Tal y como se esperaba, Ana Belén fue rotunda al recoger su Goya de honor. “Salud y trabajo para esta profesión que no se merece tanto desprecio de sus gobernantes”, sentenció un discurso en el que recordó a todos los compañeros y maestros de los que aprendió, desde Miguel Narros a José Carlos Plaza pasando por Berta Riaza.

“No consigo entender que después de tantos años se den tantos pasos atrás y haya tanta precariedad en el oficio”, dijo en la parte final de su intervención. Se quejó de la ausencia de las mujeres en el cine: “Aunque en estos últimos años ha habido incorporaciones, son muy por debajo para que exista igualdad”. “En España se hace muy buen cine y nuestros cineastas nacen aprendidos”.

“Quiero contaros una historia”, arrancó la actriz. Narros le preguntó si quería ser actriz de verdad. “Para eso hay que estudiar”. Ser actriz significa prepararse y esforzarse mucho, señaló Ana Belén. “Y estar con los ojos muy abiertos ante todo lo que te rodea para trabajar con las emociones y la verdad. La verdad de las mentiras, que diría mi querido Vargas Llosa”. Berta Riaza fue un referente en sus inicios. “Ponerme en la piel de otros ayuda a entender los problemas de otros”, aseguró Ana Belén.