La Confederación de Productores Audiovisuales de España (FAPAE) vive una guerra interna desde hace meses. Tras la salida de su Secretaria General, Mabel Klimt, y el amago de moción de censura de tres asociaciones al actual presidente, Ramón Colom, se adelantó el proceso electoral. Se esperaba que este proceso comenzara con la convocatoria del Comité, de hecho toda la junta directiva, tal como han confirmado a este periódico, esperaba que fuera el 4 de julio.

Sin embargo, y debido a las rencillas en su seno, se ha retrasado. Colom no la ha convocado, y no prevé hacerlo, hasta que se resuelvan dos recursos presentados. El primero de ellos lo hizo la asociación de Productores Vascos, que denunció la falta de pluralidad en el Comité Electoral y pide que se vuelva a elegir por sorteo, en vez de por votación de los asistentes como ocurrió en la última junta directiva. El segundo recurso fue presentado por el propio presidente de FAPAE. Ramón Colom pone en cuestión las funciones del secretario general y del director general durante el proceso de elecciones.

En el poder del director y el secretario radica gran parte de este conflicto. Tal como han contado a este periódico fuentes de FAPAE, una parte de la asociación no veía con buenos ojos el excesivo poder que quería ostentar su anterior Secretaria General, que decide irse “porque quería ganar más dinero y FAPAE no le representaba seguridad”. Estas personas creen que había un conflicto de intereses entre su cargo en la asociación y el que mantenía simultáneamente en un bufete de abogados desde el que incluso asesoró a miembros de la junta directiva. “Se beneficiaba privadamente de los problemas que los productores tenían”, aseguran dichas fuentes que creen que Klimt querría volver a FAPAE para ser directora general con un nuevo presidente.

Ramón Colom ha hablado con EL ESPAÑOL para explicar este nuevo capítulo de esta “especie de guerra” en la que ve un problema: la gente que quiere “imponer su criterio”. Reconoce que si llega a saber “los sinsabores” no hubiera aceptado el cargo y que su intención no era quedarse otros cuatro años, sino preparar las elecciones. “Pero un día me dicen márchate, y yo digo que por qué. Y a partir de ahí te das cuenta, de pronto te dicen esto, que te vayas porque se van a poner ellos. Y que han pensado que no tiene por qué haber elecciones, que buscan una figura de consenso y que así nos ahorramos elecciones porque según uno de ellos provocan división, y yo me quedo estupefacto. Yo quiero que haya elecciones”, explica.

Sin embargo Colom no ha convocado la Junta Electoral para el 4 de julio como se esperaba, y es porque “cuando paro este intento de golpe de estado -la remoción por parte de tres asociaciones-, me meten prisa para hacer las elecciones, y hay que cumplir los estatutos y son como son”. El presidente asegura que hay una “incoherencia de estatutos cuando se habla del comité electoral”. “Dicen que el comité electoral se tiene que elegir por sorteo y eso no se ha producido así, se han presentado y se han votado a ellos mismos, y ahí se pone una reclamación. O llegamos un acuerdo o repetimos la junta porque tienen que cumplirse ese requisito electoral. Y luego hay cosas impresentables para mí, por ejemplo han escrito un artículo en un mail diciendo que cualquiera de los miembros del comité electoral, un minuto antes de que se acabe el plazo pueden dimitir y presentarse a las elecciones”, lo que él cree que es un caso de conflicto de intereses, ya que sabrían toda la información sobre el proceso y podrían usarlo en su beneficio. Este proceso podría acabar en un juzgado, aunque a priori Colom prefiere que “llegue la paz”.

Para Colom esta división interna viene provocada por “un conflicto de intereses brutal entre quienes quieren hacer un tipo de cine frente a otros”. “Los que tienen más dinero, los que hacen los proyectos de éxito que gustan a determinadas cadenas son unos, y esos quieren controlar, y hacerlo a costa de los que hacen otro tipo de cine menos industrial. Yo creo que todos deberían tener vocación de ganar dinero, cada uno en su medida. Hacer proyectos coherentes. Pero hay ese conflicto, quieren controlar las negociaciones”, asegura. El otro conflicto para el presidente es el que surge cuando ciertos “productores se privilegiaban de su estatus en FAPAE”. “Yo siempre he defendido un proceso de igualdad. Tu tienes los mismos derechos seas el producutor que seas, seas miembro de la junta o no. Eso no debería ser así y he intentado ayudar a todo tipo de productores, nunca he preguntado de qué asociación eres o no”, subraya.

El mandato del presidente acaba en diciembre de este año, y de momento no se han marcado las pautas para este proceso. Colom tampoco descarta del todo presentarse a la reelección, a pesar de que él insista en que no estaba en sus planes originales.

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