En muchos pueblos y rincones de España, la noche de San Juan es la más mágica de todo el año y por eso, nadie se quiere perder esta fiesta. Sin embargo, a lo largo del territorio se han adoptado distintos rituales para celebrar esta festividad, mucho más especial que otras festividades españolas. Todos estos rituales buscarían atraer lo positivo y desprenderse de lo negativo e incluyen las hogueras como elemento central. Ahora bien, cada lugar le ha dado su toque especial...

El verdadero origen de las fiestas de San Juan

¿Sabes cuál es el verdadero origen de las fiestas de San Juan? Curiosamente, aunque hemos asumido que la fiesta de San Juan es una festividad cristiana, en realidad no es así y su origen es pagano. Su celebración se da la noche previa al día dedicado al apóstol San Juan el Bautista, pero esto no es más que el resultado del trasvase a la cultura cristina de una festividad que ya se daba mucho antes. Antes de Cristo, se encendía una hoguera como rito para celebrar la llegada del solsticio de verano. El cristianismo habría movido la celebración del 21 de junio a la noche del 23 al 24 de junio para que justo fuese 6 meses antes del nacimiento de Jesús. 

Los rituales más mágicos 

En todas las celebraciones de San Juan no puede faltar la típica hoguera en tanto que el fuego es símbolo de protección y purificación. Además, para aquellos que celebran esta fiesta en la costa, se añade otro elemento al ritual: el agua. Entre los rituales más comunes en este celebración se encuentran:

1. Los saltos en las llamas

Uno de los rituales más extendidos es el salto de las llamas de la hoguera. Concretamente, en Valencia y Alicante (dos de los lugares donde las fiestas con hogueras son más famosas) celebran un ritual que consiste en saltar 7 veces las llamas porque ello supone protección durante todo el año. En Galicia, también se da este ritual pero ellos realizan 9 saltos

2. Los baños en el mar

Otro de los rituales más extendidos de la costa es el primer baño en el mar del verano. Para muchos, aunque no existe ningún tipo de demostración científica, el agua durante esta noche tendría propiedades milagrosas y curativas.

3. Los saltos con las olas

Algunos habrían combinado el ritual de los saltos con el baño en el mar. Así, en Galicia también tendrían un ritual un poco más especial que consiste en saltar 9 olas de espaldas. Concretamente, se dice, aunque también sin demostración, que hacer esto en la playa La Lanzada (Pontevedra) supondría gran fertilidad para las mujeres.

4. La petición de los deseos

Por ser una noche mágica, otro de los rituales más extendidos es la petición de deseos. Por ejemplo, en Asturias esto se realiza escribiendo los deseos en un papel y echándolo al fuego. En otros lugares costeros, se pedirían los deseos mientras te golpean las olas en los pies, concretamente tendría que suceder 3 veces para que funcionase. 

5. La quema de objetos

En Asturias y otros lugares, también se daría otro ritual que consiste en echar al fuego elementos que hayan estado presentes a lo largo del año y de los que nos queramos desprender para generar energías positivas. Esto suele suceder con libros o apuntes para tener buena suerte en los estudios. 

6. Una ceremonia al completo

Algunos optan por ceremonias al completo. De hecho, existe una que busca apartar lo malo y atraer lo positivo y que consiste en lo siguiente: en primer lugar, sería interesante encontrarse en una playa. Allí, habría que descalzarse y llevar puestas ropas de colores claros.

Para que el ritual sea efectivo, se necesita llevar velas de diferentes colores con las que formar un círculo. Una vez encendidas todas, habría que encender también un palo de incienso. Luego, comienza el momento de eliminar lo negativo. Para ello, hay que escribir en un papel blanco aquello que de lo que te quieras desprender. Lo escribimos, lo leemos en voz alta y quemamos el papel con una vela blanca.

Después, pedimos los deseos. Dependiendo de lo que queramos pedir, tendremos que escribirlo en un papel u otro: si tiene que ver con amor, en un papel rosa; con salud, en un papel verde; dinero y trabajo, en uno amarillo; para proteger a alguien o algo, el morado; y para tener fuerza con un objetivo, el rojo. De nuevo, para que sea efectivo, habría que leerlo en voz alta, pasar el papel por agua sin que se moje, así como por fuego de la vela que coincida con el color del papel. 

Luego, habría que poner el papel entre la vela blanca y la vela de color y cubrirlo con hojas de laurel. A la mañana siguiente, hay que seguir otro ritual: primero, lavarse la cara; después, desprenderse de la vela; expulsar el incienso por la ventana, y finalmente, guardar los papeles en una caja de madera. 

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