El consejero delegado de Apple, Tim Cook.

El consejero delegado de Apple, Tim Cook. Carlo Allegri / Reuters

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La 'sanción' a Apple, nuevo golpe a la ingeniería fiscal de las multinacionales tecnológicas

Pago millonario en Italia por una práctica con la que en España abona menos de 4 millones por beneficios.

31 diciembre, 2015 01:24

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Un nuevo golpe a la ingeniería fiscal de las multinacionales tecnológicas. Ha sido asestado por Italia. La estadounidense Apple deberá pagar 318 millones de euros tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía del país en una decisión que pone de nuevo en la picota unas prácticas que están siendo investigadas por la Unión Europea. Unas prácticas gracias a las cuales abonó menos de cuatro millones por Impuesto de Sociedades en España el año pasado, con una facturación de 236 millones.

El caso italiano tiene sus antecedentes meses atrás. La Fiscalía arrancaba una investigación que concluyó en una intensa negociación con la compañía liderada por Tim Cook. Esas conversaciones desembocaron en un acuerdo que reducía de manera significativa la factura que debía pagar: de los casi 900 millones de euros que,según las pesquisas, habían dejado de pagar entre 2008 y 2013 se ha quedado en 318.

¿Es una cantidad alta? Sí lo es si se compara con las últimas sanciones que ha impuesto la Comisión Europea a compañías como la multinacional del café Starbucks o el fabricante de coches Fiat, valoradas en hasta 30 millones de euros. Sin embargo, es muy escasa si se relaciona con los ingresos logrados en el continente europeo (la tecnológica no diferencia su negocio por países) durante su ejercicio fiscal de 2015, que concluye en septiembre. En total superaron la barrera de los 50.000 millones de dólares.

Hoy por hoy, la compañía de la manzana tiene 186.000 millones de dólares procedentes de beneficios repartidos fuera de Estados Unidos. Su repatriación implicaría un ‘peaje’ fiscal del 35%. Su consejero delegado, Tim Cook, calificó las críticas por su política tributaria como “basura política” e incidió en que ese impuesto por el regreso de ese efectivo “fue hecho para la era industrial, no para la digital; es terrible para América y tendría que haber sido arreglado hace muchos años”.

¿Es posible un caso similar en España?

La práctica denunciada por la Fiscalía es similar a la que ha puesto en marcha en España: a través de un particular ‘juego’ de sus filiales locales, la compañía logra desviar gran parte de sus ingresos (y beneficios) a Irlanda, uno de los países con la fiscalidad más beneficiosa en el Viejo Continente con un impuesto de sociedades muy inferior al español. Allí es del 12,5%, frente al 28% de España (que bajará a partir del 1 de enero al 25%).

“Constituyen varias filiales locales y centralizan sus operaciones en Irlanda; desde esta sociedad irlandesa venden los productos al resto de sociedades y, por tanto, la mayor parte de los beneficios se trasladan allí”, explica el secretario general del Sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha), José María Mollinedo. Y apostilla: “El 90% de las operaciones realizadas en España son trasladadas artificialmente a Irlanda”.

¿Es posible que tenga lugar una investigación similar a la italiana en España? Hasta ahora no ha sido así. Es la pregunta que surge tras el acuerdo dado a conocer este martes. La respuesta de Mollinedo es clara: “Es difícil que suceda”. La razón que él señala es la “infradotación” de la Delegación de Grandes Contribuyentes, que cubre 2.700 empresas con más de 100 millones de euros de facturación y casi 360 personas con un patrimonio de más de 10 millones o rentas anuales de más de un millón.

Las cifras de Apple en España

En España, la compañía cuenta hoy con dos filiales con actividad. Una de ellas es Apple Retail, en la que engloba la actividad de todas sus tiendas. Esta generó 217 millones de euros de facturación en el ejercicio fiscal de 2014, apenas un 2,3% de incremento interanual (en todo el continente europeo se sumaron 44.000 millones, un 7% más). Y pagó 1,5 millones por impuesto de sociedades.

La otra es Apple Marketing Iberia. Ésta registró 19,8 millones de euros de facturación, un 3,5% más. Con esos mimbres, según sus propias cuentas, pagaron 2,3 millones de euros por impuesto de sociedades. Entre las dos sociedades con las que opera sumó 3,8 millones de euros para las arcas públicas por sus ganancias.

El caso de Google

El caso de Google es similar. Como ocurre con Apple, también tiene su cuartel general en Irlanda. En España trabaja con una sociedad, Google Spain SLU, que es controlada al 100% por Google International, con sede en Estados Unidos. Esta compañía tuvo, según sus cuentas, unos ingresos de 54 millones de euros (menos de un 5% de incremento). Y pagó un impuesto de sociedades de algo más de 2 millones de euros.

Sin embargo, la compañía del buscador se ‘desnudó’ a través de un informe encargado a la consultora y auditora Deloitte para conocer su actividad española y ahí las cifras eran muy diferentes. En ese documento se planteaba que su facturación rozó los 600 millones de euros en 2014 (cerca de 3 millones por empleado). Once veces más que lo declarado en su cuenta de resultados.

La Comisión Europea también saca la lupa

Este acuerdo alcanzado por Apple no es el único frente que la compañía tiene abierto por su estrategia fiscal. Y es que la Comisión Europea mantiene una investigación por estas prácticas, que ya ha tenido a sus dos primeros objetivos: Starbucks y Fiat. Fue el pasado mes de octubre cuando formalizó las multas a ambas.

El tratamiento fiscal que Irlanda ofrece a Apple y los acuerdos de Luxemburgo con Amazon siguen en estudio. Se preveía una resolución definitiva antes de final de año. Sin embargo, aún no se ha hecho pública. Pese a que todas las pesquisas arrancaron al mismo tiempo, durante el pasado año, estas últimas decisiones se han retrasado porque la cantidad de dinero a devolver podría ser muy superior.