Su nombre no cambiará, seguirá recurriendo a ese mítico James Bond que le hizo famoso primero en las novelas de Ian Fleming, y después en las decenas de películas de una de las sagas cinematográficas más rentables de la historia. El espía británico nunca había cuestionado a sus jefes, desde un principio la casa ha pertenecido a la mítica Metro Goldwyn Meyer. Incluso cuando ésta estuvo al borde de la bancarrota, James Bond se mantuvo a su lado, y gracias al empuje de sus últimos títulos, con Daniel Craig a la cabeza, salió de aquella maltrecha situación.

Pero las cosas han cambiado, hay nuevos actores en el juego y el personaje es una presa muy jugosa para dejarla escapar, tanto que dos gigantes como Apple y Amazon se han lanzado en una caza sin cuartel por sus derechos. Las dos compañías estarían dispuestas a pagar varios miles de millones de dólares para poder controlar la saga, desarrollar nuevas películas, y crear también un universo expandido en el que puedan entrar series y otros filmes sobre míticos personajes de la franquicia, según ha informado The Hollywood Reporter. Una operación parecida a la que Disney realizó al comprar el universo Star Wars a George Lucas.

En busca del taquillazo

Tanto Apple como Amazon se han volcado en los últimos cursos en la producción de contenido, de hecho esta última ganó varios Oscar en la anterior entrega gracias a la compra de derechos de Manchester frente al mar. Entre sus series se encuentran títulos de culto como Transparent o Mozart in the jungle, pero todavía no tienen ningún taquillazo grande ni un personaje conocido internacionalmente para hacer ruido en las salas. Bond sería su jugador estrella en un cambio de tornas que sacudiría al Hollywood clásico.

Se impondrían a otros estudios como Warner, Fox o Universal, que ya habrían tanteado llevarse al espía a sus filas. Actualmente, los derechos de distribución estaban en manos de Sony, en un contrato que finalizó con el estreno de Spectre en 2015, y sus productores originales (MGM y Barbara Broccoli) necesitaban un socio para estrenar sus nuevas aventuras de la mejor forma posible, especialmente ahora que han conseguido que Daniel Craig se comprometa por otra película más.

Tal como explica The Telegraph, la distribución en sí no supuso un gran beneficio para Sony, según se supo tras la filtración de correos electrónicos de la compañía hace años, pero tener una marca como la de Bond y explotarla sus derechos en merchandising, y con la expansión de su universo sí sería una jugada maestra.

Más merchandising

Eso es lo que las fuentes consultadas por Hollywood Reporter señalan como elemento clave para el interés de Amazon y Apple. Creen que la franquicia ha estado infrautilizado y de espaldas a las nuevas normas del mercado, dejando todo el beneficio en el estreno de una película cada tres o cuatro años y desperdiciando personajes prometedores que podían haber tenido su propia película, algo que se habló hace años, cuando la chica Bond protagonizada por Halle Berry caló en las audiencias, aunque Hollywood no aceptó la idea de una mujer de acción al frente de una cinta de gran presupuesto.

Según el medio especializado, Broccoli siempre se ha manifestado en contra de esta expansión, pero en junio podían haber comenzado a tantear estas opciones que han llevado a dejarse querer por Amazon y Apple.

El universo a desarrollar podría tomar ideas del mercado editorial, donde ya se han publicado varios cómics que contaban historias paralelas, entre ellas las de un joven James Bond o las de su compañera Moneypenny. Quedaría saber en qué formato lo harían, ya que según Hollywood Reporter, la entrada de Amazon y Apple supondría llevar parte de los nuevos productos a la televisión, donde estrenar (como ya han hecho DC y Marvel) series franquicia en sus plataformas de contenido para competir con los gigantes Netflix y HBO.