Diego Matamoros y su expareja Tanit Grande han acudido esta mañana a los Juzgados de Pozuelo después de que el hijo del colaborador de Sálvame fuera detenido la madrugada del domingo por presuntos malos tratos hacia la que fue su novia. Ambos con gafas de sol y rostro serio aparecían ante la prensa que se reunía a la puerta de los tribunales y ambos se mostraban seguros de su verdad.

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"Los hechos no han sido como se han relatado. Había testigos que lo pueden demostrar", explicaba a su llegada el hermano de Laura M. Flores en contra de las declaraciones hechas por Tanit a la policía. La mujer contó en comisaría que Diego no paraba de llamarla y que aprovechó el hecho de que su actual pareja no se encontraba este sábado con ella porque estaba de viaje para aparecer frente a su domicilio donde ocurrieron los hechos denunciados. Y es que Grande le acusa de haberle proferido varias amenazas y haberle dado un puñetazo en la cara que le partió el labio.

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El joven fue detenido y llevado a dependencias policiales, donde pasó apenas 24 horas detenido. "Estoy hecho polvo porque esto es una losa muy difícil de quitar después", ha contado Diego frente a la puerta de los Juzgados. Aunque, por otra parte, también ha querido expresar su calma por la existencia de unos testigos que declararán a su favor y porque "tiene el apoyo de su padre, además del de su madre y de toda la gente que confía en mí". Sin embargo, este mismo lunes Kiko Matamoros no se mostraba tan al lado de su hijo como el propio Diego ha afirmado esta mañana. "Cuando mis hijos hagan algo mal, está claro que seré el primero en decirlo", decía el colaborador en Sálvame. 

Por su parte, Tanit no ha querido dar declaraciones a su llegada a la cita en Pozuelo de Alarcón. La joven es madre de una niña de 2 años, fruto de su relación con Diego. Actualmente comparte su vida con su novio Manolo, quien la ha acompañado a los Juzgados y ha estado al lado de su chica en todo momento.