Los Angeles

Nació en Arizona hace 28 años. Desde muy temprana edad supo que actuar era lo suyo y participó en numerosas obras en un teatro local. A los 15 años decidió mudarse con su madre a Los Angeles para probar suerte, y tan sólo le costó una pocas audiciones empezar a conseguir papeles en series de televisión como Malcolm in the Middle. En 2007 le dieron un papel en Superbad, y a partir de ahí todos los éxitos le vinieron rodados: se ha convertido en una de las actrices de su generación con más proyección en Hollywood.

Afirma no tener que haber aceptado papeles que no le sedujeran para sobrevivir en este brutal negocio. No muchos actores pueden decir lo mismo. Precisamente, su último filme -La La Land- trata de dos personajes persiguiendo sus sueños en la ciudad del oropel: la pasión de él es revivir el jazz a toda costa y la de ella conseguir el papel que la saque de servir cafés.

El filme ya lleva una carrera meteórica en lo que a premios se refiere. Emma fue la ganadora de la Copa Volpi en el pasado festival de Venecia, la asociación de críticos de Nueva York le ha dado a La La Land el premio a la mejor película del año. También ha conseguido ser el filme más premiado en la historia de los Globos de Oro, con un total de siete galardones. La película es un musical a la antigua usanza, siguiendo los cánones de la época dorada hollywoodiense pero con una temática contemporánea que parece estar embelesando tanto a la crítica como al público a partes iguales. Está dirigida por Damien Chazelle, director de la galardonada Whiplash (2014).

Es interesante traer un estilo de musical que no se hacía hace mucho tiempo. ¿Fue eso lo que le llamó la atención del proyecto?

En parte sí, es un estilo muy años cincuenta, pero a la vez me gustó que es una historia muy contemporánea. Yo siempre he sido muy fan de los musicales, fui a ver muchos a Broadway, incluyendo Cabaret, que acabé haciendo el año pasado y fue un sueño hecho realidad. Respecto a películas siempre he sido fan de pequeña de Sonrisas y Lágrimas, El Mago de Oz y Grease y luego ya, de más mayor, me aficioné a Cantando Bajo La Lluvia y Un Americano en Paris.

¿Considera que en ocasiones los musicales no son tan valorados como otros géneros?

Cierto, por alguna razón la gente se piensa que son más fáciles de hacer, al igual que la comedia, y es un concepto totalmente equivocado. Ambos géneros requieren mucho esfuerzo y preparación.

¿Cuándo decidió mudarte a Los Angeles para dedicarte a la actuación?, ¿Ve alguna similitud con tu personaje en el filme?

Me mudé a Los Angeles con quince años y estuve haciendo castings durante casi tres con alguna que otra aparición con papeles pequeños en series de televisión, hasta que con diecisiete años me cogieron para Superbad. Mi personaje en La La Land es muy diferente porque es más mayor y lleva seis años en LA sin conseguir nada, trabajando en la cafetería de un estudio de cine, viendo a los actores diariamente y sintiendo la frustración de no conseguirlo. Sus amigos de la infancia están ya teniendo relativo éxito en sus carreras y planteándose tener hijos y ella ve en ocasiones que no va a conseguir su sueño de ser actriz.

¿Ha tenido cástings raros o similares a los que su personaje tiene en el filme?

Sin duda, me sentí muy identificada en las escenas donde estoy haciendo cástings. He tenido algunos surrealistas.

Imagino que la sensación de continuo rechazo tras hacer los castings debe ser dura.

Lo es, y tras ser rechazada te sientes mal y te apetece dejarlo todo, pero tienes una vocecilla que te sigue animando a seguir hacia delante. Seamos serios, como actores no estamos salvando la vida a nadie, uno se tiene que acostumbrar a estas cosas, es parte del oficio y lo que hay que hacer es seguir adelante y no hacer un drama.

En el filme los personajes tienen una relación de amor muy buena pero entran en conflicto los sueños personales de cada uno. ¿Cree que en la vida real siempre hay que sacrificar una cosa o la otra?

Yo sinceramente en mi caso no he tenido que sacrificar nada, eso no quiere decir que haya gente que lo haga o se vea obligada a hacerlo pero a mí, afortunadamente, no me ha ocurrido.

Imagino que leería la noticia de Bertolucci y Marlon Brando sobre la escena que planearon minutos antes del rodaje sin avisar a Maria Schneider.

Sí, y es algo bochornoso. Como actriz y como mujer me parece horrible que se pueda ser vejado de esa manera. Que te obliguen a hacer algo en contra de tu voluntad es inaudito y no tiene ningún tipo de justificación. Lo más triste de todo esto es que es algo que se repite demasiado a menudo. Hay muchas actrices que han contado cosas similares. Es algo que no se debería permitir, ni en el cine ni en ningún otro lugar.

¿Cree que llegaremos en algún momento a una total igualdad entre hombres y mujeres?

Espero que pronto podamos llegar a ser completamente iguales. Hay aún mucho por hacer. No te sabría decir exactamente cuando eso va a pasar. Tenemos que seguir luchando para que eso ocurra. Estaría encantada de que fuera en el 2017.

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