"¿Cuánto cobras?", preguntaba una y otra vez Beatriz Talegón a un indignado Alfonso Rojo en la televisión autonómica de Castilla-La Mancha en febrero de este año. Se llevó algún insulto pero no la respuesta. Conocer la retribución de los colaboradores de la cadena pública demostró ser tan complejo como saber los detalles de los gastos de personal en general del ente. Y no hay cámara de cuentas autonómica que entre hoy por hoy a fiscalizar la gestión porque fue suprimida en la primavera de 2014 por el Ejecutivo de María Dolores de Cospedal. Bastaba, según se argumentó, con el control del Tribunal de Cuentas nacional. 

Pues bien, el único informe de fiscalización referido a la autonomía castellano-manchega de dicho Tribunal, referido a las cuentas de 2012 de administración y entes dependientes y dado a conocer este año, se fija precisamente en el grupo de radio y televisión regional. En las conclusiones del informe queda claro que el Ejecutivo popular afiló la tijera y la aplicó con decisión en aquel año en casi todas las áreas. Pero se olvidó de una parte que además le venía impuesta por ley: los ajustes en gastos de personal del ente público de radio y televisión y las tres entidades que lo integran.

El informe del Tribunal explica que “de las comprobaciones realizadas se deduce que (…) no se aplicaron –a las tres entidades constituyentes del grupo- las reducciones previstas en la Ley de Castilla-La Mancha 1/2012 y en el Real Decreto 20/2012 de 13 de julio”, incluidas en las “medidas extraordinarias para reducción del déficit público” que se tomaron en España en aquellos años tanto a nivel nacional como autonómico y local. La norma estatal concretaba los recortes en materia de personal, incluida la imposibilidad de realizar dotaciones a fondos de pensiones, de reemplazar personal jubilado o de mantener determinados complementos.

La tele con resultado cero

Los informes presentados ante el registro mercantil por las empresas que conforman el ente público de radio y televisión de Castilla-La Mancha, que permiten una visión más actualizada puesto que llegan hasta 2014, dan más detalles de cuál ha sido la tónica de este organismo dependiente de la Junta durante años.  

Para empezar, la filosofía está todo lo lejos que se puede estar de una gestión profesional. Las cuentas de la televisión autonómica, la entidad de mayor tamaño del grupo, a pesar de estar constituida como una sociedad anónima unipersonal, están impregnadas de arriba abajo de la convicción de que los resultados están siempre equilibrados porque los ingresos necesarios para cubrir los gastos están garantizados por la Junta. 

De hecho, lo dicen expresamente: "El saldo de la cuenta de pérdidas y ganancias, es cero, ya que desde su constitución ha estado en equilibrio". Es lógico: la subvención se fija con el objetivo de que "quede financiada la totalidad de las inversiones y cubiertos todos los gastos necesarios para la prestación del servicio público". No hay pérdidas.

Si se ingresaron 52,4 millones de euros en 2011 (de los que 47,1 correspondieron a subvención de la Junta), 52,4 millones se gastaron. La cifra se encoge hasta llegar a los 32,4 millones de ingresos de 2014, de los que corresponden a la subvención de la Junta 30,1 millones (el 92,9%) y el resto a ventas de publicidad y prestación de servicios. Los gastos de la sociedad cuadran de nuevo al euro con los ingreso: 32,4 millones de euros.

Semejante recorte de los ingresos totales (del 38,2%) no tiene su reflejo en los gastos de personal, que pasan de 13,2 millones de euros en 2011 a 12,6 millones en 2014 (un recorte del 4,5%). En ese periodo de produce incluso un aumento en el número de trabajadores, de 299 a 309.

La plantilla paralela

Según fuentes del comité de empresa de la televisión consultadas por EL ESPAÑOL, los trabajadores de plantilla sí que han sufrido los recortes durante la legislatura de Cospedal. En concreto, en 2011 les afectó la rebaja del 5% de sus salarios, más reducciones parciales de los complementos.

Si aumentan los gastos dedicados a personal, explican, la causa puede estar en "la plantilla paralela que creó Ignacio Villa", director de la televisión durante la legislatura y hasta que fue destituido el pasado mes de agosto por el nuevo gobierno socialista de Emiliano García Page; o los contratos temporales y a artistas, que de hecho pasan de 50 en 2011 a 57 en 2014, según las cuentas del registro.

La llamada plantilla paralela, acusada de capitanear el sesgo del que se ha acusado durante estos años a la televisión autonómica, fueron en total "170 contratos", explican las citadas fuentes, que han ido venciendo este verano. 

Si no disponen de más datos sobre el coste, añaden, es porque "desde 2011 no se ha reunido la comisión paritaria de contratación" por negativa de la dirección del ente "a pesar de los apercibimientos que recibió de la inspección". 

Esta semana se ha reunido por primera vez dicha comisión, con la presencia de la directora de Recursos humanos, Begoña Delgado; el director Técnico, Jesús Sánchez; el director de Planificación, Manuel Parra y la secretaria General de Informativos, Cristina Corcuera, además de representantes de CGT, UGT y CCOO.

Problemas con el fisco

La televisión autonómica se encuentra por otro lado en una situación que, de no tener a la Junta detrás, podría calificarse de delicada desde el punto de vista financiero. La filosofía del resultado cero de la televisión de Castilla-La Mancha hace que, en cuanto hay un imprevisto, lleguen las pérdidas. Imprevisto como no haber pagado correctamente los impuestos. Hacienda levantó actas en 2014 a la televisión autonómica por deducirse la totalidad del IVA cuando no le correspondía y, aunque la corporación firmó las actas en disconformidad, ha tenido que restar de resultados la cantidad en litigio, a la espera de la resolución definitiva. En total, casi 6,4 millones de euros que colocan el fondo de maniobra de la televisión en negativo. 

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