El cine español y las televisiones tienen una relación complicada. La Ley General de Comunicación Audiovisual de 2010 obliga a las cadenas a producir películas españolas, series, tv movies, documentales y series de animación. Una norma a la que los grandes grupos como Mediaset o Atresmedia siempre se han opuesto, pero que les está suponiendo grandes beneficios por títulos como Ocho apellidos vascos, Un monstruo viene a verme o Palmeras en la nieve.

Esta inversión está impuesta para todos los prestadores del servicio de comunicación audiovisual, aunque el foco mediático siempre se quede puesto en Telecinco, Antena 3 y TVE. La obligación supone que hay que dedicar el 5% de los ingresos del ejercicio anterior para los operadores privados de televisión y un 6% para los operadores públicos en obra europea y española -que a su vez se desglosará según unos porcentajes máximos establecidos en películas para cine, series, obras en lenguas oficiales etc-.

Para controlar la inversión de los operadores se realiza un informe por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Ahora ha llegado el del año 2014, en el que los prestadores del servicio audiovisual a nivel nacional invirtieron un total de 212,63 millones de euros en obra audiovisual europea, lo que supone un incremento del 12,87% con respecto al ejercicio anterior. Esto a pesar de una disminución de ingresos, cuya cuantía determina el monto de la financiación mínima a la que están obligados. El volumen total de ingresos computados en 2013 ascendió a 2.313.953.955,34 €, un descenso del 10,01 %.

De todos los operadores tres presentan un déficit de inversión, es decir que no llegan a lo estipulado por la Ley, Cosmopolitan, THCI y DTS -Distribuidora de Televisión Digital S.A o más conocida como Canal+-. De entre todas ellas el tirón de orejas del informe va para Canal+, que incumplen en más de siete millones (7.435.915 euros) lo que deberían haber ingresado. Esto no es una novedad para el canal, ya que según el mismo informe el acumulado de deuda supera los 23 millones (-23.446.838 euros), ya que desde el año 2008 siempre presenta un déficit de inversión e incumple la Ley. Según estas cuentas en 2014 debería haber invertido 16 millones de euros, pero se quedó alrededor de los 8,5.

En cuanto a su participación en la producción de largometrajes cinematográficos también suspende. Debería haber invertido 9,6 millones de euros, pero se quedó en los 8,2 generando un déficit de casi 1,5 millones, lo que sumado a otros ejercicios anteriores da un resultado negativo de 5,5 millones de euros que tendrían que haberse destinado a cine español, pero que no lo hicieron.

El informe de la CNMC muestra que en ese año la mayor inversión realizada fue por parte de Mediaset con 55,76 millones de euros frente a los 31 a los que estaba obligada, por lo que supera en más de viente millones. El excedente se repite en la parte dedicada a cine, donde invierte 22 millones frente a los 19 que le pedían. Por su parte Atresmedia invirtió 41,07 millones de euros, casi 8,5 millones por encima de lo marcado por ley, un excedente de los que cinco millones pertenecen al cine español. RTVE también superó sus obligaciones y entre los tres prestadores sumaron el 68,40% de toda la inversión realizada en 2014 y todos ellos incrementaron su inversión respecto al ejercicio anterior.

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