
Belén Rueda. Gtres
Los espléndidos 60 años de Belén Rueda: una vida de cine marcada por la muerte de su hija de 11 meses y un ictus
Es una de las actrices más laureadas y elegantes del país. Su vida personal y sentimental es igual de exitosa e interesante. En EL ESPAÑOL la analizamos.
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En cualquier alfombra roja de corte cinematográfico, Belén Rueda (60 años) suele ser la única que aporta esa dosis de glamour y elegancia tan necesaria en tiempos convulsos. A excepción de Nieves Álvarez (50), pero ésta no pertenece al gremio. Hasta llegar a su estatus de estrella made in Spain, el camino de la madrileña ha sido largo, pero firme.
Nacida en Madrid, su hermano mayor se llama Alfonso y la pequeña, Chus, que al padecer asma motivó que la familia tuviera que trasladarse a Alicante cuando Belén tenía 5 años. Ahí empezó su historia de amor con el mar que tanta suerte le traería en lo profesional, ya que se estrenó como actriz cinematográfica con Mar Adentro (2004), del oscarizado Alejandro Amenábar (52).
Como de pequeña le encantaba trepar las rocas del Cabo de las Huertas junto a su pandilla, solía ponerse las gafas de bucear para ver las estrellas y los pulpos que aún podían verse en el fondo del agua. Con el paso de los años han hecho una playa que a veces ha visitado con sus hijas. Otro de sus lugares favoritos eran los Baños de la Reina en Campello.

Belén Rueda en los Goya 2025. GTRES
Paralelamente a sus estudios reglamentarios, tanto ella como su hermana tienen la formación de Danza Clásica Española, no en vano, su madre, Belén, era profesora de ballet. Su padre, Alfonso, era ingeniero de caminos, por lo que los Cuesta tenían una situación económica bastante desahogada. Una vez terminó COU decidió instalarse en casa de una de sus tías en Madrid para estudiar Arquitectura.
Contra todo pronóstico, mientras estudiaba segundo año de carrera se enamoró tan tontamente de un italiano llamado Massimo que finalmente se casaron en 1984 y se mudaron a Italia. Es una relación de la que Belén prefiere no hablar y nunca ha dado detalles sobre cómo transcurrió todo aquel enamoramiento que terminó dos años después con el divorcio. La actriz siempre ha tenido muy claro que de su vida privada no quiere hablar y prefiere que se la conozca por su impecable trayectoria.
A su regreso a la capital española no le quedó más remedio que buscarse las habichuelas, así que empezó a trabajar como vendedora de pisos al tiempo que se apuntó a una agencia casting y publicidad porque su sueño era entrar en el mundo del espectáculo. No tardó en volver a enamorarse, ya que en 1990 conoció a un joven llamado Daniel Écija (62), que unos años después cofundaría la productora Globomedia junto a Emilio Aragón (65), José María Irisarri y Luis Fernández-Vega.
En declaraciones a El Diario Vasco, el productor comentó que "cuando me casé con Belén ella vendía pisos. Había estudiado Arquitectura y vino a hacer una cosa minúscula a televisión, no tenía aparentemente vocación audiovisual. Empezamos a dar nuestros primeros pasos como pareja, y después llegó todo". Sin embargo, esta cita es incorrecta ya que cuando se casaron ella ya había debutado con éxito como presentadora. De hecho, los datos que se dan por válidos es que se conocieron mientras Écija dirigía VIP Noche.
Belén no tuvo que esperar demasiado a que el teléfono sonara desde su agencia ya que la contrataron en 1990 como azafata del programa VIP Noche (Telecinco) que al principio presentó José Luis Moreno (77). Pocos meses después ascendería como copresentadora del programa de variedades junto a Emilio Aragón, que no tardó en vislumbrar el potencial de su compañera como actriz.

La actriz en un evento en Madrid en 2023. GTRES
Luego vendrían otros programas como Telecupón, Tele 5, ¿dígame?, La ruleta de la fortuna o En directo contigo. A Emilio Aragón la intuición no suele fallarle, por lo que no tardó en ofrecerle un papel corto en Médico de familia (1997) que con sus audiencias millonarias Belén no tardaría en alcanzar aún mucha más popularidad.
Mientras daba pasos firmes en la pequeña pantalla, Belén también iba afianzando su relación con Daniel, con quien se 'casó' por primera vez en 1993. No lo pudieron hacer de manera oficial debido a que no llegaron a tiempo unos documentos relativos a su anterior matrimonio, pero aún así la pareja celebró su amor con sus seres queridos y se dieron de luna de miel. En 1994 la pareja dio la bienvenida a su primera hija, Belén, que en otoño del año pasado anunció a través de las redes sociales su compromiso con el asesor financiero Jaime Sánchez.
La joven dejó su grado de Comunicación Audiovisual para seguir los pasos maternos, por lo que se matriculó en clases de interpretación en Estudio Corazza. En 2020 consiguió intervenir en la serie La valla y ese mismo año rodó con su progenitora Madres. Amor y vida. Belén Rueda está permanentemente emocionada con los preparativos del enlace de su primogénita al que asistirán entre 100 y 400 personas, según ha detallado la joven.
El momento más duro del matrimonio Écija-Rueda llegó en mayo de 1997 con el fallecimiento de su segunda hija, María, con tan solo once meses. La bebé nació con una cardiopatía por la que fue operada en diferentes ocasiones en el Hospital de La Paz, sumiendo en una profunda tristeza a sus progenitores. La actriz recordó a través de una carta publicada en un medio nacional los sentimientos vividos en el transcurso de la lucha por la supervivencia. "Allí (hospital), la esperanza, la fe, se escriben con mayúsculas; se vive en el día a día, con cosas muy pequeñas. Por ejemplo, porque después de las operaciones les cuesta mucho comer; les pesan todos los días, y si un día llegabas al hospital y te decían que había engordado 200 gramos, hacíamos una fiesta. Una situación así hace que vivas muy intensamente logros que para los niños normales son algo natural, y valoras situaciones, cosas y gente que se te cruzan en la vida mucho más que si no te ha pasado nada".
Llevar el luto fue indescriptiblemente doloroso. Belén confió en que refugiarse en su trabajo le ayudaría a sobrellevar la pena, por lo que en cuanto le ofrecieron el papel de la fotógrafa Clara Nadal en la serie Periodistas (1998-2022) no se pudo negar. En 1998 nació su tercera y última hija, Lucía, que se ha decantado por seguir el camino paterno llegando a trabajar en varias series creadas por Écija como Cristo y Rey o 4 Estrellas.

La actriz dando un paseo junto a una de sus mascotas. GTRES
La otra serie que marcó la trayectoria televisiva de Belén fue Los Serrano (2003-2008), convertida en uno de los clásicos de la pequeña pantalla. Por fin, Belén y Daniel pudieron casarse por lo civil en 2003, pero lo suyo no duró ya que un año después se produjo la separación de manera civilizada.
Como decíamos, la actriz siempre ha destacado por su afán por proteger su vida privada, por lo que nunca llegó a confirmar si Eduard Bonilla, José Luis García Pérez, Roger Vincent o Francis Malfatto le llegaron a robar el corazón en algún momento. Por los reportajes que salieron publicados a lo largo de los años era evidente que la madrileña estaba saboreando la felicidad.
La separación de Écija coincidió con su debut actoral en Mar adentro (2004), por la que ganó el Goya a la mejor intérprete revelación. Se dijo que durante el rodaje tuvo una relación con Javier Bardem, pero ninguno llegó a confirmarlo. Convertida en la actriz fetiche de Amenábar, se atrevió a protagonizar El Orfanato (2007) con un papel de tal intensidad dramática que hasta la mismísima Julia Roberts le escribió una carta manuscrita para alabar su trabajo ya que ella no se consideró lo suficientemente audaz como para protagonizar el remake americano.
Por su parte, el prestigioso productor rehizo su vida con la modelo Vanesa Lorenzo (48) quien, tras la ruptura, empezó una relación con el futbolista del Barça Carles Puyol (46), con quien tiene una hija, Manuela. En 2016, Daniel se casó con Veronik Mendes.
Hacia 2018 nuestra querida actriz sufrió un gran susto relacionado con su salud del que no habló hasta pasados cinco años por miedo. Gracias a su hermana se libró de una buena. Tal y como ha relatado en varias ocasiones, "pensé que era una lipotimia, que te da un mareo y pierdes el conocimiento durante un tiempo muy corto. Pero mi hermana vino y llamó a la ambulancia (...) Entonces vino la ambulancia y me llevaron al hospital. Y fue un ictus transitorio. Me pegué un buen susto y me dijeron que era por estrés".
Lo más llamativo fue lo que contó en el programa Col.lapse de TV3 cuando desveló que este episodio "no lo conté, solo a las personas más cercanas, porque piensas que si lo dices quedas inhabilitada para muchas cosas que no son ciertas, ya sean a nivel laboral o en tu vida, de movimientos, de viajar, de coger tu propio coche... Se suele esconder porque la gente te mira diferente, te mira como con pena o como que ya no eres capaz de hacer lo que estabas haciendo antes".
Uno de los mayores placeres de la veterana intérprete es viajar a Nueva York cada año donde alquila una bicicleta para perderse por las intrincadas calles del sur de Manhattan. En Madrid, siempre que puede, le encanta coger el coche, poner música a toda pastilla y conducir kilómetros y kilómetros hasta mitigar el estrés. Y cuando su agenda lo permite, lo que más valora son esas pequeñas veladas con sus hijas en casa hablando de lo humano y lo divino.