Muchas cosas han cambiado en Buckingham desde el pasado 9 de abril, cuando falleció el duque de Edimburgo. Su partida, además de propiciar una reunión -todavía no celebrada- entre el príncipe Carlos (72 años) y el príncipe Guillermo (38) para discutir la forma en la que se conducirá la Corona durante las siguientes generaciones, ha generado algunas modificaciones y ha dado mayor visibilidad a los miembros más discretos de la Familia Real.

Apenas dos días después de su muerte, durante el servicio religioso ofrecido en su nombre, su nuera Sophie (56) y su nieta Louis (17) acapararon todas las miradas de la prensa. La primera, por su impecable estilo, su sensibilidad y su cercanía con los medios de comunicación. La segunda, simplemente por su aparición pública. Y es que, a diferencia de sus primos, resulta extraño verla en actos relacionados con la Familia Real. 

A este homenaje también asistió el príncipe Eduardo (57), quien no solo heredará el título de duque de Edimburgo, sino también podría asumir algunos de los compromisos del príncipe Harry (36). La prensa local considera que el hijo menor de la reina Isabel (95) y su mujer, Sophie de Wessex, serían el relevo perfecto de los duques de Sussex. 

La princesa Ana (70), la favorita del príncipe Felipe, también es una de las candidatas a heredar los otros títulos de su padre. Además de ser duque de Edimburgo, el marido de la reina Isabel contaba con designaciones militares que, según apuntan los medios locales, podría ostentar la única hija de la monarca. Recientemente, de hecho, estuvo en la jornada dedicada al Anzac, en la que se conmemora el honor de los soldados de las Fuerzas Armadas australianas y neozelandesas que lucharon, durante la Primera Guerra Mundial, en la batalla de Galípoli de 1915 contra el Imperio otomano.

Mientras la princesa Ana, el príncipe Eduardo y su familia se ganan el cariño de la población británica, los miembros más conocidos de la Corona trabajan en nuevas estrategias para manejar sus redes sociales. 

El pasado 23 de abril, tras haber finalizado el periodo de duelo oficial, impuesto por Isabel II después de la muerte del príncipe Felipe, el palacio de Buckingham sorprendió con un sutil e inesperado cambio que, en su momento pasó inadvertido. Se trataba de la foto de perfil que acompaña a todas las cuentas de la Casa Real: Instagram, Twitter y Facebook.

Antes de la muerte del duque de Edimburgo, la imagen principal de todas estas plataformas mostraba a la Reina en un primer plano y a su esposo detrás. Con la triste pérdida del consorte, tanto la cuenta The Royal Family como el resto de perfiles vinculados a los miembros de la Casa Real británica -Kensington Royal y Clarence House- cambiaron sus fotografías por sus respectivos escudos oficiales. Pero después, cuando ya había culminado el duelo oficial impuesto por la jefa del Estado, las páginas que hacen referencia a la Reina comenzaron a abrir con una instantánea divulgada en su 95 cumpleaños. En la nueva imagen aparece Su Majestad sola y muy sonriente, ataviada con un traje y sombrero en color granate.

Pocos días después, fueron Kate Middleton (39) y el príncipe Guillermo quienes hicieron cambios en sus redes sociales. Tras el cumpleaños de la princesa Charlotte (6), su usuario pasó de ser Kensington Royal a Duke and duchess of Cambridge.

Pese a los cambios y las novedades, los asuntos de la Corona británica marcharían perfectamente tras la muerte del duque de Edimburgo, a no ser por dos sucesos que han causado terror en Palacio y han preocupado al entorno de Isabel II. El primero ocurrió el pasado 19 de abril, cuando una mujer de 44 años llegó en un taxi hasta la puerta de acceso a los terrenos privados del castillo de Windsor. Una vez allí, afirmó que era la prometida del príncipe Andrés (61) y que tenían una cita para comer. Sin embargo, se trataba de una farsa. La detuvieron en el vestíbulo y fue arrestada bajo sospecha de robo y posible mala salud mental.

El segundo se llevó a cabo en el mismo lugar, pero seis días más tarde. El 25 de abril dos personas ajenas a la Corona fueron detenidas tras haber trepado los muros del castillo donde ha permanecido la monarca británica en los últimos meses. Según informó el periódico The Sun, un hombre de 31 años y su pareja, de 29, escalaron las paredes del Royal Lodge de Windsor, un lugar cercano al área en la que la Reina suele pasear a sus perros o montar a caballo. La prensa local confirmó que la policía encontró a estos intrusos en los terrenos donde está la Capilla de Todos los Santos, que también frecuenta Su Majestad. Tras el hecho, fueron arrestados y llevados a la comisaría de la policía de Maidenhead. Sin embargo, fueron puestos en libertad bajo fianza mientras continúan las investigaciones del caso.

Aunque la Familia Real no se ha pronunciado públicamente al respecto, personas cercanas a la Corona sí han advertido sobre el peligro que corre Isabel II ante la ineficacia de su seguridad. "Es totalmente inaceptable y vuelve vulnerable a la Reina. Esto es muy preocupante y las cosas realmente deben cambiar", comentó Ken Wharfe, oficial de protección personal de Lady Di durante siete años.

Próximos cambios

Como futuros Reyes del Reino Unido, el príncipe Carlos y el príncipe Guillermo discutirán la forma en la que se conducirá la Casa Real durante las siguientes generaciones. Eso sí, siguiendo los consejos de la actual monarca.

De acuerdo con The Telegraph, los herederos al trono, en consulta con Isabel II, decidirán si la monarquía continuará con su modelo tradicional. En este sentido, establecerán cuántos miembros a tiempo completo debe tener la Familia Real, quiénes serán y cuáles funciones desempeñarán. El príncipe de Gales es quien estaría liderando estas discusiones, debido a que es el siguiente en la línea de sucesión. Sin embargo, la participación del duque de Cambridge sería igual de importante, ya que cualquier sentencia durará hasta su reinado. En cualquier caso, se prevé que los cambios se realicen de forma gradual.

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