
Esperanza Aguirre junto al palacete de su suegra, en un montaje de JALEOS.
El palacete asturiano de la suegra de Esperanza Aguirre por fin consigue comprador tras casi cinco años en venta
Salió al mercado inmobiliario en 2020, dos años después de la muerte de Beatriz Valdés y Ozores por 980.000 euros.
Más información: La 'pesadilla' inmobiliaria de la familia de Esperanza Aguirre: el palacio de su suegra sigue sin comprador
La Casona de la Marquesa de Casa Valdés, el palacio asturiano de la que fuera suegra de Esperanza Aguirre (73 años), ha encontrado comprador. Salió al mercado a finales de 2020 y aunque redujo su precio en varias ocasiones, ha sido ahora, cinco años después, cuando se ha efectuado su venta.
A finales de 2020, casi dos años después de la muerte de Beatriz Valdés y Ozores, la familia sacó al mercado inmobiliario la emblemática villa por 980.000 euros, pero finalmente se ha vendido por 750.000 euros, tal y como adelanta La Voz de Avilés. Esta fue la última cifra fijada por la familia en junio de 2024, como comprobó EL ESPAÑOL el pasado julio.
Los herederos de la marquesa, entre ellos Fernando Ramírez de Haro (75), marido de la expresidenta de la Comunidad de Madrid, redujeron el precio considerablemente en cuestión de meses. En marzo de 2024, este periódico publicó que querían una cantidad de 798.000 euros. Es decir, 48.000 euros más que la cifra final.

La fachada del palacete de la suegra de Esperanza Aguirre. Idealista
Este anterior cambio en el precio no hacía más que confirmar el interés que tenían los herederos de Beatriz Valdés y Ozores en vender la propiedad. Cabe destacar que sólo unos meses después de su salida al mercado inmobiliario, ante la falta de comprador, rebajaron la cantidad a 950.000 euros. Semanas más tarde, se llevó a cabo una nueva y drástica reducción, alcanzando los 899.000 euros. En aquella ocasión informaron a este medio que no se volvería a modificar la cifra, pues la propiedad requiere de una importante inversión para su mantenimiento.
"Se mantendrá así cueste lo que cueste encontrar un comprador. No quieren entrar en negociaciones a la baja, de momento", deslizaron a este periódico en mayo de 2022. Sin embargo, un año después, la cifra volvió a reducirse. La misma situación se produjo en el primer trimestre de este 2024 y meses después, en pleno verano.
La Casona de la Marquesa de Casa Valdés se encuentra en la localidad asturiana de Pravia. En concreto, en el centro de la ciudad y a escasos metros del Ayuntamiento. Éste, de hecho, es uno de sus mayores atractivos. Se encuentra a 15 minutos de Avilés y a media hora de Gijón y Oviedo. Además, a 10 minutos de las playas de Aguilar o los Quebrantos, a 15 minutos de Cudillero y todas sus playas.
El palacete fue reedificado en el siglo XVIII y está dividido en tres plantas. Cuenta con 690 metros cuadrados que se erigen sobre una parcela de 1.780 metros cuadrados. Tiene alrededor de 40 habitaciones que se reparten en 11 dormitorios, nueve baños, dos cocinas, cinco salones y un comedor. Además de dos patios interiores, una torre, un mirador y el garaje. El palacete también tiene dos antiguas caballerizas, una capilla y dos edificaciones anexas.

Diferentes espacios del palacete de la suegra de Esperanza Aguirre. Idealista
En lo que a decoración se refiere, sigue una línea clásica y palaciega, propia de épocas pasadas. Sus estancias las componen muebles antiguos y techos decorados con molduras pintadas. Destacan, además, las escaleras de mármol, las paredes con frescos en el salón y los originales suelos de castaño de hasta medio metro de ancho.
Una propiedad con "particulares características", según confirmaban en la inmobiliaria en la que se ofrecía por 750.000 euros. "Recomendamos, además de ver las fotos de las que disponemos, concertar visita, pues es una propiedad tan singular merece la pena visitarla", indicaban.
La vivienda es de especial valor, No sólo en lo económico, sino también en lo sentimental. Tanto para los descendientes de la marquesa como para Esperanza Aguirre. Fue en este palacete donde la expolítica y su esposo disfrutaron de varios periodos estivales, ya que a la difunta marquesa le gustaba reunir a los suyos en vacaciones.