La crisis del coronavirus ha afectado a muchas empresas, y por lo que parece también a instituciones como la Academia de Cine, que se acogió un ERTE durante el estado de alarma y que ahora, tras levantarlo, ha despedido a tres trabajadoras. Una decisión que no ha sentado bien a una parte de académicos, que critican que no se haya informado a los socios de estas medidas que fueron aprobadas por la junta directiva.

Las tres trabajadoras llevaban años en la Academia, algunas incluso 25 años, y han usado las redes sociales para denunciar la despedida de la que era su casa y las formas en las que se realizaron. Una de ellas explicaba que fue avisada por una llamada el mismo viernes en el que se iba de vacaciones junto a su familia y que el burofax espera a su regreso. Al enterarse de estas medidas muchos socios han mostrado su desaprobación y piden que, al menos, se expliquen estas decisiones con transparencia, ya que la institución es una entidad sin ánimo de lucro.

La propia institución, en la descripción que ofrece en su página web, aclara que “la Academia de Cine tiene carácter no lucrativo y ha sido declarada de utilidad pública. Su funcionamiento y actividades están sufragadas por la aportación de las cuotas de sus propios asociados, completadas por patrocinadores, colaboradores y ayudas institucionales”.

Todos los premiados de los Goya, en la sala de ganadores. EFE

El más claro en su exposición ha sido el productor Olmo Figueredo (La trinchera infinita), que en una publicación en Facebook expuso su opinión, por la que recibió una oleada de apoyo de muchos miembros de la Academia y por gente de la industria del cine. Figueredo decía que pedirá explicaciones en la próxima Asamblea por el despido de “tres grandes trabajadoras aduciendo motivos reorganizativos y de ajuste presupuestario” y decía lo siguiente:

“Hace unos meses la Junta Directiva de la Academia aprobó una medida aplaudida: la exención del pago de las cuotas trimestrales a los miembros de la academia afectados por la paralización total de la actividad cinematográfica. Yo fui uno de los que solicitó acogerse a dicha exención en el segundo trimestre y entendí que esa reducción provisional en los ingresos implicase el ERTE (tambien provisional) de algunos trabajadores de la Academia.

El mensaje es claro: somos los responsables de los despidos. Y yo me siento sucio. La Academia debió informar que pasaba por apuros económicos

Pero lo que no puedo entender, ni comparto, es que ahora conviertan esa medida en la sentencia de tres trabajadoras. El mensaje es claro: somos los responsables de los despidos. Y yo me siento sucio. La Academia debió informar que pasaba por apuros económicos (si es que de verdad es así) antes de ofrecer la exención en la cuota del segundo trimestre o del tercero. Estoy convencido de que muchos hubieran preferido pagar antes que ver cómo Nieves, Ana y Marta eran despedidas.

La Academia es la principal imagen del Cine Español. La Academia debe dar ejemplo y luchar por mantener a su personal. Ese comportamiento que tanto atacamos en otros no podemos repetirlo nosotros. En definitiva, Nieves, Ana y Marta no se merecían un despido post-ERTE aprovechando la pandemia y en pleno mes de agosto para que pase desapercibido”.

Figueredo terminaba su comunicado diciendo que confiaba “en que la directiva sabrá dar marcha atrás. No existe error sin solución. Si por el contrario persisten en la idea y no hay cambios en las próximas semanas, creo que haré mi propia adaptación del chiste de Groucho. Mejor no formar parte de este club... aunque me hayan admitido como socio”. Una posición aplaudida por productores como Edmon Roch, Puy Oria o actores como Enrique Villén. También directores Toni Bestard, Alejo Flah, Elio Quiroga o Fernando Franco, que escribió en Twitter su mensaje de apoyo a las trabajadoras y pedido una explicación.

La rotunda caída de los ingresos en este año provocada por la crisis generada por la pandemia colocan a la institución ante un panorama muy incierto

La Academia ha querido aclarar estos despidos y los achaca a “la rotunda caída de los ingresos en este año provocada por la crisis generada por la pandemia y la incertidumbre respecto a los próximos años colocan a la institución ante un panorama muy incierto”, tal y como han indicado en un comunicado remitido a este periódico. “En ese contexto, la Academia se ha visto obligada a hacer un ajuste de personal, que ha afectado a 3 de los 21 trabajadores en plantilla”, continúa su comunicado que subraya que “el esfuerzo mensual de los académicos a través de sus cuotas, que representa en torno al 10 % de los ingresos, no es suficiente para cubrir los compromisos de la institución, que en su gran mayoría representan las nóminas de los trabajadores”.

“Es una prioridad absoluta para la Academia que todos nuestros trabajadores y colaboradores vean protegidos sus derechos, incluso por encima de lo que marca la ley, y con expresa renuncia a aplicar la llamada ‘reforma laboral’. Así ha sido en este caso. En la próxima Asamblea de la institución se detallarán puntualmente las condiciones e indemnizaciones precisas que han recibido cada una de las personas afectadas por este ajuste. La Academia de cine no puede vivir al margen de la grave situación económica en la que nos encontramos, y ha adoptado las medidas que garantizan su existencia, la máxima protección legal para sus trabajadores y la atención a los cineastas españoles”, zanja la nota.

A la queja de parte de los académicos, también se ha unido la de parte de los trabajadores de la institución, que han escrito un comunicado tras esta lluvia de mensajes. Una carta abierta para los miembros de la Academia en la que contaban que con estos despidos ya son cinco los que ha realizado la institución en el último año y medio. “Vuestra sorpresa ante los despidos, nada más finalizar el ERTE, nos ha hecho pensar que la información sobre los profundos cambios estructurales que implica esta decisión no ha llegado a la inmensa mayoría de los académicos. En este punto, sentimos que es nuestra responsabilidad comunicaros que esta falta de información nos afecta también a nosotros, aún estando presentes en el día a día”.

Una de las preguntas que más se repetía en las redes sociales es cómo la Academia ha podido despedir tras el ERTE, pero como ha podido saber este periódico, la institución no se ha acogió a esta medida por causa de fuerza mayor, lo que hubiera blindado a las trabajadoras durante seis meses, sino por productividad, con lo que han podido realizar estos despidos.

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