El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (48 años), se encuentra en estos momentos disfrutando de sus vacaciones estivales. Tras un año durísimo marcado principalmente por la pugna para formar Gobierno, la histórica crisis sanitaria provocada por el coronavirus y la marcha de España del rey Juan Carlos (82), el líder del Ejecutivo se ha tomado unas semanas de asueto y lo ha hecho en compañía de su esposa, Begoña Gómez (45), y sus dos hijas, Ainhoa (15) y Carlota (13). Por supuesto junto a ellos también se encuentra su perra Turca

La Mareta vista desde Google Earth.

Pedro Sánchez ha elegido como lugar de vacaciones la isla de Lanzarote. Y para pernoctar, ha decidido instalarse en la Residencia Real de La Mareta, un palacio que Patrimonio Nacional posee en el municipio de Teguise de la citada ínsula. La familia Sánchez Gómez permanecerá allí hasta el martes 11 de agosto. Cabe destacar que Begoña Gómez y sus dos hijas no han sacrificado sus tradicionales días de desconexión en el lugar al que han ido siempre, Mojácar -Almería-, donde han pasado las últimas semanas. 

El palacio de La Mareta fue un cesión que el rey Hussein de Jordanía hizo al entonces rey Juan Carlos en el año 1989. Como el jefe del Estado español no puede aceptar regalos, las instalaciones pasaron a formar parte de Patrimonio Nacional.

Esta residencia, maldita para muchos por algunos sucesos que han tenido lugar en ella, fue mandada a construir a finales de los años 70 por el soberano de Jordania. Pese a ello, nunca la disfrutó. Cuando este impresionante recinto pasó a manos de Juan Caros I, empezaron a hospedarse otros jefes de Estado y representantes de casas reales de todo el mundo. 

Pedro Sánchez llegando a La Mareta. EFE

Pedro Sánchez, Begoña Gómez y sus dos hijas están alojados en el edificio principal, distribuido en dos habitaciones con terraza, dos baños, varias zonas de descanso y piscina privada. La familia presidencial está disfrutando en estos instantes de un lugar que ha sido muy importante por diversos motivos para la Familia Real española.

Tras la muerte del conde de Barcelona, padre del rey emérito, en 1993, el núcleo duro de la familia, con doña María de las Mercedes a la cabeza, encontró allí su refugio particular.

En el año 2000, el clan Borbón al completo celebró la llegada del año nuevo: los reyes Juan Carlos y Sofía, las infantas Elena (56) y Cristina (55) con sus respectivos maridos y sus primogénitos, Felipe de Marichalar (21) y Juan Valentín Urdangarin (20), el entonces príncipe Felipe (52), las hermanas de Juan Carlos, Pilar y Margarita de Borbón (81), con sus familias y la hermana de la reina Sofía, Irene de Grecia (78). Junto a ellos, también doña María de las Mercedes, la madre del rey Juan Carlos.

Desafortunadamente, tan solo dos días después de aquella feliz y dichosa reunión familiar con todos los miembros de la dinastía, doña María fallecía, el 2 de enero, tras sufrir una parada cardiorrespiratoria. Los vecinos de Teguise aún recuerdan el coche fúnebre saliendo de La Mareta.

Los entonces príncipes de Asturias en La Mareta. Año 2005. Gtres

Aquel durísimo momento para la familia que representa a la primera institución del país no hizo más que reforzar sus lazos con esta espectacular casona, remodelada por el artista local César Manrique. Este pintor y escultor fue el encargado de otorgarle el sello de propio de la arquitectura de Lanzarote: escasa altura y fachadas blancas con puertas y ventanas verdes.

Tan solo dos meses después de que la entonces princesa de Asturias, Letizia Ortiz (47), diera a luz a su primogénita, Leonor de Borbón (14), los príncipes pusieron rumbo a La Mareta para pasar allí sus vacaciones de Navidad del año 2005. En noviembre de ese mismo año, los actuales reyes eméritos se alojaron en el palacio durante su visita a las islas de Lanzarote, Gran Canaria y Tenerife. 

[Más información: Begoña Gómez agota todas las existencias de este vestido de más de 500 euros]

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