La Biblia de los guionistas o de los que estudian para escribir películas se llama The Story, o al menos en Hollywood. Lo escribió Robert McKee, teórico y profesor de cine especializado en el guion, que a pesar de haber escrito sus mandamientos y haber influido en gente de la talla de Peter Morgan -autor de The Crown-, ahora apuesta por la libertad absoluta para llegar a lo que él siempre pide: la verdad.

McKee ha visitado Madrid para impartir un seminario en el que analizará diferentes géneros y allí donde él cree que está el futuro: el formato largo para televisión. La ECAM acogerá sus clases donde cientos de estudiantes intentarán aprender unos mandamientos que él se va a negar a dar.

Al teórico no le sienta bien que le pregunten por su propio trabajo, pero disfruta hablando y analizando el de los demás, como demuestra en esta charla con EL ESPAÑOL donde analiza el momento actual de Hollywood y un futuro, para él descorazonador.

Robert McKee, el dios del guion en Hollywood. ECAM

¿Qué condiciones debe tener un buen guionista y un buen guion?

Preguntar eso es como preguntar que qué es música, o qué es el arte. Una pregunta como esta no tienen respuesta. Cuando me preguntan eso es que no sé que decir, no puedo hacer una lista de elementos que tienen que estar en un guion, que son irreemplazables, no puedes pensar así. Los artistas no piensan así.

Entonces, ¿no hay ninguna norma?

Yo ya no enseño sólo cómo escribir guiones, mis últimos libros hablan de cómo escribir para teatro, para novelas, para cortos, incluso para periodistas como tú, o formato largo para televisión. El problema es que cualquier lista que te diera, la gente la leería y diría ‘y por qué no hablas de esto, o de lo otro, o de los personajes…’ y es una pregunta que no tiene respuesta… pero mira, te voy a dar una: una historia bien contada hace que el tiempo desaparezca, eso pasa cuando lees o ves algo de calidad, te involucras y no te das cuenta de que el tiempo pasa. El otro día ví El irlandés, tres horas y media, y se me pasaron volando. Así que ese es un buen signo de que es un guion bueno, porque desapareció el tiempo, creo que es la mejor descripción que sé.

El concepto estructura en tres actos fue creado por los críticos y es una tontería. Los escritores no piensan así. La mayoría de las películas descubres que tienen cinco o seis actos

¿Hay normas que se han seguido demasiado a fondo, como la estructura en tres actos?

Siento fallarte de nuevo, pero es que no hay normas. No hay normas. Hay convenciones, hay una forma universal que está desde Homero, una forma que se repite desde tiempos remotos, y es verdad que lo hacen, pero realmente no hay normas. Nada en el arte te dice que debas hacerlo de esta forma, o de la otra. Es una tontería. ‘Estructura en tres actos’ no es un término que usen los guionistas tanto como lo hacen los críticos. Es que si lo miras detalladamente, la mayoría de las películas descubres que tienen cinco o seis actos. No pasa nada con los tres actos, no hay nada malo, y se mantiene en el teatro, pero Shakespeare usaba cinco por ejemplo, y Oscar Wilde mantuvo los tres… pero hay que entender que una historia puede tener un sólo acto de dos horas. Mira Antes de que amanezca… es sólo un acto. Y puede ser una película de dos, de tres… En busca del arca perdida tenía siete. Esa noción fue creada por los críticos y es una tontería. Los escritores no piensan así. Buscan el ritmo apropiado para cualquier material que tengan que escribir, sea el género que sea. En serio, no hay normas, y la tiranía de los tres actos lo inventaron los críticos.

Vale, me doy por vencido, desecho todas las normas. Me gustaría saber su opinión sobre los giros sorpresa en las películas, como los que hace Shyamalan.

Eso son falsos finales. Lo hacen los estudiantes de cine, que son jóvenes y que tienen que luchar por cómo acabar sus historias, y muchas veces lo que hacen en un corto es desarrollar algo que no pueden acabar con un final poderoso, así que usan trucos. Escondes ifnormación al espectador y se la das en el último minuto, como hizo él en El sexto sentido, que de repente descubrimos que Bruce Willis está muerto. Nos lo podía haber contado desde el principio, y la película hubiera ido de un niño que intenta salvarle del impacto de saber que está muerto, pero contado así habla de un niño que ve muertos y se descubre al final que el protagonista está muerto. La idea de un niño ayudando a un hombre muerto a pasar al siguiente lugar es una historia maravillosa y emotiva, lo que hizo él es de un estudiante de cine.

Hay cineastas que nunca salen de la escuela de cine y hacen trucos y sorpresas baratas. Tienen mente de cómic y no la madurez de haber leído a Lorca, no piensan en esos términos, hacen trucos, son magos. No me importa esa gente, de verdad. Me importan, y para ellos enseño, aquellos que llevan esta forma de arte a otro nivel, que tienen algo que decir, que ayuden a civilizar a la sociedad. Y no creo que cineastas como Shyamalan ayuden a nada a la sociedad, creo que trivializan las cosas y hacen trucos. No estoy interesado en esas personas, porque hay muchos talentos fuera con la sensibilidad suficiente. Te lo digo de otra forna, cuando tienes acceso a los medios y puedes dar tu visión a millones de personas, tienes la responsabilidad de contar la verdad, contar la historia como crees que es, pero cuando mientes todo el rato, eso es una violación de tu responsabilidad. Yo enseño a aquellos que se toman esa responsabilidad de forma seria.

Fotograma de El sexto sentido.

Ha mencionado a Scorsese y me parece inevitable preguntarle su opinión sobre las películas de Marvel y lo que dijo él.

Las películas de Marvel hablan de la batalla entre el bien y el mal de una forma muy simple y directa. Voy a dar aquí una conferencia sobre cine de terror, y en España se han hecho películas muy buenas, y hablan de la batalla entre el bien y el mal, pero un mal profundo, satánico. No sólo de malas personas. Las películas que hablan de forma tan simple de bien y el mal, y lo hacen de forma poderosa o imaginativa, con emoción, me parece bien, si hay verdad en ello. Sabemos que hay mala gente por el mundo, en todos los sitios. Hay monstruos.

El problema es la repetición, y creo que a eso se refería Scorsese, estas películas de superhéroes se están chupando todo el dinero, y por eso se ha tenido que ir a Netflix, porque quien le da 150 millones de dólares si todo el dinero va a películas de superhéroes. Es un asunto práctico para él, está cabreado. Para mí es más importante el hecho de que estamos cansados, se ha hecho una y otra vez lo mismo, y se hace sin la suficiente imaginación, con la ley del mínimo esfuerzo, y cuanto más se repite menos efectivo es. Repetir este genero sin variaciones ni con idas imaginativas… Si te fijas Scorsese se ha quejado de Marvel, pero no de Juego de Tronos, porque es maravillosa, usa todos los tropos posibles.

Scorsese no debería haberse quejado de Marvel, sino de Hollywood, pero no va a decir ‘odio Hollywood’, porque si lo hiciera le cortarían el cuello

Creo que Scorsese no usó la palabra adecuada. No debería haberse quejado de Marvel, sino de Hollywood, pero no va a decir ‘odio Hollywood’, sino que dice ‘odio Marvel’, pero decir eso es decir ‘odio Hollywood, odio el sistema’. Lo que pasa es que si lo dijera le cortarían el cuello. Sidney Lumet, un director igual de bueno o incluso mejor que Scorsese, odiaba Hollywood y lo dijo. El resultado fue que nunca ganó un Oscar, que vivió en Nueva York fuera del sistema... y Scorsese no quiere ser otro Sidney Lumet. No hay nada negativo intrínseco en ningún tema elegido para hacer un guion, ese no es el problema, el problema es si el artista tiene una visión para hacer algo imaginativo y llevar ese tema a otro nivel, como hizo El laberinto del fauno. Si pueden hacerlo, bien, pero estoy de acuerdo con Scorsese en que Hollywood… Mira, voy a ir más allá, ¿te interesa?.

Por supuesto.

Creo que Scorsese está siendo parte y testigo de la muerte del cine. No digo el final de las películas, pero vendrán en streaming. Los cines cerrarán, no sé cuanto durará, pero la gran pantalla irá a menos y eso es por lo que Scorsese puso la película 26 días en gran pantalla y luego en Netflix para siempre. Él ve el futuro, y me temo que tiene razón. No estoy contento por ello, pero el sábado hablaré de formato largo para televisión y eso es el futuro, por muchos motivos. El primero es que si lo piensas bien, dos horas de película es una miniatura. Muy bonito, pero una miniatura. La habilidad para crear personajes complejos, de diez dimensiones, con sus contradicciones internas, dinámicas… En dos horas creas un personaje como mucho tridimensional, maravillosos, pero en Breaking Bad, que hablaré de ello el sábado, Walter White alcanza las 16 dimensiones, y eso es posible porque usaron 60 horas y se relaciona con al menos 100 personas que sacan cualidades de él.

Un personaje no trata a su hijo igual que a su mujer, o a los policías, y eso saca docenas y docenas de escenas que sacan dimensiones diferentes de él, tienen tiempo para hacerlo. Las catedrales del siglo XXI serán las series de formato largo en televisión, y eso para los guionistas es el futuro más excitante imaginable. Nadie va a ir al cien a ver 60 horas, el cine es un arte limitado, por definición a dos o tres horas. Los escritores con ambiciones irán a eso. Volviendo a Scorsese, él ve el futuro, de hecho El irlandés ya son tres horas y media, y odio decirlo pero el cine tuvo su gran florecimiento en el siglo XX, pero el XXI será para las series.

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