Primavera, época de sol, cerveza en las terrazas y festivales de cine… hasta ahora. 2020 se recordará como el año en el que el cine se detuvo. El coronavirus provocó el cierre de las salas, la cancelación de los rodajes y de certámenes que nunca habían parado en toda su historia. Cuando la pandemia empezó a tomarse en serio los festivales tuvieron que enfrentarse a una difícil situación: ¿qué hacer? Había tres opciones: retrasar, cancelar, o apostar por el contenido digital y online.

Casi todos optaron por las dos primeras. En una época en la que la pelea entre salas de cine y plataformas está más viva que nunca, los festivales optaron por esperar a que la situación mejorara. Y ahí siguen. Málaga tiene cada vez más complicado celebrarse, y Cannes parece que apurará a septiembre sin pensar en todos los que vienen después. Nadie quería tomar la decisión de hacerse online y usar las nuevas tecnologías para salvar el trabajo de muchos meses. Los primeros que lo hicieron, y los primeros que lo probarán en España, son los organizadores del D’A, el festival de cine de autor de Barcelona que en su décima edición ha optado por internet.

A ellos la pandemia les pilló por sorpresa, como a todos, pero con un inicio programado el 30 de abril tuvieron que tomar una decisión que confiesan que fue “muy rápida”. “Tomamos la decisión de que a finales de marzo decidiríamos qué haríamos. No nos gustaba lo de posponer, porque significaba poner más presión al mapa de festivales. Estaba la opción de anular y ya está. El 13 de marzo, que empezaba el confinamiento, alguien dijo que por qué no optábamos ppor el streaming y el Video on Demand, y hablé con Filmin y en una hora teníamos cerrado el acuerdo. Somos el primer festival que se anunciaba totalmente online en España y el tercero en Europa. Tenemos la ventaja de que un festival de cine se puede hacer online, aunque se pierda las sesiones en vivo y otros eventos. Lo que tuvimos que saber rápido es si íbamos a tener el grueso de programación para esa versión online”, explica Carlos R. Ríos, director del certamen, a EL ESPAÑOL.

Saturday Fiction, uno de los playos fuertes.

Ríos aclara que sigue creyendo en las salas, y que esto es un paréntesis para esta edición de un festival que ya ofrecía contenidos online gracias a Filmin. Una vez tomaron la decisión tuvieron que ver si sería posible, ya que muchos distribuidores internacionales no quieren que inéditos en España vayan directamente al VOD. “Hubo que convencer a los distribuidores, a los agentes internacionales, y la verdad es que respondieron bien a esta situación compleja. Es verdad que alguna película se ha perdido por el camino por este cambio de estrategia, pero la verdad es que todos se han portado genial”, añade. Aunque no sea presencialmente habrá encuentros con directores, debates…

Para el D’A era fundamental no “perder ninguno de los objetivos que han marcado el festival desde sus inicios: explorar lo mejor de las cinematografías contemporáneas, centrándose en el cine independiente, de autor y de riesgo, con películas que han destacado en festivales internacionales y obras que han llamado la atención de la cinefilia de todo el mundo, sin perder de vista a los directores más emergentes, las apuestas de futuro y aquellos directores y directoras que trabajan al margen de la industria”. Y por ello habrá una selección de 47 largometrajes y 20 cortometrajes que podrán verse en la plataforma Filmin y entre las que destacan una retrospectiva de Jessica Hausner, lo último de Christophe Honoré, de Arnaud Desplechin, el nuevo documental de Werner Herzog o Saturday Fiction, la joya de Lou Ye protagonizada por la gran Gong Li que estuvo en la pasada edición del Festival de Venecia.

Habrá cambios y más estrenos online, y eso se tiene que dar, porque hay muchas películas en el mundo y no todas se pueden estrenar en salas

No saben si esto es el futuro, ellos ya colaboraban con Filmin antes y sabe que los certámenes tienen que ser “en salas, con los directores y en pantalla grande”, pero es consciente de que “el cine en casa es importante y creo que se van a potenciar colaboraciones más profundas con Filmin” en un movimiento que augura que cambiará “las características del D’A”. De momento YouTube ya ha anuciado que a finales de mayo habrá un evento gratuito en el que colaborarán todos los festivales más importantes del mundo, entre ellos Cannes, Venecia y San Sebastián.

El futuro para el tipo de cine que defiende este certamen es complicado, porque “las majors, como siempre, están preparadas para todo”, y que ese otro 25% que es el cine más de autor o adulto sufrirá “cambios importantes”. “Habrá cambios y más estrenos online, y eso se tiene que dar, porque hay muchas películas en el mundo y no todas se pueden estrenar en salas, y menos ahora que incluso puede que cierren algunas. Pero creo que el cine de autor se defenderá y encontrará su camino. Puede que hagamos menos producciones durante un tiempo, pero quiero ser positivo y creo que también hay un público que en esta cuarentena se ha acercado a otro cine, y eso es bueno”, zanja. El D’A ha tirado la primera piedra, y ahora queda ver qué hacen los demás mientras la situación escampa.

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