El lunes de Pascua de 2015, un día 5 de abril, César Alierta dio sepultura a su esposa, Ana Cristina Placer, en el cementerio de Zaragoza. Y al día siguiente del lunes de Pascua de 2016, este 29 de marzo, Alierta ha anunciado que abandona la presidencia ejecutiva de Telefónica, el trono de la tercera multinacional española que ha ostentado durante 16 años. Tanto el simbolismo religioso de las fechas como los sucesos personales que hay detrás son, en esta ocasión, centrales para explicar lo ocurrido.

El consejo de administración de Telefónica estudiará en su reunión del próximo 8 de abril el nombramiento de José María Alvarez-Pallete como nuevo presidente ejecutivo a propuesta de Alierta que ya lo nombró consejero delegado en 2012. El presidente saliente considera que Álvarez-Pallete es el hombre más preparado para consolidar a Telefónica en el mundo digital.

Desde hace un año, Alierta ha llevado con gran sacrificio el gobierno de la multinacional, según fuentes próximas al presidente de Telefónica. No ha logrado superar la muerte de su esposa, a la que definió en su sepelio como “mi pasado, mi presente y mi futuro”. Formaron un matrimonio muy unido que no consiguió tener hijos lo que les llevó a prohijar a su sobrino, Luis Javier Placer. Ella padecía una enfermedad pulmonar que derivó en un cáncer y a Alierta le mortificaba enormemente la paradoja de que él había sido presidente de Tabacalera.

Ya en el verano de 2015 Alierta empezó a dar pasos que indicaban que había decidido impulsar su relevo al frente de la compañía. La salida de los puestos ejecutivos, en octubre pasado, de Santiago Fernández Valbuena, director general de Estrategia y máximo responsable de Latinoamérica, ya fue una señal al mercado de que las jerarquías internas se estaban reorganizando y consolidando.

El elegido ha sido Álvarez-Pallete, un corredor de maratones de primera hora, que se incorporó a Telefónica en 1999 como director general de Finanzas en la época de Juan Villalonga procedente de la cementera mexicana Cemex.  Con Alierta, Álvarez-Pallete fue confirmado en su puesto y, posteriormente, en el 2002, designado Presidente  de Telefónica Internacional y luego Presidente de Telefónica Latinoamérica, cargo que ocupó hasta su nombramiento como Presidente Ejecutivo de Telefónica Europa en 2011. Un año después fue designado consejero delegado. 

Desde la salida de Fernández Valbuena, que tenía una larga y buena relación con Alierta, la promoción de Álvarez-Pallete parecía inevitable. No había otro rival, pese a que en los últimos meses corrió el rumor de que Pablo Isla, el presidente de Inditex y mano derecha de Alierta en sus tiempos en Tabacalera, podía figurar en las quinielas. A esas alturas, sin embargo, Álvarez-Pallete ya estaba en el sprint final.