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    Un exfoliante suave.

    Lo habrás oído mil veces pero una buena exfoliación antes de la exposición solar es fundamental para eliminar las células muertas y que la capa más superficial de la piel reciba los rayos del sol totalmente limpia. Te recomendamos que te centres en aquellos elaborados con ingredientes naturales, como en este de Kiehl’s, con miel natural y proteína de soja. Utilízalo una vez a la semana, bajo la ducha, para potenciar aún más el bronceado. Ver este producto de belleza aquí.
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    Un aceite corporal.

    Además de la exfoliación, clave antes y durante la exposición solar, es muy importante nutrir la piel en profundidad cuando se ha sometido a los rayos UVA. De ahí que un aceite en seco, como este de Lancaster, con efecto after sun, sea la mejor opción para reparar los posibles daños ocasionados en tu piel. Además, viene en formato spray, con lo que no te dará pereza usarlo. Ver este producto de belleza aquí.
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    Un ligero 'afer sun'.

     Y como lo que queremos es la máxima comodidad, sumar en tu neceser un gel con protección solar que, además, es antiedad es una elección más que acertada. Con este de Filorga, conseguirás un ritual solar completo a base de suaves aceites tan reparadores como el de argán o el de almendras. Se trata de reparar, no de dañar. Ver este producto de belleza aquí.
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    Una buena crema hidratante.

    Y cuenta con ella todo el año, no solo durante el verano. Una buena hidratación es siempre la clave del éxito. Porque una piel bonita es sinónimo de una piel sana. Esta de Clinique tiene una textura ligera, perfecta para esta época, con unas propiedades que luchan contra la descamación. Ver este producto de belleza aquí.
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    La inestimable ayuda del autobronceador.

    Por qué no, también podemos echar mano de la cosmética, no solo para nutrir y reparar, sino para que nos dé un empujón de color. Busca uno como este de Clinique, con el que se consigue un efecto muy luminoso, pero con un aspecto siempre natural gracias a que ha eliminado de su composición todo tipo de aceites. Ver este producto de belleza aquí.
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    El antes y el después con nutricosmética.

    Y como ayuda extra, la nutricosmética es algo que, cada vez, está más en alza. Cápsulas que te ayudan a preparar la piel de cara a la exposición solar, sobre todo de aquellas que son muy sensibles, para conseguir un bronceado más uniforme y estar siempre protegida. Además, con estas de Heliocare, estarás enriqueciendo tu piel con vitamina D. Ver este producto de belleza aquí. 
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    Y el brillo final de unos polvos de sol.

    El toque final y que marcará la diferencia será potenciar tu bronceado con unos ligeros toques de polvos de sol, como estos de Guerlain, que aportan luminosidad –al estar enriquecidos con vitaminas- y un dorado único. Con ellos las palabras buena cara cobran todo su sentido. Y si es protegiéndote de los radicales libres y de la contaminación, se convierte en el maquillaje perfecto del verano. Ver este producto de belleza aquí.