En dos días el cine se adueñará de todo. El Festival de Cine de San Sebastián dará su pistoletazo de salida y comenzarán diez días en las que sólo se hablará del séptimo arte. En su edición número 66, el Zinemaldia, ha conseguido ese difícil equilibrio entre glamour y títulos de autor. Una mezcla complicada que no siempre sale, porque el único festival de clase A de España tiene que tener todo: estrellas en la alfombra roja, películas inéditas (y buenas) y titulares.

El encargado de que todo cuadre es José Luis Rebordinos, el director del festival desde 2011 que ha tenido que luchar en todo este tiempo con la irrupción de Toronto, las nuevas plataformas, la crisis, la falta de mecenazgo, y ahora con la caída de uno de los mayores patrocinadores de cine español durante los últimos años, Gas Natural. Aún así se las ha apañado para tener un menú en el que estarán Ricardo Darín, Ryan Gosling, Robert Pattinson, Juliette Binoche, Timothée Chalamet y Bradley Cooper entre otros. Una selección en la que saca pecho en su entrevista con EL ESPAÑOL.

El Festival está a la vuelta de la esquina, ¿empiezan los nervios?

No, ya está todo. Para nosotros lo peor ya ha pasado, así que queremos que empiece, porque como siempre digo ya sólo puede ir a peor, que es que se te puede cae alguien, pero lo jodido es el mes y medio de antes que vas desquiciado. Creo que es un año potente en todo.

José Luis Rebordinos se enfrenta a su octava edición. EFE

¿Cuáles son las claves de esta edición?

Pues además de la Sección Oficial, el Festival, y cada vez más como ocurre con muchos de los grandes, es como un iceberg, del que se ve la puntita, pero la parte grande no se ve. Este año el festival refuerza las actividades de industria, está el foro de coproducción entre Europa y América Latina, que viene con 200 proyectos muy potentes, estamos trabajando en los nuevos talentos, tenemos los encuentros de estudiantes de cine, hay primeras y segundas películas en competición, hemos creado una escuela de cine Elías Querejeta… Queremos que San Sebastián sea un Festival de todo el año, por eso tenemos una residencia para la creación de proyectos y queremos trabajar más allá de estos nueve días, porque esos proyectos sirven para fidelizar primeras películas ligadas al festival.

Pero al final la gente sólo habla de si hay o no hay estrellas en la alfombra roja.

Sí, pero eso es normal y hay que estar preparado para ello. Cuando recibimos elogios siempre digo que hay que ser fríos, y con las críticas también. Este año ese debate ha estado en las Secciones Oficiales de Venecia y Cannes, que eran las dos enormes. Venecia optó por la alfombra roja, han sido espectaculares, pero Cannes tiene el mercado y sigue siendo el festival más importante del mundo. Por eso depende de dónde pongas el foco. El nuestro tiene una sección oficial, pero otras muchas actividades como Perlas, que actúa como un festival de festivales.

No es verdad que a San Sebastián viene lo que no quieren en Cannes o Venecia, pero yo no puedo decir qué películas tenían ofertas de otros sitios y han preferido venir aquí

Con San Sebastián siempre está la broma de que viene lo que no quieren en Cannes y Venecia, ¿molesta ese comentario?

No, no duele, de hecho en la gala haremos muchas bromas sobre eso. Vamos a poner en valor el reírnos de los tópicos sobre nuestro festival. No es verdad, además, pero yo no puedo decir qué películas tenían ofertas de otros sitios y han preferido venir aquí cuando lees eso de que una película va a estar en Venecia y ya sabes que va a hacer Toronto y San Sebastián. Hay tres festivales más grandes que el nuestro, Cannes, Venecia y Berlín, pero que sean más grandes no significa que sean mejor para la película, y eso pasa con San Sebastián. Pero no es verdad eso de que lo que no va a Venecia no viene aquí.

Habrá alguna película que le haya molestado no conseguir.

Hay dos películas de Venecia que me encantan, pero que al final las vamos a tener de otra manera, que son la de Cuarón (Roma) y la de Audiard (The sisters brothers). Quisimos tenerlas y las tendremos en perlas.

Este año se firma con CIMA la carta por la paridad.

Bueno, es Thierry Frémaux -director de Cannes- quien nos lo propone. Íbamos a firmarla allí, pero él nos dice que como hay tantos festivales, que mejor lo hagamos en nuestro sitio. Luego CIMA se puso en contacto con nosotros para ser parte de esa carta y vamos a escenificarlo. Con este tema siempre digo, y lo vuelvo a decir, que no vamos a hacer cuotas en el festival por cuestión de género, pero querenos que la mirada sea paritaria y ya cumplimos con la mayor parte de esa carta.

Hay que reflexionar sobre lo que está pasando porque aunque no sea partidario de las cuotas, si por tener sólo cinco mujeres de 18 a concurso nos están felicitando… es que algo va mal

Quereos una mirada femenina, y nosotros somos atípicos en eso, porque de los contratos fijos del Festival, 28 de 34 son mujeres. En el comité de dirección, de siete miembros, cuatro son mujeres, y sólo en el comité de dirección hay cinco hombres y cuatro mujeres, pero en el próximo seremos cinco y cinco. Pero hay que reflexionar sobre lo que está pasando porque aunque no sea partidario de las cuotas, si llega un festival como nosotros y por tener sólo cinco mujeres de 18 a concurso nos están felicitando… es que algo va mal. Algo pasa para que no accedan a la profesionalización, porque en las secciones de estudiantes y de primeros directores hay bastante más paridad.

Hace poco decía que mucho más presupuesto para el festival sería casi contraproducente. ¿Cuánto es el presupuesto de este año y cuánto se podría crecer?

Es verdad que no tendría mucho sentido porque somos una ciudad con la infraestructura que tiene. Ahora tenemos 8,3 millones de euros de presupuestos. Yo hace años decía que con 9 o 9,5, y ahora con la subida tendrían que ser 10, que con esa cantidad tendría un equipo y condiciones óptimas para atrevernos a traer más actores, apostar por otras cosas que tiene un coste… pero ser un festival de 15 millones no tendría sentido. No queremos ir tan justos, porque vamos al duro controlando los gastos, pero sí un presupuesto un poquito más brillante.

¿Qué falta para llegar a los 10 millones, ayuda pública, inversión privada?

Bueno, las instituciones públicas del conejo de administración ya han pasado de 1 millón a 1,1 tras años en los que no había subido. Antes de llegar a la dirección se había perdido un 24% del poder de gasto, pero yo no puedo pedir más esfuerzo a las instituciones, necesitamos más sponsors privados, pero es que no apuestan por la cultura. Tenemos que hacerles ver que la cultura es un buen sitio para estar, con leyes de mecenazgo, con desgravaciones.

Tenemos que hacerles ver a las empresas privadas que la cultura es un buen sitio para estar, con leyes de mecenazgo, con desgravaciones fiscales

En la Sección Oficial hay una película de Netflix, ¿qué opina de la polémica y de la decisión de Cannes de no incluirlas a concurso?

Cada país es diferente, y yo no debo juzgar lo que pasa en Francia e Italia, son directores y festivales a los que respeto, y con Thierry hasta hay una amistad. Nosotros, en nuestro caso, queremos hacer la mejor selección posible, y no miramos quién la produce, si es Netflix o no. Ni la exhibición posterior. No nos corresponde a nosotros. Estro acaba de empezar. La película de Cuarón se va a estrenar en bastantes salas pero países como Francia, con esas ventanas tan amplias, tendrán que evolucionar, y nosotros también.

Cannes, más pronto que tarde, tendrá películas de plataformas de contenidos porque será bueno para ellos, y para las plataformas también. Hay intereses comunes y tendrán que llegar a un acuerdo. Hacemos juicios de valor muy rápidos y todo está evolucionando, también en Netflix. Yo soy optimista, creo que hay grandes oportunidades, y no debemos rasgarnos las vestiduras diciendo que el cine desaparecerá de las salas porque nunca lo hará. Surgirán otras formas, pero siempre hay alguien que contará historias.

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