Luis Rubiales revalidó su cargo como presidente de la RFEF el pasado lunes. No tenía rival y recibió la ovación esperada en la Asamblea producida en Las Rozas. El máximo dirigente del fútbol español, ilusionado, afrontará cuatro años defendiendo el cargo y con grandes retos por delante. Además de los problemas económicos generados por la Covid-19, el presidente también deberá plantar cara a los diferentes frentes abiertos.

Uno de ellos es el que mantiene con el fútbol sala. Es tal la crispación que recientemente, Rubiales tuvo que acudir a los juzgados tras una querella de Javier Lozano, máximo representante de la LNFS. Esta disciplina, que depende de la Federación desde hace unos meses, está dividida. Hay quienes apoyan, como tradicionalmente, a la histórica LNFS. Otros abandonaron la asociación y se unieron a la RFEF.

Para todos ellos, o al menos ese era el objetivo, quiso tener una cita Luis Rubiales. Al poco de confirmarse los resultados electorales, el presidente de la Federación transmitía un mensaje de trabajo para mejorar el fútbol sala. Y días después, la RFEF ha informado de cómo lo hará. El programa específico se llama Avanza 24 y prevé un mínimo de ocho millones de euros repartidos en cuatro temporadas.

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"Conseguir los máximos recursos posibles para la mejora del fútbol sala de élite de España" o "lograr los mejores resultados en las Copas del Mundo de fútbol sala de 2021 y 2024, así como en la Eurocopa de 2022" son algunos de los objetivos que se prevén en el plan publicado. A cambio, los clubes deberán ceder a la RFEF los activos que deseen y que van desde los derechos televisivos hasta la publicidad en la ropa.

El baile de cifras

El comunicado donde se desgranan todas las claves del programa habla de 60.000 euros fijos a cada club que se adhiera al plan, otros 30.000 en variables... Cifras que, según informan fuentes de la Federación a EL ESPAÑOL, pueden crecer notablemente en función de los ingresos que se perciban. Algún club, según subrayan a este medio, podría superar los 90.000 euros.

Las cantidades son amplias. En Segunda División, además, "recibirán 15.000 euros fijos, más un variable por resultados de 7.500 cada temporada". Grandes números que, sin embargo, no generan confianza entre los clubes. Ya se intentó impulsar un plan parecido con el fútbol femenino, pero no triunfó. Y esa hemeroteca es la que crea más incertidumbre aún.

La gran baza de la Federación es que, en el mejor de los casos, los números superarían a los que se manejan actualmente con la LNFS. Pero, eso sí, en el mejor de los casos. Con la Liga Nacional de Fútbol Sala se perciben cerca de 80.000 euros en la máxima categoría y 30.000 en Segunda. Cantidades fijas que se pagan en las cuotas que se establezcan y que, por ejemplo, recientemente se adelantaron por los problemas derivados de la Covid.

Algo más de 30.000 son los que se abonan para mantener la asociación entre los equipos de élite y que les permite tener un respaldo jurídico muy empleado y otras opciones que les dan soporte a los equipos. Además, no incluye la gestión de activos como la publicidad en las camisetas y demás aspectos que señala la RFEF que se podrían poner, en la cantidad que decidan, en común. 

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Pese a esa diferencia de cantidades, las cifras en la LNFS están aseguradas y tienen más ventajas y autonomía para los clubes. No se perderá el dinero como si solo fuera una promesa. Llega a tiempo y se puede adelantar. "No se va adherir nadie -de los clubes no afines a la RFEF-", trasladan a EL ESPAÑOL. El éxito entre los clubes ligados a la LNFS es prácticamente imposible.

La guerra de los derechos

El comunicado de la Federación, donde se explica brevemente este programa, trata el tema de los derechos televisivos. Estos pertenecen a cada club que, antes de que estallara la guerra entre la RFEF y la LNFS, pactaron con la liga nacional cedérselos a LaLiga. Es por ello que hasta 2023 los clubes de fútbol sala tienen cedidos sus derechos televisivos a dicho organismo que, a su vez, los comercializó con Mediapro.

Existe un contrato que, en caso de romperse, implicaría pagar una dura multa. Por ello los clubes contactados por EL ESPAÑOL no ven viabilidad al plan ofrecido por Luis Rubiales y la RFEF. Nadie, o pocos, podrían hacer frente a la ruptura de un contrato firme sin ninguna razón. En caso de que alguien se saltara el contrato, del que ya se han recibido algunos pagos, se enfrentaría a duras sanciones y conflictos legales.

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"Se pondrán en común los activos de la Federación y de cada uno de los clubes que se adhieran para gestionarlos conjuntamente, maximizar ingresos y destinarlos a los ejes del programa (derechos de televisión, U televisiva, publicidad en ropa deportiva etc..). No obstante, los clubes que se sumen no tienen por qué aportar la totalidad de los activos, de tal manera que el nivel de participación en el rendimiento económico estará en función de lo que decidan", indica textualmente el comunicado.

Desde el organismo federativo, sin embargo, simplifican este conflicto de derechos de televisión. Según trasladan a este periódico fuentes de la RFEF, que defienden el programa, los derechos corresponden a los clubes y son estos los que "pueden hacer lo que quieran". Subrayan que "son libres para decidir" y que, por lo tanto, podrían poner sus derechos de televisión en esa gestión común que pretende hacer la Federación con todos los que se sumen al programa Avanza 24.

Por la parte de los clubes, son claros: "Es un absurdo". No se plantean saltarse un contrato como el que está rubricado por los derechos televisivos, se niegan a poner en manos de la RFEF aspectos como la publicidad de sus camisetas -una de sus principales fuentes de ingresos- y no dan viabilidad alguna al plan.

Quien quiera sumarse a este plan, según confirma la RFEF a EL ESPAÑOL, deberá hacer en los tiempos marcados. El que se sume no podrá salir después y, quien no lo haga ahora, tampoco podrá adherirse en los próximos cuatro años de vigencia. Una carrera frenética y que en los próximos días tendrá más detalles públicos.

[Más información - La RFEF presenta el programa 'Avance 24' para ayudar al fútbol sala en Primera y Segunda]

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