Netflix la ha vuelto a liar. Sus publicidades siempre llaman la atención por lo provocadoras que son. Cumplen su cometido, no se habla de otra cosa. Pasó con su lona de Narcos en Gran Vía, con la de Fe de Etarras en San Sebastián y con el anuncio de Black Mirror en el que se reían de Mariano Rajoy.

La política ha vuelto a centrar el último anuncio de la serie, una de las joyas de la plataforma de contenidos. La temática de Black Mirror siempre presenta una distopía en la que la tecnología tiene un papel primordial. A través de estas visiones de una realidad alternativa, Charlie Brooker, su creador, siempre habla de problemas del presente.

Así que ahora Netflix ha traído la actualidad catalana a sus anuncios y ha convertido el procés en el protagonista de su nueva campaña, en la que presenta unas lentes que deforman la realidad a nuestro antojo para evitar las confrontaciones. Así, si tu vecina tiene una bandera catalana en su balcón, tú cuando mires verás la española si eso es lo que quieres ver. 

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