, Austria... nos critican, y en otros países no se nos alaba lo suficiente”.

Desde su implementación en 2015, la Comisión ha movilizado inversiones por valor de 154.000 millones, lo que supone el 49% del paquete global de 315.000 millones en los primeros tres años. El presidente del organismo europeo se enorgullece y anima a los países a presentar más proyectos para conseguir financiación. “No puedo inventar proyectos para los países; deben ser ellos mismos los que decidan y se dirijan al Banco Europeo de Inversiones”.

Con respecto al comercio internacional, espera dar “más músculo, reforzarnos frente a la competencia desleal” y dejar de “dar la sensación de que Europa es sólo para el gran capital”. Quiere “seguir aumentando el comercio internacional” en un mercado global en el que la Unión Europea está implicada en 140 acuerdos comerciales ya implementados o en negociaciones. Sobre la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca el próximo enero, Juncker opina que “es demasiado pronto para saber qué consecuencias tendrá” y le concede un plazo de 6 meses para conocer sus planes en defensa y comercio.