Bruselas

Los nubarrones empiezan a acumularse en el horizonte de la economía europea y la española. La UE acaba de entrar en el cuarto año de recuperación tras la crisis financiera y de deuda y de momento el crecimiento continúa a ritmo moderado. La eurozona avanzará un 1,7% este año y un 1,9% en 2017. En el conjunto de la UE, la mejora económica será del 1,9% en 2016 y del 2% el año que viene, según las previsiones de invierno publicadas este jueves por la Comisión Europea.

Gráfico de Patricia López

En el caso de España, Bruselas incluso mejora las cifras (en una décima), aunque constata una progresiva desaceleración. El crecimiento se situará en el 2,8% este año y en el 2,5% en 2017, frente al 3,2% del 2015. No obstante, la Comisión avisa de que desde el pasado otoño ha aumentado considerablemente el nivel de incertidumbre y los riesgos de que el crecimiento acabe siendo inferior al previsto. Estos son los factores que más preocupan:

1.Un ajuste desordenado en China

El Ejecutivo comunitario considera “particularmente significativo” el riesgo de que la ralentización del crecimiento en China y otros países emergentes pueda provocar un mayor efecto de contagio o acabe siendo peor de lo que se prevé en estos momentos. El escenario central de Bruselas es que el frenado de la economía china sea gradual: de un crecimiento del 6,9% el año pasado pasará al 6,5% este año y al 6,2% en 2017. Pero le inquietan el alto nivel de deuda, la volatilidad en los mercados financieros y la poca eficacia de las últimas medidas de estímulo monetario y fiscal de Pekín. “Un aterrizaje forzoso en China crearía riesgos sustanciales para la continuidad de la recuperación mundial y la dinámica del comercio internacional”, dice la Comisión.

2.Más subidas de tipos en EEUU

Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal John Gress Reuters

La Reserva Federal estadounidense subió un cuarto de punto los tipos de interés el pasado diciembre por primera vez en casi una década y anunció más incrementos paulatinos en los próximos meses. “Combinada con la incertidumbre que rodea al ajuste en China, la continuación de la normalización de la política monetaria en Estados Unidos podría tener un impacto más negativo del previsto en las economías emergentes y también afectar a la estabilidad de los mercados financieros”, alerta Bruselas. Todo ello acabaría contagiándose a la economía europea a través de canales como el comercio, los mercados financieros o la confianza.

3.El precio del petróleo 

Las previsiones de la Comisión se basan en un precio del petróleo de 33,01 euros por barril de media en 2016 y de 39,19 euros en 2017. Un aumento más rápido de los costes de la energía dañaría los planes de gasto de hogares y empresas en la eurozona y pesaría en la actividad económica. Pero al Ejecutivo comunitario le preocupa también lo contrario: una caída drástica adicional de los precios de las materias primas podría perjudicar al crecimiento en la eurozona. El motivo es que pondría en peligro la estabilidad financiera de los países productores de crudo. Ello no sólo reduciría las exportaciones europeas sino que provocaría turbulencias en los mercados financieros. "Las tensiones geopolíticas están manteniendo la incertidumbre en niveles altos y podrían convertirse en un impedimento mayor del esperado para el gasto en inversión", señala Bruselas.

4.La crisis de los refugiados

“La percepción pública de un incremento en el número de refugiados podría tener un impacto negativo en la confianza económica y reducir así el impulso del consumo privado”, escribe la Comisión en sus previsiones de invierno. Además, la ampliación de los controles fronterizos en el espacio Schengen para frenar la llegada de inmigrantes podría también tener “un efecto perturbador en el crecimiento económico”. Bruselas no da cifras, pero un estudio del Gobierno francés publicado el miércoles avisa de que el fin de Schengen podría suponer un coste de hasta 110.000 millones de euros anuales para la UE por la reducción del turismo y el tráfico de mercancías.

5.La vuelta del Grexit

Disturbios durante la huelga general en Grecia Alkis Konstantinidis/Reuters

El Gobierno griego de Alexis Tsipras negocia estos días con la troika una polémica reforma de las pensiones, que forma parte del tercer rescate de 86.000 millones de euros aprobado en julio y que ya se ha traducido en manifestaciones y huelgas. La economía helena será la única de la UE que se contraiga este año (-0,7%), pero rebotará un 2,7% en 2017, según los cálculos de Bruselas. “Cualquier recaída inesperada en la crisis en Grecia podría pesar más duramente en las decisiones de inversión y por tanto en el crecimiento económico”, avisa el Ejecutivo comunitario. Sin citar a ningún país, la Comisión avisa también de las necesidades de desendeudamiento del sector privado y del alto nivel de morosidad en el sector bancario. Este problema afecta especialmente a Italia.

6.La incertidumbre política en España

A todos estos riesgos, en el caso de España se suma además la incertidumbre política por las dificultades para formar gobierno tras las elecciones del 20-D. Bruselas avisa de que esta parálisis podría reducir el crecimiento porque retrasa las decisiones de inversión. “La incertidumbre política pesa también sobre el comportamiento de los agentes económicos”, ha dicho el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici. La Comisión pide al futuro Gobierno español que presente cuanto antes unos nuevos Presupuestos para 2016 con ajustes extra de unos 8.600 millones de euros para cumplir el déficit.

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