Londres (enviado especial)
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    Roberto Bautista, durante el Abierto de Australia 2019

    EL NOVATO.

    Cuando salte a la pista central de Wimbledon, Bautista se estrenará en una semifinal de Grand Slam. Hasta ahora, el techo del español en un grande estaba en los cuartos que alcanzó meses atrás en el Abierto de Australia, en los que cayó con Stefanos Tsitsipas. Aunque durante todo el torneo ha gestionado los nervios de forma envidiable, haciéndose invulnerable a las emociones, el factor emocional jugará un papel importante, totalmente clave, al enfrentarse a Djokovic por una plaza en la final de Wimbledon.
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    Djokovic y Bautista, en su partido en el Open de Miami

    LOS PRECEDENTES.

    Bautista juega con algo muy importante a su favor: ha ganado a Djokovic en los dos partidos que han disputado esta temporada, en Doha (ganó el título) y Miami. Eso, evidentemente, removerá las dudas en la cabeza del serbio, que aunque es favorito no puede pasar por alto el daño que le ha hecho su rival recientemente. Sabe el número uno que se enfrenta a un oponente inexperto en unas semifinales de Grand Slam, pero también sabe que Bautista tiene las armas para ponerle en apuros. Así y todo, Nole domina el cara a cara (7-3, el otro triunfo del español fue en Shanghái 2016), en el que no figura ningún enfrentamiento sobre hierba.
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    Djokovic y Goffin, tras el partido de cuartos de final de Wimbledon 2019

    DESPISTES.

    "Me vi descompuesto al principio". Las palabras de Djokovic después de alcanzar las semifinales de Wimbledon reflejan lo que ocurrió el inicio de su encuentro ante David Goffin. El belga, talentoso como pocos, desarboló al número uno, que entró frío al encuentro y lo pasó mal hasta que consiguió recuperar su ritmo habitual y avanzar a la siguiente ronda con paso firme. Aunque un cruce a cinco mangas es muy largo, y las ocasiones para reaccionar son muchas, Nole podría pagar caro un despiste ante Bautista. El vestuario dice que el español es como un pitbull: si te agarra, ya no te suelta.
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    Bautista, en un momento del partido

    GOLPES PLANOS.

    Pese a ser un producto de la escuela española, que se caracteriza por un juego de altura y efectos, Bautista cuenta con un argumentario de tiros planos que conjugan de maravilla con la hierba, una superficie que premia como ninguna el tenis de ataque. ¿Por qué es distinto el castellonense al resto de los jugadores de La Armada? ¿Por qué sus golpes no son tan liftados como los del resto? La respuesta es interesante: desde muy pequeño, Bautista utilizó una raqueta muy pesado que le obligó a liftar la pelota demasiado, obteniendo ahora los beneficios cada vez que juega un partido sobre césped.
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    Djokovic, tras ganar Wimbledon 2018

    CASI INMACULADO.

    Djokovic ganó Wimbledon el año pasado y escapó de una espiral negativo que cerca estuvo de llevárselo por delante. La liberación que el serbio encontró al levantar el título se tradujo durante los siguientes meses: Nole ganó el Abierto de los Estados Unidos (a Juan Martín del Potro), el Abierto de Australia (a Rafael Nadal) y solo Dominic Thiem pudo pararle los pies en las semifinales de Roland Garros, donde buscaba su segunda Copa de los Mosqueteros. Esa derrota, en cualquier caso, no le ha afectado demasiado: el serbio se ha plantado en la penúltima ronda de Wimbledon devorando rivales para colocarse en la posición de poder defender su trofeo de vencedor. 
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    Pella y Djokovic se saludan tras el partido de cuartos de final de Wimbledon 2019

    SOLO UN SET.

    Hasta los cuartos, Bautista era el único jugador que había alcanzado esa ronda sin perder un solo parcial. Guido Pella rompió la racha, arrebatándole el tercero para poner fin a la inmaculada estadística que poseía el número 22 del mundo. La marca, de todas formas, habla muy bien del nivel de tenis de español en Wimbledon: pese a haberse medido contra rivales peligrosos, como Benoit Paire, o de entidad, como Karen Kachanov, Bautista se ha mantenido muy firme, creciendo desde la concentración y avanzando con determinación.
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    Bautista restando un saque de Pella

    A INTERCAMBIOS.

    "Novak no es el rival que más me incomodA porque jugamos a lo que me gusta a mí. Él es muy sólido desde el fondo de la pista, le gusta jugar muchos intercambios. Me gusta jugar contra rivales como él un partido con muchos intercambios. Eso es lo que sucederá el viernes". La radiografía del español es clara: si no ocurre nada fuera de lo previsto, algo que cambie radicalmente el guión previsto, el pase a la final de Wimbledon se peleará desde el fondo de la pista, en largos peloteos que exprimirán las fuerzas de los dos oponentes.
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    Bautista, durante su partido de cuartos de final ante Pella

    EL RESTO.

    Bautista ha puesto en juego un 71% de los saques de sus rivales. La cifra es interesante para entender cómo el español puede encontrar una puerta desde la que meterse en el encuentro y poner en aprietos a Djokovic. El serbio, que se distingue por ser un gran sacador, ha ganado el 80% de los puntos disputados con su primer servicio y el 56% con el segundo, donde Bautista debería centrar su punto de mira para fabricarse oportunidades que le lleven a dominar al jugador serbio.
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    Djokovic, tras ganar el Abierto de Australia

    EN LA PELEA.

    Después de ganar el Abierto de Australia, Djokovic sumó su grande número 15, dejando atrás los 14 de Pete Sampras y acercándose a Nadal y Federer. En Roland Garros, el español llegó a 18, ganando algo de aire porque el serbio le estaba pisando los talones literalmente en la pelea que los tres mantienen por terminar sus carreras con mayor número de grandes para acabar siendo el mejor de todos los tiempos. En Wimbledon, donde defiende el trofeo de campeón, Nole tiene una buena ocasión de alcanzar los 16 y ponerse de nuevo a dos de Nadal, con el objetivo de darle caza antes o después. 
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    Bautista junto a su novia en Bahamas. Instagram: (@robertobautistaagut)

    DESPEDIDA TRUNCADA.

    Bautista se casará el próximo mes de noviembre y tenía planificado un viaje a Ibiza en estas fechas con sus amigos para despedirse de la soltería. Lógicamente, alcanzar la semifinal en Wimbledon le ha impedido acudir, aunque el resto de la expedición sí viajó hasta la isla. El viernes, sin embargo, estarán en la grada de la pista central para animar al español, un extra de energía que seguramente agradecerá cuando mire a su banquillo en los momentos complicados del encuentro con Nole.