Evan Rachel Wood (31 años), conocida por su papel protagonista en Westworld interpretando a Dolores, ha relatado en un ensayo publicado en la revista Nylon los problemas psicológicos que padeció tras sufrir una relación abusiva y repleta de malos tratos

La estrella revela que cuando tenía 22 años atravesaba una situación complicada, hasta el punto de una tener pensamientos suicidas una noche. La actriz, asustada por estos sentimientos, llamó a su madre y le pidió ayuda. 

"Cuando tenía 22 años, me registré voluntariamente en un hospital psiquiátrico y no me avergüenzo por eso...", escribió Wood en la publicación. "Sin pensar, descolgué el teléfono [...] '¿Mamá? Soy yo. Intenté suicidarme. Necesito ir a un hospital'". 

Evan Rachel Wood en una imagen de archivo. Gtres.

"Cuando dije que necesitaba ir a un hospital, no quería decir que tenía que ir por una lesión física" aclara la intérprete. "Me refería a un hospital para mi estado de ánimo".

Wood asegura en este escrito que estos problemas de salud mental tenían su origen en su lucha contra el estrés postraumático causado por un noviazgo anterior: "Mi TEPT fue causado por múltiples violaciones y una relación severamente abusiva que se prolongó durante años", desvela. "El abuso tóxico mental, físico y sexual comenzó poco a poco pero se intensificó con el tiempo, incluyendo amenazas contra mi vida, severas manipulaciones psicológicas y lavado de cerebro, despertando al hombre que decía amarme, violando lo que él creía que era mi cuerpo inconsciente ".

Rachel ha tenido varias parejas a lo largo de su vida: con Marilyn Manson (50) entre 2007 y 2010, estuvo casada con el actor Jamie Bell (32) entre 2012 y 2014, con quien tiene un hijo en común, salió con la actriz Katherine Moennig (41) y más tarde se comprometió con el actor y cantante Zach Villa, relación que terminó en 2017.

La actriz aprovecha este escrito, además, para denunciar que ella y su madre se encontraron con un problema "habitual en Estados Unidos": escasez de camas abiertas y "buena ayuda". "Necesitaba encontrar un lugar que tuviera los tratamientos adecuados para mí y que pudiera llevarme de manera inmediata y discreta", explicó. "Es más difícil de lo que crees. Vi a mi madre llorar después de colgar el teléfono por quinta vez y me decía a mí misma: 'Solo quiero que alguien me ayude, ¿por qué es tan difícil?'".

Wood en una imagen de archivo.

Tras encontrar un hospital que cumpliera con todos sus requisitos, Wood adoptó un seudónimo para proteger su privacidad. Este cambio de nombre también tuvo un efecto inesperado: "Sentí cierto alivio al elegir este nuevo nombre" pues "no podía recordar lo que se sentía al no ser 'Evan Rachel Wood'; gran parte de mi autoestima estaba envuelta en eso". 

La intérprete sintió cierto desamparo cuando llegó la hora de abandonar el hospital, pero una conversación con su psiquiatra le dio las fuerzas necesarias. "¿Puedo decirte algo ahora que te vas?", dijo su médico, "no quería mencionarlo antes. Cuando estaba en la escuela, vi la película Trece y me dieron ganas de meterme en esta línea de trabajo para ayudar a la gente. Eres la razón por la que estoy aquí", escribe. 

Esta revelación fue un aliento para el actriz que hasta entonces se había sentido inútil, como si el mundo fuera mejor sin ella, según sus propias palabras. "Pero resultó que me había ayudado a mí misma de una manera que nunca creí posible. Se lo di a alguien que luego me lo devolvió ".

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