Después de 25 años en el mundo mediático, Belén Esteban (46 años) sigue reinventándose y sabiendo sacar la mayor rentabilidad posible a su nombre. Esta misma semana la colaboradora de Sálvame anunciaba en sus redes sociales su nuevo proyecto: la venta de piezas de decoración para el hogar.

La noticia ha sido una gran sorpresa para sus seguidores que ya han podido descubrir cuál es el primer producto que ofrece la página web creada para tal efecto. Tres velas aromáticas son lo que de momento se puede adquirir en la tienda online de Belén Esteban.

La idea es que poco a poco, y sobre todo tras ver la acogida que tengan estas primera piezas, ir lanzando una gama más amplia de productos y opciones de decoración para diferentes estancias. Pero no ha sido fácil. Con la primera propuesta de las velas ya surgieron los primeros problemas logísticos a los que tuvieron que enfrentarse los cabeza de negocio.

Uno de ellos es Marc Florensa, director de Cuentas de una agencia de representación de famosos especializada en Comunicación Digital, que ha gestado esta nueva aventura junto a la colaboradora. JALEOS se ha puesto en contacto con el responsable para conocer cómo se puso en marcha la idea y qué obstáculos han encontrado en el camino.

"Su lanzamiento estaba previsto para mucho antes de Navidad, pero tuvimos problemas con la aduana. Nos bloquearon los productos durante mucho tiempo", desvela Florensa. "Belén ha estado muy preocupada porque sus productos no llegaban, y tras ver que se había empleado tanto tiempo de trabajo e interés temía que nunca llegara el momento de hacerlo realidad. Pero al final se ha podido llevar a cabo con éxito", se detalla a este medio.

Ese revés ralentizó los plazos, que se estaban cumpliendo escrupulosamente desde meses antes: "La sesión de fotos con Belén posando con las velas se hizo en noviembre y desde mucho antes, desde el mes de abril, ya teníamos los productos listos".

En ese sentido, una vez listos para el lanzamiento se produjeron los preparativos previos como una sesión de fotos en la que quedó patente la calidad de los productos. Así cuentan la anécdota a este periódico:  "Las fotos se hicieron en el Hotel Axel de Madrid. El propio director del hotel se sorprendió de lo mucho y muy bien que olían las velas desde lejos, solo llevábamos seis y la estancia de más de cien metros cuadrados olía muchísimo".

Detalle de las velas de Belén Esteban.

Olor, textura y ecologismo. Lo que más enorgullece al equipo de Esteban es que se ha conseguido demostrar esa oferta de calidad que tanto buscaban: "Se han puesto en contacto con nosotros empresas especializadas en velas y decoración de lujo, hasta el punto de que nos han dicho: 'Nunca creí que llamaría para interesarme por un producto que vende Belén Esteban'. Así se constata que estamos haciendo las cosas bien", narra Marc Florensa.

Pero en todo este proceso Belén no es solo el rostro afamado que ofrece la repercusión necesaria para aumentar las ventas, la colaboradora se ha implicado completamente en el diseño exterior de las velas: "Ella ha escogido cómo quería que fuera el logo, los olores, los colores, el tamaño y las formas".

No obstante, sorprende que la de Paracuellos no haya querido promocionar de manera potente este proyecto -al menos de momento. Se mantiene en un segundo plano con apenas un par de publicaciones en sus redes sociales personales y ni siquiera ha hecho mención a sus productos en las diversas declaraciones en revistas o en sus apariciones televisivas, cosa que podría haber aprovechado.

Según cuenta Florensa: "Belén lo está gestionando todo de forma muy parecida a Tamara Falcó (38). La hija de Preysler diferencia muy bien su faceta de personaje de la de diseñadora o empresaria. Casi no habla en los medios a los que está constantemente expuesta sobre su trabajo en el taller, y Belén lo está haciendo igual".

Críticas por el alto precio

Dos de las tres velas disponibles para su compra tienen un precio individual de 39 euros, y la tercera, de un tamaño más pequeño, cuesta 35 euros. "La gente está diciendo que son caras, pero lo que son es súper buenas, de alta calidad. Son ecológicas, con aromas naturales de larga duración, con envase y tapa de cristal de diseño...", explica uno de los gestores de la idea.

Pero todo se debe a una estrategia comercial: "Se ha querido lanzar primero un producto más caro para ver cómo reaccionan los consumidores y captar a un sector de un poder adquisitivo más alto o estable para luego asegurarnos el colchón con el resto de productos que lanzaremos".

Imagen de las tres velas que oferta la web de Belén Esteban.

Es por eso que desde el equipo justifican su coste. No obstante, están obsesionados con crear un producto "de alta calidad", pero siempre ajustando el precio al máximo: "Belén siempre que le proponemos hacer algo con su nombre siempre insiste en lo mismo: 'Ajustad el precio por favor, ajustad, ajustad', repite. Sabe que su público y sus seguidores tienen un nivel adquisitivo medio o sencillo y no quiere salirse de esa imagen pensada para los bolsillos más humildes", puntualizan.

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