Una compañía privada noruega acaba de poner en marcha el Artic World Archive, en el archipiélago ártico de Svalbard, que se va a convertir en un gigante archivo sin conexión destinada a almacenar las más importantes reliquias culturales. La intención de la empresa Piql es proteger este patrimonio de un apocalipsis nuclear, desastres naturales o ataques cibernéticos. La empresa abre su refugio de memoria a gobiernos, instituciones científicas, autoridades, empresas e individuos que quieran almacenar copias de películas analógicas para conservarlas en una bóveda “a prueba de desastres”.

Al parecer, tal y como ha informado la emisora nacional noruega NRK, hay representantes de los Archivos Nacionales de Brasil y de México que se dirigen a Svalbard. Los terremotos son la principal preocupación entre las autoridades mejicanas, mientras que Brasil teme que la ciberseguridad es insuficiente para preservar el legado histórico. La emisora no ha informado de qué tipo de documentación van a archivar en el archipiélago, pero es probable que sean de trascendencia política, histórica y cultural.

Piql realiza desde 2002 el proceso inverso: pasa películas de Hollywood y Bollywood a formato digital al analógico, siempre pensando en la preservación de los datos. El banco de datos donde guardarán las películas físicas está enterrado en las profundidades del permafrost de una mina de carbón abandonada en la ladera de la montaña cercana a Longyearbyen, donde la temperatura media es de -4,7 grados y caer a los 46,3 bajo cero en invierno. La empresa asegura que dentro de la bóveda construida para almacenar las películas, las condiciones y la temperatura permanecen notablemente estables y óptimas para la preservación.

Piql calcula que las películas pueden estar a buen resguardo en la bóveda de seguridad por más de 1.000 años. Svalbard, que también es el lugar elegido para el Banco Internacional de Semillas (financiado por Noruega, Monsanto, el banco Rockefeller y Microsoft), está bien conectado con el mundo, pero desmilitarizado y alejado de las amenazas políticas mundiales. El oso polar tampoco parece ser un problema.