La alfombra roja de la 75 edición de los Globos de Oro se tiñó por completo de negro, reflejo del movimiento "Me Too", cuyo objetivo es denunciar el acoso sexual a las mujeres en Hollywood, y contó con activistas invitadas por algunas de las mayores celebridades de la industria.



"Es histórico", dijo el venezolano Édgar Ramírez, uno de los presentadores de la gala. "Estamos todos vestidos de negro en solidaridad con las víctimas y las personas valientes que denunciaron sus historias de acoso y abuso sexual", añadió.



"Que la conversación continúe"



"Hay que aprovechar esta plataforma para que la conversación continúe. Esto va a marcar un punto y aparte. El movimiento no se va a detener", continuó.

Guillermo del Toro, cuya cinta "La forma del agua" parte como favorita con siete nominaciones, indicó a Efe que "es importante el mensaje que se está enviando", aunque igual de relevante son los pasos personales que cada persona puede dar para cambiar la situación.

"En mi caso, escribir personajes femeninos fuertes y dar a las actrices las herramientas y estímulos necesarios para lograr interpretaciones potentes", afirmó el de Guadalajara.



Todos optaron por el negro



Angelina Jolie, Jessica Chastain, Alicia Vikander, James Franco, Meryl Streep, Hugh Jackman, Chris Hemsworth, Jessica Biel, Justin Timberlake, Catherine Zeta-Jones, Dakota Johnson, Emma Watson, Ricky Martin, Natalie Portman, Rita Moreno... todos optaron por el negro para esta ocasión.

La campaña se desarrolló en redes sociales a través de la etiqueta #whywewearblack, que solicita "igualdad en todas las industrias, seguridad para todos los trabajadores e inclusión de todas las mujeres y las personas marginadas".

El activismo y la lucha por la igualdad fueron un paso más allá con la decisión por parte de varias actrices de invitar al evento a activistas en diferentes frentes.



La iniciativa de 300 mujeres de Hollywood



En concreto, esta decisión tiene que ver con la iniciativa de más de 300 mujeres poderosas de Hollywood, que lanzaron recientemente un fondo de defensa legal destinado a ayudar a mujeres menos privilegiadas que ellas a defenderse de posibles abusos sexuales en el entorno laboral.

Ese fondo, llamado "Time's Up" ("Se acabó el tiempo"), suma más de 13 millones de dólares en donaciones y busca ayudar a esas mujeres con salarios bajos a protegerse de las consecuencias que puede tener denunciar los abusos sexuales.

Así, Emma Stone acudió acompañada por la célebre Billie Jean King, la extenista a la que encarna en la cinta "Battle of the Sexes" y fundadora de la Asociación Femenina de Tenistas Profesionales (WTA), mientras que Susan Sarandon apareció junto a la periodista puertorriqueña Rosa Clemente, que recordó que su país "aún está en crisis" tras el paso del huracán María.



"La gente es más consciente ahora"



Meryl Streep eligió como invitada a Ai-jen Poo, directora de la National Domestic Workers Alliance.

"La gente es más consciente ahora de que el poder sin equilibrio lleva a abusos en todos los campos. Queremos arreglar esa situación y para ello debemos estar todos juntos", afirmó la actriz sobre la alfombra roja.

Poo pidió "un esfuerzo conjunto" para conseguir "trabajo digno para todos".

Por su parte, Michelle Williams hizo acto de presencia junto a Tarana Burke, fundadora del movimiento #MeToo, y Laura Dern apostó por la abogada Mónica Ramírez, cofundadora del grupo Alianza Nacional de Campesinas.

"Nuestros miembros conocieron las historias que están saliendo desde Hollywood y querían mandar el mensaje de que las víctimas no están solas y les enviamos toda nuestra fuerza. Luchamos por la igualdad a todos los niveles. Cada voz debe ser escuchada", indicó Ramírez.

Y Emma Watson apareció junto a Marai Larasi, directora ejecutiva de Imkaan, grupo en defensa de los derechos de mujeres negras, y copresidenta de End Violence Against Women Coalition.

A la iniciativa también se sumaron Shailene Woodley junto a Calina Lawrence, miembro de la tribu india Suquamish, y Amy Poehler con Saru Jayaraman, presidenta de ROC Action, en apoyo a trabajadoras de Nueva York afectadas por los atentados del 11 de septiembre de 2001.