Javier Poves posa para EL ESPAÑOL en los campos Iker Casillas (Móstoles).

Javier Poves posa para EL ESPAÑOL en los campos Iker Casillas (Móstoles). Begoña Rivas EL ESPAÑOL

Fútbol

Javi Poves, el terraplanista que denunció la corrupción en el fútbol y ahora dirige, entrena y discute en las ruedas de prensa

Un personaje único en el deporte nacional que desafía las normas y genera debate con cada aparición pública y declaración ante la prensa.

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A lo largo de los últimos años, el nombre de Javi Poves ha cobrado relevancia por su singular personalidad, sus ideas heterodoxas y sus constantes choques con directivos, futbolistas y periodistas.

Desde su etapa como deportista en Primera División hasta su labor como máximo responsable y técnico de un club modesto, su trayectoria ha estado marcada por declaraciones fuera de lo común y disputas públicas que muestran un perfil controvertido y, a la vez, fascinante para el aficionado neutral.

Tras su última polémica muchos se preguntan sobre sus orígenes en los terrenos de juego, sus enfrentamientos más sonados y la manera en que su visión inconformista le ha llevado a convertirse en un protagonista recurrente de las páginas deportivas. Su habilidad para abrir debates convierte a este madrileño en una figura digna de análisis.

Carácter controvertido

La historia del protagonista se remonta a los equipos juveniles de Atlético de Madrid y Rayo Vallecano. Tras formarse en dichas canteras, tuvo la oportunidad de dar el salto al fútbol profesional con el Sporting de Gijón. Sin embargo, en 2011, y tras haber disputado un solo partido en La Liga, decidió alejarse del deporte de alto rendimiento.

En ese momento lanzó acusaciones sobre la supuesta corrupción en la industria futbolística y afirmó que todo era "un nido de dinero y muerte". Aquellas palabras, unidas a su actitud de "futbolista antisistema", le granjearon cierta fama mediática.

Javi Poves en su etapa en el Sporting

Javi Poves en su etapa en el Sporting

Aunque la ruptura con la élite fue evidente, su retirada no fue definitiva. Poco tiempo después, en 2014, regresó para jugar un partido en Tercera División con la Unión Deportiva San Sebastián de los Reyes, experiencia efímera que finalizó tan rápido como comenzó.

En esos años, también se hizo público que rechazaba el cobro de su salario por transferencia bancaria, asegurando que no deseaba que los bancos usaran su dinero para especular. Este gesto reforzó la imagen de deportista disidente y crítico con el sistema establecido.

Su última polémica

En este 2025, el madrileño ha vuelto a estar en boca de todos tras un fuerte encontronazo con un alto cargo del Cacereño. El suceso se produjo este pasado fin de semana, cuando su equipo, el Colonia Moscardó, perdió 1-0 contra el conjunto extremeño en el estadio príncipe Felipe.

Durante la rueda de prensa, comenzó criticando lo que él consideraba una falta de respeto por parte del rival: un supuesto acuerdo verbal no respetado para fijar el horario del partido por la tarde y así evitar desplazamientos y gastos innecesarios.

En pleno intercambio de acusaciones, el vicepresidente local, presente en la sala, tomó la palabra para negar la existencia de dicho pacto. Esa intervención desató la ira del técnico y directivo del Colonia Moscardó, que terminó enfrentándose verbalmente con él.

Entre reproches sobre precios de entradas en la Copa del Rey y las finanzas modestas de su club, la discusión dejó frases contundentes, como su amenaza de leer unos mensajes que, según él, probaban que existía ese acuerdo. El episodio finalizó con la promesa de Poves de no callarse y continuar denunciando situaciones que considera injustas o inmorales.

El club que preside y entrena, el Colonia Moscardó, se encuentra ahora en Segunda RFEF, categoría en la que aterrizó tras dos ascensos consecutivos. La estructura se había revitalizado gracias a una gestión que combinaba valentía económica y decisiones polémicas, como el cese del anterior entrenador a comienzos de la campaña que culminó con el salto de categoría.

Sin embargo, los resultados dentro del campo, sumados a las intervenciones subidas de tono, han convertido al máximo responsable del banquillo en un personaje mediático cuyo impacto trasciende lo puramente futbolístico.

Javier Poves posa para EL ESPAÑOL en los campos de Iker Casillas (Móstoles) en 2016

Javier Poves posa para EL ESPAÑOL en los campos de Iker Casillas (Móstoles) en 2016 EL ESPAÑOL

Anteriormente, ya había protagonizado choques similares. En diciembre de 2024, criticó duramente a la Unión Deportiva Melilla, calificando de "faltosos" a sus rivales y lanzando acusaciones contra el arbitraje.

Su costumbre de expresarse con total libertad desde la sala de prensa le ha generado tantos seguidores como detractores. Por un lado, quienes le aplauden por "decir verdades incómodas", y por otro, quienes le reprochan el tono altanero y la falta de pruebas concretas en muchas de sus aseveraciones.

Su faceta más llamativa

Su lado más particular salió a la luz en 2020 con la creación de un equipo abiertamente terraplanista. El llamado Flat Earth Fútbol Club, que en realidad procedía del anterior Móstoles Balompié, fue concebido como la primera entidad deportiva unida a la idea de que la Tierra es plana.

Su principal propósito era "poner en duda los conocimientos científicos oficiales y servir como altavoz de los movimientos que buscan respuestas distintas", según sus propias declaraciones en la época.

Javi Poves, con la camiseta del  Flat Earth FC

Javi Poves, con la camiseta del Flat Earth FC

La aventura con este proyecto duró poco, pero marcó un hito en el deporte nacional. En el contexto de la pandemia y la proliferación de posturas negacionistas, el Flat Earth FC aprovechó para promover mensajes anti vacunas y críticas al entonces ministro de Ciencia e Innovación, el astronauta Pedro Duque.

Sin embargo, tras un período de creciente controversia, el impulsor dejó el proyecto y el club cambió de denominación poco tiempo después.

Igualdad y deporte de élite

El técnico madrileño no solo causó revuelo por sus teorías sobre la forma del planeta, sino también por sus opiniones acerca de la igualdad salarial en el deporte. En particular, arremetió contra el defensor del Real Betis, Héctor Bellerín, quien se ha manifestado a favor de la equiparación de sueldos entre hombres y mujeres.

Le acusó de desconocer el funcionamiento económico de la industria, afirmando que "el salario se genera en función del rédito económico que se aporta". Estas declaraciones recordaron el espíritu contestatario de los primeros años, cuando se erigió en crítico de los salarios millonarios y la estructura mercantil del negocio deportivo.

Paradójicamente, no dudó en beneficiarse de ese mismo sistema a la hora de impulsar ascensos o realizar inversiones para su actual club, aunque siempre con la justificación de que la meta era "hacer algo diferente y romper la acomodada rutina del balompié moderno".

Javi Poves, en una imagen publicada en sus redes sociales

Javi Poves, en una imagen publicada en sus redes sociales

Uno de los rasgos más distintivos de este dirigente es la utilización de las comparecencias ante los medios como escenario para sus ataques directos. No solo critica a los rivales, a las federaciones o a la propia prensa, sino que, en ocasiones, ha llegado a descalificar a sus propios jugadores.

Tras una derrota, llegó a afirmar que "podría haberse hecho millonario apostando en contra de su equipo" porque ya preveía un mal resultado. Este estilo desenfadado y punzante le permite aparecer constantemente en las noticias, pero también le ha costado sanciones federativas.

No es raro ver cómo cumple partidos de suspensión por sus salidas de tono contra árbitros o miembros de otros cuerpos técnicos. De hecho, parte de su proyección pública se ha construido alrededor de esas polémicas, que para él forman parte intrínseca de su forma de entender el deporte.

No deja indiferente

No cabe duda de que el madrileño se ha ganado un lugar singular en la historia reciente de la competición, combinando sus creencias más personales con un espíritu combativo que a menudo roza el enfrentamiento directo.

Para algunos, su activismo y crítica constante representan un soplo de aire fresco en un mundo dominado por el dinero y las apariencias. Para otros, sus insultos y sus embestidas contra todo aquel que discrepe de él demuestran una falta de respeto y seriedad.

Lo único seguro es que, mientras siga vinculado a un banquillo o a un despacho, continuará protagonizando noticias, tertulias y polémicas. Su trayectoria confirma que no tiene reparos en exponer públicamente lo que cree que está mal en el entorno que lo rodea, y eso, guste o no, le garantiza un lugar en los titulares.

Ya sea denunciando supuestas conspiraciones, discutiendo con directivos en plena rueda de prensa o polemizando sobre la forma de la Tierra, su nombre se ha convertido en sinónimo de controversia y espectáculo. Con ello, ha plasmado en el panorama deportivo una impronta que difícilmente se olvidará en los próximos años.