Emma Stone en el Festival de Venecia.

Emma Stone en el Festival de Venecia. Reuters

Cine Entrevista

Emma Stone: “El Gobierno de EEUU no respeta los derechos de las mujeres”

8 septiembre, 2018 03:14
Venecia

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Emma Stone todavía no ha cumplido los 30 años y ya se mueve como una veterana en las interminables jornadas de prensa para promocionar cada estreno. A Venecia llega sin perder la sonrisa, sin dejar de bromear con los periodistas y consciente de que aquí empezó su carrera al Oscar hace dos años cuando inauguró La La Land y ganó la Copa Volpi a la Mejor interpretación femenina. Por esos miles de “recuerdos” se muestra orgullosa de presenta otro proyecto que considera “único”, y en parte tiene razón, porque La favorita, la visión de la Monarquía de Yorgos Lanthimos no tiene nada que ver con las hagiografías británicas.

La historia se repite, y Emma Stone vuelve a estar en las quinielas para llevarse el premio a la Mejor Actriz, aunque la justicia sería que se lo llevara ex aequo junto a sus compañeras de reparto, Rachel Weisz y Olivia Colman. Las tres dan vida a tres mujeres -Ana Estuardo y sus dos criadas- que sobreviven usando todas las malas artes que están a su alance, algo que afectará no solo a su vida, sino al destino de una nación en guerra.

Emma Stone conoció a Lanthimos hace muchos años, mucho antes de que ganara el Oscar, y ya hablaron den trabajar juntos. “Está loco, pero en el buen sentido, no me esperaba a alguien así. Me encanta él y me encanta su cine, y este proyecto además habla de tres mujeres y era un reto, porque cuesta mucho encontrar un proyecto así, seas hombre o mujer es difícil encontrar personajes bien escritos, pero es ciero que en mujeres se ven y se leen pocos, es emocionante y no podía imaginar ser parte de un proyecto así”, contaba a EL ESPAÑOL desde el Festival de Venecia.

Tráiler de La favorita

Tanto Lanthimos como Emma Stone se niegan a que La favorita sea sólo una pieza de época, ya que han trabajado para que resuene como actual y contemporánea, y no sólo porque esté contada con un estilo de cine distinto, sino “porque esas mujeres son modernas y para mí son actuales, porque hablan de cómo el poder puede infectar a las personas”. En el filme estas dos mujeres se verán corrompidas por las ansias de tener una posición privilegiada, algo que para Stone habla de cómo “el poder no es una cuestión de género”. “Hay hombres en el poder que son maravillosos, que piensan y estas mujeres actúan de forma individual, no creo que las mujeres tengan que actuar como los hombres en el poder”, apunta.

Hollywood contra Trump

En la conversación con la prensa, Emma Stone se refiere en varias ocasiones a Donald Trump, pero siempre evita decir su nombre, “eso le encantaría… le encantaría que dijera algo más”, dice para justificar su omisión. A pesar de no citarle sí que le deja varios mensajes, y además contundentes, algo que no es normal en una actriz joven de Hollywood, que muchas veces miden cada palabra para no meterse en líos.

Para Emma Stone este año ha sido clave, y a pesar de que en Venecia sólo ha habido una mujer en la Sección Oficial cree el cambio ha llegado y que “es cuestión de tiempo”. “En mi país, definitivamente, parece que los derechos de las mujeres no están muy respetados por el gobierno ahora mismo, pero en el resto del mundo están cambiando las cosas, la sociedad está cambiando y las mujeres están usando sus voces de una forma muy poderosa. Soy muy afortunada por vivir este tiempo y por haber hecho una película como La batalla de los sexos, donde representé a una mujer que fue un icono y que habló alto de muchas de estas cosas en los años 70. Hace 40 años la gente también luchaba, y ahora la gente por fin escucha”, dice con optimismo.

Emma Stone en Venecia.

Emma Stone en Venecia. Reuters

El segundo dardo a Trump es para decir que las mujeres, pese a los cambios, siguen teniendo “menos oportunidades, hacen menos películas y tiene que haber otro presidente para que la gente se de cuenta de que nosotras también hacemos películas, para que las financien, para que contemos nuestras historias, el problema es más grande que la sección oficial de un festival”.

El Oscar que no cambió su vida

La favorita la coloca otra vez en la senda del Oscar, un premio que asegura que no le cambió la vida en exceso. “No lo sé… para mí, en este momento, en términos de lo que busco hacer, yo ya había firmado para hacer Maniac, La batalla de los sexos y La favorita antes del Oscar… así que para mí no ha cambiado nada. Fue una experiencia increíble, y surrealista, pero todo sigue igual para mí. Sólo quiero crecer, mejorar y trabajar con gente buena”, apunta.

Cuando empecé a hacer pruebas era muy naif, llegaba y pensaba que íbamos a lograrlo, pero la industria no es así, no es siempre maravillosa y te hundes a menudo

Emma Stone se parece mucho a la Mia de La La Land. Desde pequeña supo que quería ser actriz, así que alos 15 años dejó de estudiar y se mudó a Los Ángeles para hacer audiciones. “En su momento dejar la escuela me pareció genial, y ahora es cuando pienso, estás loca, tendrías que haber estudiado”, confesaba en Venecia mostrándose afortunada por la suerte que había tenido, ya que es una industria cruel en la que ella ha triunfado y que poco tiene que ver con su visión inocente cuando llegó: “cuando empecé a hacer pruebas era muy naif, llegaba y pensaba que íbamos a lograrlo, pero la industria no es así, no es siempre maravillosa y te hundes a menudo, pero cuando salen las cosas es...”.

Por todo ello se considera “una guerrera” que ha luchado mucho, como otras muchas, “no soy la única”, aunque sí una de las pocas con poder para elegir sus proyectos, aunque ella rechaza de lleno esa palabra. “No sé si tengo una gran relación con la palabra poder, o con ese sentimiento… pero sí que estoy agradecida por poder tomad decisiones, porque para cualquiera, y especialmente para mí como actriz, es una oportunidad enorme poder tomar tus propias decisiones y obtener lo que quieres. Por eso prefiero hablar de elecciones en vez de poder”, zanjó antes de despedirse de nuevo con una broma, y sin perder la sonrisa y el brillo en los ojos más grandes y expresivos que ha dado el cine reciente.