Podemos se presenta ante los electores con una promesa muy ambiciosa: elevar el gasto público en 97.500 millones de euros en tres años y, al mismo tiempo seguir reduciendo el déficit, hasta dejarlo en el 2,1% del PIB en 2019 desde el 5,1% de 2015. Para conseguirlo, el único camino es aumentar mucho más rápido los recursos públicos. Y es lo que promete. ¿Cuánto? Quiere elevar los ingresos en casi 125.000 millones de euros para 2019 en comparación con los de 2015, hasta llevar el gasto a 538.100 millones de euros (un 43,3% del PIB).

Esto supone que en tres años los ingresos aumentarían en un 30%, así aparece reflejado en su Memoria Económica que presentaron ayer. Si se siguen estos cálculos, Podemos conseguiría bajar el déficit hasta el entorno del 2,9% en 2018, lo que supondría retrasar un año la salida de España del Protocolo de Déficit Excesivo de la Comisión Europea.

Para cuadrar estas cifras, Podemos promete una ambiciosa reforma fiscal con tres líneas básicas: lucha contra el fraude fiscal, una subida de impuestos y el aumento de los ingresos producido por el propio crecimiento económico (multiplicador fiscal). El esfuerzo de la subida de impuestos recaerá en especial sobre el ahorro y el golpe vendrá por dos vías diferentes: las ganancias del capital y la tributación de los beneficios empresariales.

Este es uno de los debates tradicionales de los expertos en Hacienda: si el Estado grava los beneficios de una empresa y después, cuando los reparte entre sus accionistas como dividendo, los vuelve a gravar como renta del capital, el resultado es una doble imposición sobre el mismo dinero. Las principales subidas de impuestos que plantea Podemos se centran aquí, en elevar esta doble imposición.

En primer lugar, el Impuesto de Sociedades. Podemos quiere aumentar el tipo nominal hasta el 30% (actualmente en el 25%), pero también acercar a este nivel el tipo efectivo. En España hay muchas deducciones que permiten que las empresas paguen un tipo efectivo mucho menor. En 2014, por ejemplo, el tipo efectivo de las grandes empresas fue del 7,3%, como explicó en su momento la Agencia Tributaria. El partido promete mantener “sólo aquellos beneficios fiscales que estén debidamente justificados por sus efectos sobre la productividad y la creación de empleo”.

De este modo, muchas empresas tendrían que pagar tres veces más en impuestos. Tendrían una vía para reducir el tipo nominal del 30% al 25%, que es el que Podemos quiere aplicar a “los beneficios reinvertidos productivamente en la empresa, particularmente en actividades de ampliación y renovación de bienes de equipo y actividades de I+D+i".

El concepto de elevar los impuestos a las empresas es muy etéreo, ¿sobre quién recae esta tributación? Quien está detrás de las compañías y, por tanto, ganan y pierden con ellas, son sus accionistas. De este modo, verían reducidos sus dividendos y también el valor de las acciones, al penalizar los beneficios de las empresas.

La carga al ahorro

Podemos pretende “avanzar hacia una tarifa única” en el IRPF que iguale los tipos que se aplican a las ganancias del trabajo y del ahorro. Aunque este proceso será “progresivo” y el partido reconoce que “el efecto que esto puede tener sobre la recaudación dependerá del ritmo al que se produzca esta aproximación”. El gravamen del trabajo actual es casi el doble que el del ahorro, lo que significa que habría que duplicar los tipos, lentamente, hasta conseguir igualarlos.

La distancia entre el tipo que se aplica al trabajo y al ahorro es de casi el doble. Los tipos del ahorro van del 9,5% al 23,5%, mientras que los del trabajo oscilan entre el 19% y el 45%. Igualar los dos impuestos supondría una fuerte carga sobre la inversión que desincentivaría el ahorro de los hogares. Además, Podemos propone modificar el IRPF del trabajo para llevar el tipo marginal máximo hasta el 55%, esto es, más del doble del tipo marginal más alto del ahorro. En conjunto, la subida del IRPF que propone la formación liderada por Pablo Iglesias generaría una recaudación de algo más de 10.000 millones de euros anuales, esto es, un 1% del PIB.

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