Debutó como actriz a los 93 años, bajo la dirección de su nieto, Daniel Guzmán, y casi se lleva el Goya a a Mejor Actriz Revelación. Antonia Guzmán era puro encanto y valentía que se ha apagado. Según informa la Academia de Cine en un tuit, la protagonista de A cambio de nada ha fallecido este lunes a los 96 años.

Antonia Guzmán, natural de Candeleda (Ávila) y costurera de profesión, se convirtió en la actriz más longeva de la historia en ser nominada a un Goya con su papel en el primer largometraje de su nieto. Interpretaba a una anciana que recoge muebles abandonados con su motocarro y que trataba de enseñar distintas perspectivas de cómo afrontar la vida a los jóvenes. Nunca antes se había puesto delante de las cámaras, pero consiguió cautivar el beneplácito del público.

Fue el gran apoyo de Daniel Guzmán durante toda su vida, y así lo reveló el actor y director en un emocionante discurso en los Goya de 2016. "Gracias a ti abuela me he levantado año tras año cuando estaba en el suelo y cuando nadie quería esta película porque de verdad eres mi estrella, abuela. Y has conseguido hacer con 93 años lo que yo nunca podré hacer. Te lo agradezco de corazón". 

Trailer de 'A cambio de nada'

Antonia era una amante del cine, pero hasta los 93 años nunca se planteó saltar de las butacas a la interpretación. “Cuando era joven íbamos todos los domingos [al cine], pero ya se han muerto todos los actores de aquella época”, confesó en una entrevista con este periódico. “A mí me gustaban las que cantaban tan bien… como Marifé de Triana”. ¿Y qué rasgo destacaba de su personalidad?: ”Yo siempre he sido muy fuerte y muy valiente. Siempre he podido con tó".

A cambio de nada fue la ópera prima de Daniel Guzmán, un filme-catarsis, un ajuste de cuentas consigo mismo y con el chaval rebelde que fue, con la que ganó la Biznaga de Oro en el Festival de Cine de Málaga y dos premios Goya, por la mejor dirección novel y para Miguel Herrán por el mejor actor revelación.