Cuando estrenamos vitrocerámica, uno de nuestros mayores temores es que, poco a poco, se le vaya quitando ese brillo tan singular. No obstante, eso pasará de forma inevitable quieras o no, pues sabes que se manchará, caerá comida sobre ella, salpicará aceite, etc. No obstante, se puede eliminar la grasa incrustada de la vitrocerámica sin dañarla.

Para ello, debes limpiarla de forma apropiada, con productos y utensilios de calidad. Además, te mostramos unos consejos básicos sobre cómo quitar la grasa pegada de la vitrocerámica y que dure mucho tiempo en perfecto estado. ¡No te lo pierdas!

Cómo limpiar una vitrocerámica con manchas

Las vitrocerámicas están fabricadas con cerámica vitrificada, un material bastante sensible. Por eso, es bastante sencillo dañarlas o rayarlas. Para evitarlo, hay que eliminar la grasa incrustada de la vitrocerámica con mucho cuidado.

Además, debemos contar con algunos utensilios de limpieza especiales para vitrocerámica, como un paño y una esponja suave, así como una espátula específica para tal fin. No utilices nunca la parte áspera de los estropajos ni uno metálico, ya que con un solo roce rayará el cristal.

1. Lava con agua la vitrocerámica

Lo primero que aconsejamos hacer es un lavado con un poco de agua y una gota de jabón para quitar la grasa de la vitrocerámica menos incrustada. Hazlo siempre cuando esté fría, así también ablandarás los restos más pegados para que podamos eliminarlos mejor.

Para esta tarea, utiliza un paño o la esponja del estropajo, nunca la parte áspera. Hazlo realizando círculos y abarcando toda la superficie. En caso de que sepas que te va a costar mucho saltar las manchas quemadas o derramadas, puedes añadir a la mezcla unas gotas de limón para ablandar la suciedad.

En cualquier caso, si se trata de gotas de aceite u otros líquidos recientes, es mejor que retires estos restos primero con papel de cocina y después apliques la mezcla de agua y lavavajillas.

2. Usa la espátula específica para vitrocerámicas

A continuación, para limpiar una vitrocerámica con manchas, coge la espátula especial y rasca en las zonas donde haya algún alimento pegado. Agarra con fuerza la espátula para que no se te escape, pero no ejerzas mucha fuerza para no hacer demasiada presión y evitar daños en el cristal.

Para quitar la grasa de la vitrocerámica, lo ideal será coger la espátula con una inclinación de 30º con respecto a ella. Después, pasa un paño húmedo, pero muy bien escurrido, para retirar la mezcla anterior de agua y jabón junto con toda la suciedad desincrustada.

3. Aplica un producto limpiador

Una vez que la placa esté limpia, aplica un producto de limpieza especial para eliminar la grasa incrustada de la vitrocerámica. Úsalo en pequeñas cantidades y extendiéndolo muy bien por toda la placa. Ten en cuenta que, si es de buena calidad, los resultados serán más satisfactorios.

Este paso es muy importante, ya que este producto limpiador de vitrocerámicas es lo que aportará brillo al cristal. Descarta cualquier producto abrasivo, como los quitagrasas o los limpiadores especiales para horno. Deja actuar el producto según las instrucciones del envase y retíralo con un paño húmedo.

4. Seca la superficie

Por último, para terminar de limpiar una vitrocerámica con manchas, sécala con un paño limpio o papel absorbente para un resultado óptimo y brillante. Verás como este electrodoméstico adquiere un aspecto limpio y cuidado.

No obstante, siempre no será necesario tanto mantenimiento. Por ejemplo, si has cocinado, pero casi no has ensuciado nada, quizás alguna salpicadura, no tienes por qué seguir todos estos pasos. Con pasar un paño húmedo y secarla después será suficiente.

Por último, sí deberías hacer una limpieza completa, al menos, una vez a la semana. Y si cocinas con frecuencia y la ensucias, deberías quitar la grasa de la vitrocerámica al terminar de cocinar. Existen unas toallitas especiales para limpiar una vitrocerámica con manchas, una solución muy rápida si no has manchado en exceso o cocinas con poca frecuencia.

Cómo recuperar una vitrocerámica quemada

Si lo que quieres no es tanto limpiarla como recuperar el brillo de tu vitrocerámica después de haberse quemado, los pasos anteriores no servirán de nada. Y es que puede pasar que nos despistemos y dejemos un cazo o una sartén al fuego y se nos queme. Si esto ocurre, es posible que quede un surco muy feo dibujado sobre el fogón.

Sin embargo, es posible solucionarlo o mejorarlo, todo dependerá de cuánto se haya quemado. Para ello, mezcla 2 cucharaditas de bicarbonato de sodio con 10 centilitros de agua. Aplica la pasta resultante sobre la superficie quemada y añade unas gotas de vinagre. Deja que repose 5 minutos antes de limpiar con una esponja y seca después.

Consejos para ensuciar menos la vitrocerámica

Si no quieres limpiar la grasa incrustada de la vitrocerámica, debes evitar derrames. Si tu placa es de inducción, solo se calentarán las ollas y sartenes, pero no se quemará la comida que se derrame y salpique. Pero, en cualquier caso, se ensuciará de todos modos al cocinar.

No obstante, para evitarlo no debes descuidar las sartenes ni ollas, utiliza tapaderas, y si aun así cae algo, retíralo lo antes posible con papel absorbente con cuidado de no quemarte.

En caso de que no quieras bajo ningún concepto que tu vitrocerámica se raye, solo tienes que evitar los estropajos metálicos y las superficies ásperas. Tenlo en cuenta a la hora de adquirir el menaje de cocina y también al utilizarlo. Y por supuesto, al quitar la grasa de la vitrocerámica.

Usa ollas y sartenes especiales para vitrocerámicas y no las arrastres nunca por la superficie. Mejor levántala y trasládala de un lugar a otro.

Por último, no uses la vitrocerámica como una encimera, ni dejes sobre ella fuentes recién sacadas del horno, aunque aguante temperaturas elevadas. Con todos estos cuidados, no tendrás que preocuparte a la hora de limpiar una vitrocerámica con manchas.

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