Alejandro Sanz es una máquina de hacer dinero. Sus discos siguen vendiendo como churros, incluidas las copias físicas que cada vez menos gente quiere, las entradas de sus conciertos se venden en horas y cada cosa que toca se convierte en oro. Desde hace décadas es uno de los artistas más venerados en nuestro país, y el mercado audiovisual ha decidido explotar también esa gallina de los huevos de oro.

Primero fue su concierto homenaje televisado por Telecinco. El cantante celebró los 20 años de su disco Más, el más vendido de la historia de la música en España, con un concierto en el Vicente Calderón que no dejó ni un hueco libre. La cadena lo emitió con éxito de audiencia, un 13,6% de share y casi dos millones de espectadores, lo que supuso casi 325.200 euros en derechos de autor. Para la cadena el negocio consistió, además de los anunciantes, en la venta de un especial en DVD con el que sacar más partido a uno de los pocos artistas que han sobrevivido a la crisis de la industria.

La cadena vio pronto el negocio, y por ello se lanzó también a producir el documental sobre la vida del cantante junto a la empresa Sacromonte (que ha financiado el 90% del filme según los datos del ICAA). La estrategia de márketing fue perfecta, Sanz: lo que fui es lo que soy, se vistió de largo en el Festival de Cine de Málaga hace dos semanas. Las entradas se agotaron en una hora a pesar de que la estrella no piso el certamen por estar grabando su nuevo trabajo. Pocos días después llegó a las salas de toda España en 70 salas. Como los documentales son un género que normalmente no convence en taquilla, en casi todas se programó sólo un pase al día. El resultado fue un pelotazo enorme: en sólo siete días se convirtió en el documental más visto de 2018.

Álvaro Agustín, productor de Telecinco Cinema, explicaba en el Festival de Málaga que esperaban que funcionara y ampliar hasta 90, pero no contaban con que se prevendieran 12.000 tickets ni que en sólo siete días y a pesar de los pocos pases se alcanzaran los 33.000 espectadores, lo que ha provocado que en este segundo fin de semana se aumentaran otras 44. En el primer fin de semana eso supuso 107.000 euros, y sumados los datos de entre semana llegó a los 148.000 euros. Datos que la llevarán a unos 300.000 euros en salas españolas, ya que se estrenará también en todos los países latinoamericanos donde el músico es también una estrella.

Con estos datos se confirma como el documental sobre un músico español más exitoso. Muy por encima de los resultados de Omega, que sumó 34.205 euros y 5.984 espectadores según el Ministerio de Cultura; Malú, ni un paso atrás (16.145 euros y 2.539 espectadores; 13, Miguel Poveda (8.392 euros y 1.676 espectadores); Búnbury 3D (7.495 euros y 1.138 espectadores) y 10 años con Bebe (52 euros y ocho espectadores).

Alejandro Sanz no sólo ha podido con sus compatriotas, sino también con estrellas mundiales de la música como los Rolling Stones. Shine a light, el documental de Martin Scorsese sobre la mítica banda musical sólo llegó a los 185.000 euros y los 30.986 espectadores, una cifra que el título español ya ha superado. También ha dejado atrás los documentales de Oasis o Janis Joplin, que se quedaron en los 6.873 y 9.228 euros.

Todavía se queda lejos de estrellas como Los Beatles, cuyo último documental dirigido por Ron Howard congregó a 56.000 espectadores y recaudó 400.000 euros o el de Amy Winehouse, que superó el medio millón en taquilla y los 92.000 espectadores. Mucho mejor fueron los documentales sobre One Direction, con 863.472 euros y, especialmente el Michael Jackson: This is it. El homenaje a Jacko reventó las taquillas y superó los 3,4 millones de euros y los 500.000 espectadores. Cifras que para sí quisieran la mayoría de películas de ficción.

Lo que todos ellos no tuvieron es la triple vida que Sanz: lo que fui es lo que soy va a tener. La estrategia de Telecinco es perfecta. A su exitosa explotación comercial en salas le seguirá el DVD con el documental y el pase en exclusiva en sus canales, formas de seguir sacando beneficio del producto. Por si fuera poco, también servirá de promoción para el próximo disco del cantante que ya se encuentra en preparación. Una estrategia comercial que convierte el cine en el complemento perfecto para las estrellas musicales y que abre una nueva vía que seguirá explotándose: el próximo turno, el de Camarón.