Brays Efe sabe que ya siempre será recordado como Paquita Salas, y le parece bien. No puede ponerle un pero a un personaje tan rico como el que sus amigos Javi Calvo y Javi Ambrossi le regalaron hace un par de años. Esa representante de actores tan tosca como entrañable ha robado el corazón de todos, y lo ha hecho gracias a él. Hasta el jefazo de Netflix o los chicos de Stranger Things cayeron a sus pies.

Ahora llega una segunda temporada mucho más gris, que ahonda más en el personaje y que permite al actor lucirse más. Paquita se ha hecho mundial gracias a la plataforma de contenido, y lo que antes era una serie ‘de nicho’, ahora es un fenómeno inabarcable que hasta decora estaciones de metro como si se tratara de una superproducción de Hollywood. Brays Efe no se lo termina de creer, pero abraza todo lo que llegue con ilusión.

¿En qué ha cambiado Paquita?

Realmente lo que ha aprendido en la primera temporada está ahí, pero queda que baje a la tierra un poco. En esta temporada la define la crisis económica que sufre su empresa y un pequeño susto médico que tiene y por lo que tiene que intentar estar relajada, pero lo zen y la crisis no se llevan bien. En esta temporada va a tocar más fondo, tiene una parte más oscura, pero sigue siendo divertida porque el espectador es malo y se ríe de lo patético.

Paquita no te conviertas en Torrente Carmen Suárez

¿Has conocido a muchas Paquitas en el mundo del cine?

He conocido a muchas pero en mi vida. Al menos todos conocemos a una. Es una tía, una vecinam o cualquier mujer que trabaja en cualquier sitio.

Es una temporada agridulce, uno se ríe, pero muestra una industria muy dura...

Bueno, creo que al hablar de esta industria pues indudablemente hay que meter juntos todos los conflictos que ocurren en la misma persona, y a ella le toca vivir todo. Es una industria dura, pero no a todos les toca pasar por todo eso. Pero más que dura es que es una industria donde nada es lo que parece...

Detrás del glamour de las alfombras rojas siempre hay una señora que ha perdido el bolso, y esa señora es Paquita

Fíjate, yo pensé eso la primera vez que fui a los Goya. En casa todo me parecía lleno de glamour, y allí los vestidos me parecían de cotillón.

Claro, yo lo digo siempre, que detrás del glamour de las alfombras rojas siempre hay una señora que ha perdido el bolso, y esa señora es Paquita. Las carreras de las estrellas no sólo las llevan personas normales, sino que ellas son personas normales.

El primer capítulo es una defensa absoluta de la libertad de expresión.

Era necesario meterse en ese terreno, y me encantó que Los Javis lo hicieran. Es muy guay que sea el primero y el personaje que interpreta Verónica Echegui, que está inmensa, habla de eso, y es necesario hacerlo y darnos cuenta de que la gente puede decir lo que le dé la gana.

Justo hemos vivido varios casos en los que ha pasado lo que cuenta el capítulo. El último el de Amaia y Alfred por el libro ‘España de mierda’.

A ver, son varios casos acomulados ya, pero no lo centraría en lo que se dice o no se dice, simplemente creo que ofender no es un delito. Si a mí me gusta el azul y a ti el amarillo, pues puede que no te guste lo que digo, pero vivimos en un lugar donde se puede decir lo que se piensa. Y, sobre todo, artísticamente, uno puede expresar lo que le dé la gana, y un libro se puede llamar España de mierda y en una película se puede decir lo que se quiera, y una canción puede hablar de cualquier cosa.

Ana Obregón es súper profesional y súper divertida, es un gusto estar con ella y creo que va a sorprender mucho

¿Alguna vez te has pensado dos veces escribir un tuit por las posibles reacciones?

Yo tengo mucha suerte porque casi no tengo haters, así que soy muy afortunado. Una vez dije algo sobre el fútbol y se lió una buena, pero tardé en darme cuenta porque tengo desactivadas las notificaciones, así que me dio un poco igual lo que dijeran. Pero entiendo que esto tiene también una parte positiva, y es que antes éramos más insensibles a lo que pensara la gente, y esto ha desarrollado la empatía y cuidamos cómo nos expresamos. Está bien pensar las cosas dos veces, lo raro es lo que pasa después.

¿Como ha sido rodar con Ana Obregón?

Un sueño hecho realidad, además es el capítulo, que yo he escrito, y lo escribí pensando en eso, en con quién querría pasar mi yo de niño un capítulo entero, y yo veía Ana y los siete. Me encantaba. Así que escribí una carta a Ana explicando por qué había pensado en ella, y me contestó con un mail precioso y me dijo que sí. Es súper profesional y súper divertida, es un gusto estar con ella y creo que va a sorprender mucho. Si al público le sorprende la mitad de lo que me ha sorprendido a mí como persona...

Paquita Salas es una serie que gusta a Errejón y a Ana Obregón, que difumina los límites de eso que se llamaba alta cultura y baja cultura.

Es que se están difuminando y nosotros somos parte de ello, pero eso estaba ya pasando antes de que llegáramos nosotros, pasa a la vez que nosotros y mañana habrá más. Esa frontera ya no existe porque lo importante de una obra es que emocione, y te puede tocar un vídeo de youtube mal grabado y una superproducción de EEUU, y eso no tiene que ver con la calidad técnica, ni con los prejuicios… va de otra cosa diferente.

Todavía hay clasismo,  mira cuando se anunció que Amaia iba a tocar en el Primavera la que se lió sólo porque se había hecho famosa en un programa de televisión

¿Había clasismo antes?

Sí que tenía algo de clasista sí, y eso sigue existiendo en algunos campos. Mira cuando se anunció que Amaia iba a tocar en el Primavera la que se lió, y eso que tiene un background increíble, pero era sólo porque se había hecho famosa en un programa de televisión. ¿Y eso qué tiene de malo? Simplemente ha utilizado una plataforma para darse a conocer. Antes a lo mejor no era así, y lo vimos en el primer OT, que la gente era más maleable, tenía menos gustos y conocimientos musicales, y era para hacer un producto de ellos,pero ahora con las redes sociales hemos tenido que aprender a ser productos y usar esos medios para darnos a conocer nosotros. Lo hacen los Javis con Netflix, Amaia con OT y C. Tangana con Warner. Es, simplemente, darte a conocer a ti mismo.

¿Hasta dónde llegarías con Paquita, no hay miedo a encasillarse?

Yo esto agradecidísimo a Paquita, y eso ya no me lo voy a quitar nadie, y lo digo como algo bueno: yo para siempre voy a ser Paquita Salas y estoy súper contento por ello. Creo que no es una serie de 11 temporadas, pero no lo sé. No me da miedo a que me encasillen porque como hago de señora, creo que nadie más me va a ofrecer un papel de señora, pero como personaje ojalá me toquen muchos personajes como ella.

Noticias relacionadas