Carlos Alcaraz muestra su dominio ante Pedro Martínez y avanza por la vía rápida a las semifinales de Róterdam

Carlos Alcaraz continúa con su firme deseo de ganar el ATP 500 de Róterdam y ante Pedro Martínez, en los cuartos de final, el tenista murciano no le dio ninguna oportunidad al segundo mejor español del ránking y se impuso en dos sets por 6-2 y 6-1. 

Tras la agridulce eliminación en los cuartos de final del Open de Australia, Alcaraz está enfocando este torneo con el objetivo de redimirse y recuperar así las sensaciones perdidas. Tras un debut dubitativo ante Van de Zandschulp, el español ha puesto la directa y se ha impuesto sin apenas dificultades ante Andrea Vavassori y Pedro Martínez para alcanzar las semifinales.

Conforme está avanzando el ATP de Róterdam, Alcaraz está mostrando un juego que bien recuerda a su mejor versión. El de Murcia acabó con el sueño de Pedro Martínez ofreciendo una variedad de golpes al que nada pudo hacer su compatriota para contrarrestarlos.

El duelo empezó con dos tenistas marcando estilos opuestos: Martínez, primero en servir, abusó del saque-red desde el principio, con mucha agresividad en la red para forzar a Alcaraz a afinar su puntería desde el fondo de la pista. Un juego, desde la línea, que se le da a las mil maravillas al murciano cuando está inspirado y que le permitió romper el saque de Martínez y confirmar el suyo nada más empezar.

Pese a la agresividad al resto del 44 del mundo, Alcaraz estuvo paciente y atinado para contenerle y contrarrestar los 'misiles enemigos', consiguiendo así otra rotura en el quinto juego para ponerse 4-1 arriba con saque. Un primer set que terminó con dos roturas a favor del joven de El Palmar y la sensación de que el 6-2 había sido justo, con un Alcaraz intratable y un Martínez impotente.

La experiencia, clave

La impaciencia fue 'la traidora' del tenista de 27 años en el inicio de la segunda manga, pues recibió otra rotura por parte de Alcaraz con dobles faltas incluidas y fallos incomprensibles que permitieron al murciano jugar más tranquilo el resto del set.

Sin embargo, lejos de relajarse en exceso, Alcaraz siguió en 'modo apisonadora' y no tuvo piedad en ningún momento, jugando un tenis agresivo desde la línea de fondo para no dejar que su rival se metiera en el partido.

Pedro Martínez pecó en exceso de golpes precipitados, en forma de dobles faltas y sobre todo de dejadas, que el número tres del mundo leía con anticipación. Un sólido Carlos que dejó para la hemeroteca más de un 'puntazo', para regocijo del público neerlandés.