C. Tangana (30 años) acaba de convertirse en el primer artista español que participa en algo tan poco conocido aquí como es una tiny desk. Una sesión en la que se graban cuatro o cinco singles de un mismo artista y que, en el caso del madrileño, ha contado con compañeros de profesión como Antonio Carmona (55), Kiko Veneno (69) y La Húngara (41) para ese proyecto emitido por la emisora de radio estadounidense NPR. Algo que, ni siquiera Rosalía (27), que ya tiene su hueco hecho al otro lado del océano, ha realizado hasta la fecha.

En los cuatro temas elegidos por el artista, aparecen -además de los mencionados cantantes-, varias mujeres que tienen algo más en común que el haber formado parte de un formato prácticamente desconocido en España: llevan prendas de ropa de la tienda Alto Copete, un proyecto puesto en marcha por las hermanas gemelas Laura y Marta Torrent, ambas licenciadas en Bellas Artes y en Diseño de Moda, en plena pandemia. El mismo que trata de dar una segunda vida a prendas vintage o de marca para las que las tendencias hayan decidido que deben quedarse en un rincón en el armario.

EL ESTILO ha contactado con ellas, quienes, mediante una divertida charla telefónica, explican cómo surgió esta oportunidad para ellas, pero también de cuál es el espíritu de ese negocio que pusieron en marcha, a pesar de la pandemia, o a qué otros artistas les gustaría ofrecer su ropa para extender el tipo de moda que promueven.

¿Cómo surge esta colaboración con C. Tangana?

Lo cierto es que nosotras no hemos trabajado mano a mano con él. Hace un tiempo, nos pusimos en contacto, a través de Instagram, con su estilista, Carla Paucar, y con su pareja, Álex Turrión. Ellos son amantes de la ropa vintage, de segunda mano... Les gusta la moda sostenible y empezamos a hacer colaboraciones editoriales con ellos. Hace como dos o tres semanas, Carla nos comentó que iba a realizar un proyecto con algunos artistas del mundo del flamenco. Estuvimos encantadas de que contara con nosotras, que venimos de Jerez y el flamenco lo hemos vivido desde pequeñas. Nos dio algunas pinceladas, pero el tema de los artistas que iban a participar lo llevaba en secreto. Simplemente, nos pasó unas nociones de los estilismos que querían para este proyecto. Querían un rollo muy de los 2000, que es lo que se lleva ahora en el mundo de la moda, que fuese muy colorida, de estilo ecléctico. Hicimos fotos a la ropa, eligió y le hicimos el envío para que realizaran los estilismos, pero sin saber quién iba a llevar las prendas.

Era ropa de mujer, principalmente, ¿no?

Sí, vestimos a las mujeres de esa tiny desk. A la mayoría de las chicas, quitando su madre y su tía, que son las dos señoras que aparecen a su lado. Las que llevan nuestras prendas son las hijas de Antonio Carmona, Fernanda y Marina; su mujer, Mariola Orellana, que lleva una camisa nuestra; y otras dos chicas que llevan camisas nuestras. 

Esto va a suponer un muy buen escaparate para vuestra imagen, para la marca.

Totalmente. Estamos muy contentas y agradecemos muchísimo a Carla y a Álex que hayan contado con nosotras, que además las niñas estaban ideales.

Una de las primeras fotos que compartieron en su perfil de Instagram la pasada primavera. Instagram.

Si tuvieran que pensar en otro artista para que usara sus prendas, ¿a quién escogerían?

Nos gusta muchísimo a música y estaríamos abiertas a que las llevara cualquier artista. Sobre todo si tiene esa alegría que tiene C. Tangana. Nos encanta, por ejemplo Nathy Peluso, porque es una chica curvilínea y explosiva y apuesta mucho por marcas que están empezando. Y el rollazo que tiene, nos tiene enamoradas.

¿Hacia qué tipo de público se dirigen ustedes con su negocio?

Cuando decidimos emprender con la marca fue justo antes de la pandemia, y la queríamos enfocar hacia moda de eventos, con ese toque vintage y sostenible. La mayoría de la ropa que recopilamos es de firmas: Versace, Prada, Galliano, Lacroix... Al final, como el tema de los eventos está muy restringido, hemos tirado más por el tema vintage que, además, también en el prêt-à-porter tienen muy buena calidad. 

Varias de las prendas 'vintage' de marca que ofrece Alto Copete. Instagram.

¿Cómo definirían el espíritu de la marca?

Pensamos que ya hay muchas cosas producidas en el mundo de la moda y que hay que darle una segunda vida a todas las prendas maravillosas que nos han dejado las décadas pasadas y que son tan actuales. Porque cualquier camisa de los años 20 o de los 60, en tu look, te puede dar un aire innovador y exclusivo. Y ese es otro punto clave: buscamos que nuestras clientas tengan una prenda exclusiva, de una firma conocida que, a lo mejor, de primera mano no te lo puedes permitir.

¿Cómo se han encontrado el panorama de la moda cuando han entrado en él de lleno? Porque comentaban que se lanzaron al mercado en plena pandemia

El panorama no está apetecible (risas). Está fatal. Pero nosotras llevábamos muchos años consumiendo ropa vintage, porque nos encanta, y decidimos hacerlo. Se nos ocurrió la idea en septiembre de 2019, porque tenemos nuestro trabajo aparte, pero creativamente necesitábamos como desfogarnos. Al principio, pensamos en construir desde cero, pero con todo el tema de sostenibilidad, con el que estamos muy concienciadas, seguir produciendo nos parecía que estaba de más. Con toda la ropa que hay, queríamos ofrecerle al público la mejor opción. Ahora que es una época mala para la venta, lo que estamos haciendo es recolectándolo y llevando a cabo una labor de marketing, moviéndolo mucho en redes. Nuestra vía de mayor difusión es Instagram.

Las hermanas Torrent con el estilo de ropa de segunda mano que les llevó a lanzar la marca. Cedida.

¿Y cómo es ese trabajo de expandir la marca por redes?

Contactamos con influencers y microinfluencers, como Carla. Ahí es donde nos estamos abriendo a la gente, para convencerles de que tienen que consumir más ropa vintage. Por eso el trabajo de Carla, a la que le gusta este tipo de prendas, es muy importante para nosotras: va metiéndolas en sus editoriales y poniéndolas en revistas para que el público lo vaya adquiriendo como algo normal. En Europa está muy establecido, pero en España, salvo en Madrid y Barcelona, que son ciudades más europeas, la gente no se viste vintage y de segunda mano.

Para terminar, ¿cómo escogieron el nombre?

Al final lo decidieron más nuestros amigos que nosotras, que les pasamos una lista con nombres para que nos ayudaran a escoger. Alto Copete es una expresión muy española. En la época de Versalles, las mujeres, cuando iban a los bailes de salón, se ponían esos moños que tanto se llevaban y que se llamaban copetes. Y cuanto más alto era el copete, de una clase social más alta era. En Andalucía, cuando te arreglas mucho, se dice: "Vas de alto copete". Nos hace mucha gracia y es una expresión que, además, nosotras usamos mucho. 

[Más información: C. Tangana impacta en la industria de la moda con 'El Madrileño': desvelamos sus prendas más demandadas]

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