Angus Deaton, Premio Nobel de Economía 2015 por sus estudios sobre la desigualdad, manifestó este miércoles que el aumento de ésta en España “ha sido modesto en relación con otros países de la OCDE” y dijo que la renta básica universal no le parece “una buena idea”, aunque sugirió que se podría crear algún ingreso de este tipo en España si se pactara con los sindicatos una reforma a fondo del mercado laboral.

En una conferencia magistral ofrecida en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá con motivo del décimo aniversario del Centro de Políticas Públicas y de Gobierno de ese centro de estudios, Deaton destacó que le ha sorprendido el considerable espacio que ocupa el asunto de la desigualdad en el debate español pese que considera que el aumento de ésta ha sido “modesto” en relación con lo que ha sucedido en otros países desarrollados, especialmente Estados Unidos.

Satisfacción versus riqueza. El punto rojo corresponde a España.

El Nobel reconoció, sin embargo, que la desigualdad interna ha aumentado en todos los países. En el caso español añadió que el desempleo parece ser la principal razón del aumento de la desigualdad. El economista escocés reclamó una visión no moralizante de la desigualdad. “La desigualdad es muy compleja y es simplista pensar que es algo bueno o malo”, dijo antes de recordar que “el progreso ha sido siempre desigual”.

“No tiene sentido condenar la desigualdad, es como decir que el progreso es malo. La desigualdad se produce cuando un grupo humano avanza. Así que no sólo es un indicador del éxito, sino un incentivo para alcanzarlos”. Deaton recordó las tesis de su famoso libro, El gran escape (Ed. Fondo de Cultura Económica, 2015), donde viene a decir que, pese a todos los sinsabores, la Humanidad vive hoy uno de los mejores momentos de la historia y citó la reducción de la pobreza, la extensión de la democracia, la disminución de la violencia y el aumento de las personas educadas, “sobre todo las niñas que antes estaban postergadas”, apuntó.

La Gran Divergencia

Citó también el fenómeno de la Gran Divergencia, que se inicia hacia 1750, cuando los europeos del norte se separan claramente del resto de los grupos humanos en términos de bienestar, riqueza y esperanza de vida. “¿La cuestión no es tanto por qué Occidente progresó tanto, sino porque el resto del mundo no lo hizo al mismo ritmo?”, se planteó. También subrayó que hay otro tipo de desigualdad que “no es fruto de los avances tecnológicos, sino de la corrupción o de los contactos”.

“Ustedes lo saben aquí en España, cuando los banqueros se unen al gobierno, esto no es bueno”, dijo. En el pasado, explicó, a la gente le gustaba que a los otros les fuera bien porque pensaban que a ellos también les llegaría el momento, pero esto ha cambiado. “Lo importante es no dejar a nadie atrás”, aconsejó Deaton a los políticos, porque la combinación de bajo crecimiento con pobreza y desigualdad es letal. La desigualdad no es mala, lo malo es la injusticia, vino a resumir.

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Deaton explicó algunas de las cuestiones que está estudiando, por ejemplo, el bienestar. “Esta es una palabra muy popular pero nadie sabe bien lo que significa”. Dijo que hay dos perspectivas: una, que considera bienestar aquellas cosas por las que merece la pena vivir, es decir, los ingresos, la riqueza, la esperanza de vida, la educación, la participación cívica y otra que se basa en estudiar las respuestas a preguntas como, por ejemplo, ¿eres feliz? ¿cómo te sientes? ¿estás aburrido? ¿te gustaría ser otra persona?

El Nobel escocés confesó que en el caso de este segundo tipo de preguntas, él había considerado hasta ahora que esas preguntas no eran relevantes y que ha descubierto que estudiar las respuestas ofrece ciertas métricas interesantes. Y citó algunas de sus conclusiones: en Alemania, la tristeza ha descendido al mismo ritmo que ha bajado el desempleo. En España ha ocurrido lo contrario, con el aumento del desempleo se ha incrementado la infelicidad, las preocupaciones y el estrés. Esto mismo ha sucedido en Irlanda, Grecia y Portugal. En cambio, en Estados Unidos, aunque la tasa de desempleo está más baja que al iniciarse la crisis de 2008, el descontento continúa.

Respecto de la renta básica, Deaton dijo que ha visto un gran interés por el tema en España. “Si el referéndum de Suiza hubiese sido aquí, el resultado habría sido muy distinto”. Sin embargo, dijo que hay que preguntarse cómo se va a pagar eso, porque quizás para crear una renta básica haya que eliminar todo el resto del gasto público. “Algunos dijeron que me parecía una buena idea y no es así”.