Si alguien dice que va a montarse en un Delorian, o habla del Condensador de Fluzo todo el mundo sabe inmediatamente que se está hablando de Regreso al futuro. Pocas películas han pasado tan rápidamente al imaginario popular como la trilogía creada por Robert Zemeckis, una de las mejores muestras del cine de aventuras y ciencia ficción de una de las épocas doradas del cine de Hollywood.

Lejos de atascar su carrera ahí, Zemeckis alanzó su cima con Forrest Gump, una de las películas más queridas del cine reciente con el que se llevó el Oscar a la mejor película y al Mejor director. Tras una época más centrado en las películas que usan la técnica de captura de movimiento, Zemeckis regresa al espíritu ‘bigger than life’ de su gran éxito con Bienvenidos a Marwen, una historia de superación basada en un hecho real que hoy ha presentado su nuevo tráiler.

El filme cuenta la historia de Mark Hogencamp -Steve Carell-, que tras sufrir una paliza que le produce daños cerebrales, comienza una terapia consistente en crear un pequeño ecosistema de juguete ambientado en la Segunda Guerra Mundial y en la que introducirá a sus amigos y familiares. Una mezcla de animación y acción real que llegará en 2019 a nuestras pantallas y por la que ha atendido a EL ESPAÑOL.

La película se basa en una historia real que ya se contó en un documental, ¿la conocía?

Sí, la encontré de casualidad en una emisión en la televisión pública y me sentí inspirado instantáneamente inspirado cuando la vi. Supe que tenía que adaptarlo, la historia de este hombre era perfecta para una película que fuera visualmente arrebatadora y muy entretenida.

La película mezcla acción real y animación, algo que ya hizo hace 30 años con ¿Quién engañó a Roger Rabbit, ¿Ha cambiado mucho el cine en este tiempo?

Ha cambiado tanto… es que es un mundo diferente el cine al que era hace 30 años.

¿Cómo ha afectado a ese cambio la tecnología? Usted siempre ha trabajado con innovaciones como la captura de movimiento o el 3D.

La tecnología siempre mejora el cine porque el propio cine en su concepción es tecnológico. Al final lo que queda a través del tiempo son las historias, la forma en la que están contadas. La tecnología siempre está evolucionando, y la gente está empezando a comprender que cualquier imagen puede ser creada ahora mismo en el cine, ya no hay imposibles. Pero la gente lo que quiere es volver a las emociones humanas en un mundo que está dominado por efectos especiales.

La película es una de esas historias ‘bigger than life’.

Bueno, realmente la parte humana es más pequeña, la más importante de la historia es la que sucede en la imaginación del personaje y es gigante.

¿Por qué cree que triunfan tanto las historias de superación personal?

A la gente lo que le gusta ver en las películas son historias humanas, eso que decías ‘bigger than life’, porque vemos un mundo que de otra forma no vemos. En el caso de Bienvenidos a Marwen lo único que quería era hacer una historia humana y universal sobre el poder curativo de la imaginación y el arte.

¿Es de los que cree que el cine puede cambiar el mundo?

No creo… pero, ¿sabes lo que sí pueden conseguir las películas? Simplificar los grandes problemas.

¿Cuántas veces le ha pedido Hollywood que haga una secuela de Regreso al futuro?

Constantemente, pero eso nunca va a pasar, nunca la haré.

Fotograma de Bienvenidos a Marwen.

¿Por qué?

Primero porque Christopher Lloyd tiene ya 79 años, y Michael J Fox más de 50, es algo imposible.

¿Por qué está Hollywood tan obsesionado por las secuelas?

Las hacen porque es mucho más fácil y seguro apostar por un título que está vendido de antemano, algo que ya ha funcionado. Por eso hacen tantas… es muy arriesgado y difícil hacer películas originales ahora mismo.

¿Le entristece eso, comparado con la época dorada que vivió?

Sí que estoy triste por ello, pero a la vez estoy muy agradecido de haber contribuido a esa tercera edad de oro del cine de Hollywood.

¿Qué opina de la nostalgia, no cree que Hollywood la ha tomado como moda para sus películas?

La nostalgia… Puede… No sé, creo que pensamos que las épocas del pasado son mejores que las del presente, y por eso está pasando esto. El tiempo pasa, y nos preocupamos demasiado por ello.