Los riñones son los encargados de eliminar los desechos y toxinas del cuerpo. Estos órganos son auténticos filtradores de la sangre, ya que la depuran y retienen solo lo que el organismo necesita. Pero además de depurar y filtrar, son órganos que secretan hormonas, regulan la presión arterial y la homeostasis del organismo y colaboran en la reabsorción de los electrolitos. Pero para que los riñones puedan realizar todas estas funciones, necesitan hallarse en buen estado.

Los especialistas recomiendan depurar los riñones al menos una vez al año. De esta manera, van a poder realizar mejor sus procesos de desintoxicación y depuración. Una limpieza de los riñones es básica e imprescindible para aquellas personas que sufren de algún tipo de enfermedad renal.

Síntomas de que los riñones no funcionan bien

Existen algunos síntomas tempranos que son indicativo de que tal vez los riñones no están funcionando bien. A veces estos síntomas se asocian con otras enfermedades, por lo que hay que prestarles una especial atención. Algunos de estos síntomas pueden ser la falta de apetito, malestar general y fatiga, dolor de cabeza, prurito, sequedad en la piel y picazón generalizada, náuseas o pérdida de peso, tener sed en exceso, ojos hinchados por las mañanas, molestias en la espalda por encima de la cintura o tener la sensación de que la vejiga está siempre llena.

En situaciones más avanzadas de disfunción renal podemos encontrarnos con hipertensión, cambios en la cantidad y número de veces que se orina, cambios en la apariencia de la orina, sangre en la orina, hinchazón en piernas y tobillos, dolor en la zona de los riñones, dificultad para dormir, falta de concentración, dificultad para respirar, mal aliento y sabor metálico en la boca.

Cómo cuidar los riñones

Hacer ejercicio es fundamental para facilitar las funciones de los riñones. Con una actividad prolongada, eliminaremos toxinas a través de la transpiración, una primera fórmula natural de limpiar los riñones.

La alimentación es clave también para limpiar los riñones. Es fundamental reducir el consumo de sal y productos procesados, sobre todo empanados y congelados. Debemos evitar el abuso de productos lácteos, en especial los enteros, ya que estos favorecen la aparición de cálculos biliares e insuficiencia renal. También debemos reducir la ingesta de proteínas animales y huevos, ya que contienen mucho ácido úrico. Tampoco podemos abusar del alcohol y productos muy azucarados, pues inflaman los riñones. Asimismo, hay que prestar atención a la ingesta de medicamentos como las aspirinas e ibuprofenos.

Es muy importante que bebamos al menos dos litros de agua en invierno y tres en verano. Los expertos recomiendan que sustituyamos cualquier bebida por agua mineral. Entre ellas estarían las infusiones de plantas como la cola de caballo, el diente de león, el perejil, la árnica, la ortiga verde y la vara de oro. Pero no debemos abusar de los líquidos para que los riñones no trabajen más de la cuenta.

La mejor dieta para cuidar los riñones

La mejor dieta para la limpieza y el cuidado de nuestros riñones es aquella rica en frutas y verduras. Hay alimentos muy beneficiosos para estos órganos, como por ejemplo la uva, la naranja, la zanahoria, el pomelo, el apio, la zanahoria, el pepino, la sandía, la piña, el limón, la manzana, el melón, la lechuga, el melocotón y el níspero.

Los alimentos ricos en calcio también son muy buenos para nuestros riñones y nuestra salud en general. Aquí se incluyen la lechuga, los espárragos, la col, la calabaza, la albahaca, la canela, el tomillo, el orégano, el ajo, el salmón, las sardinas y el ajonjolí. En dicha dieta, podemos sustituir la carne por semillas de linaza o de girasol y tomar siempre un puñado de almendras cada día. También nos ayudan a eliminar toxinas y a evitar la retención de líquidos los cereales integrales.

El zumo de arándanos es una bebida muy buena para el cuidado de los riñones. No en vano, es capaz de reducir las cantidades de calcio que se van acumulando en la vejiga. Además, es una bebida que evita la formación de bacterias y limpia la vejiga. Este zumo es recomendable tomarlo todos los días en ayunas. También podemos tomar zumos de zanahoria, apio, brócoli, berenjena, coliflor, espinacas, cebolla, albaricoque, plátano y perejil. Estas bebidas son ricas en potasio, aumentan la producción de orina y fomentan la depuración del organismo.

Una dieta básica al día para cuidar de nuestros riñones podría ser la siguiente:

  • Desayuno: zumo de arándanos en ayunas y zumo de zanahorias, apio, perejil y espinacas a media mañana.
  • Almuerzo y cena: podemos comer cualquier cosa, dejando durante esta dieta la carne y la harina.
  • Merienda: taza de té de semillas de sandía, zumo de zanahorias o de arándanos antes de cenar.
  • Por último, antes de dormir, podemos tomar un té de hojas de menta o diente de león.