Carlos Alcaraz impone su ley ante Cilic y se clasifica por la vía rápida a los octavos de final del ATP 500 de Doha

Suma y sigue Carlos Alcaraz. Después de coronarse campeón en el ATP 500 de Róterdam, el tenista español inició con buen pie su andadura en el torneo de Doha. Lo hizo imponiendose a Marin Cilic (6-4, 6-4) en un duelo en el que volvió a mostrarse muy fiable con su juego. [Así hemos vivido la victoria de Alcaraz].

No cedió ningún saque el murciano que ya está en los octavos de final del torneo. Le costó cerrar la primera manga al desaprovechar numerosas bolas de break y tuvo un susto en la segunda manga que pudo cambiar la película. Salvó un 0-40 con 2-3 en el marcador y terminó por dar la estocada a un veterano Cilic que no pudo hacer mucho más.

Una vez más, Alcaraz dejó varios golpes para la galería. Se mostró muy liberado en su tenis y confirmó sus grandes sensaciones. Quiere su segundo título de la temporada y únicamente Djokovic parece su gran rival a batir después de conocerse la sanción de tres meses por dopaje a Jannik Sinner.

Firme

El viento se dejó notar en Doha y complicó la labor de Alcaraz y Cilic en el encuentro. El croata, un veterano de guerra acostumbrado a dar batalla a los mejores, puso las cosas difíciles a un Alcaraz que no se mostró demasiado cómodo. Desaprovechó varias bolas de rotura y eso le dificultó algo más precintar la primera manga.

Y eso que el choque no pudo empezar mejor para el murciano. Rompió a las primeras de cambio el saque de un Cilic que acusó su falta de rodaje y no competir desde noviembre. Sim embargo, Alcaraz se mostró también muy frío en su primer servicio y echó por tierra su ventaja para devolver la igualdad en el marcador.

Así se mantuvo el tanteo durante varios fuegos, con un Cilic en el alambre en cada parcial. Al final lo aprovechó Alcaraz, en su octava bola de break en el partido y quinta en el séptimo juego, que esta vez sí encarriló la primera manga del choque. Lo cerró con 6-4 dando un paso hacia los octavos de final del torneo.

Dificultades

Cilic no bajó la guardia en el segundo set y siguió poniendo en apuros a un Alcaraz que no se fiaba ni un pelo del tenista croata. Lo hico especialmente en el séptimo juego donde desaprovechó un 0-40.

Tres bolas para poner el 3-5 en el luminoso, pero que no fue capaz de confirmar ante un Alcaraz que emergió justo en el momento más crítico. El español aguantó como pudo y dio el golpe definitivo en el siguiente juego con una rotura que dejó todo visto para sentencia. 

Carlos Alcaraz golpea la bola durante su partido del ATP 500 de Doha contra Cilic. REUTERS

Cerró el choque al servicio. Lo hizo con algunos apuros y obligado a salvar una bola de rotura. Ganó con un saque directo, apretando el puño y confirmando su gran estado de forma.