Según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, cada español consume al año 30,19 kilos de patata, y es que, ¿a quién no le gustan las patatas? Es un verdadero tesoro del que disponemos todo el año y que se pueden conservar durante mucho tiempo. Son muy versátiles, pues te permiten tener siempre algo en la despensa para elaborar multitud de recetas. Pero, ¿cómo conservar las distintas variedades de patatas de forma correcta para que no se deterioren?

La temporada de la patata comienza en junio y termina a finales de octubre. Si conservamos secos y protegidos de la luz estos tubérculos, aguantarán hasta varios meses. Descubre cómo conservar las patatas cocidas, crudas y peladas. ¡Comenzamos!

Variedades de patatas en España

Podemos distinguir distintos tipos de patata según el momento de recolección, así como existen distintas variedades de patatas.

Tipos de patatas según su recolección

  • Patatas tempranas. Se recogen entre marzo y junio antes de su completa maduración. Su contenido en agua es alto, lo que reduce su tiempo de conservación. Son pequeñas y lisas, con la carne más compacta y de sabor suave y algo dulce.



  • Patatas de estación. Su recogida se efectúa entre junio y finales de verano, es decir, en su momento justo de maduración. Son más grandes y secas que las tempranas, pero no tan intensas como las tardías. Su punto medio de humedad y almidón hace que sean muy versátiles en la cocina.



  • Patatas viejas o tardías. Recolectadas en otoño, este tipo de patata se recogen tarde con respecto a su punto idóneo de maduración. Tienen un aspecto oscuro y arrugado, con la piel gruesa y la carne de color amarillo apagado. Además, el sabor es más intenso que el de las tempranas y, puesto que contiene menor cantidad de agua, la concentración de almidón es mayor.

Variedades de patatas según su origen

Aunque existen miles de tipos distintos de patatas, en los mercados españoles podemos encontrar hasta seis variedades distintas de las que más se comercializan, un breve resumen de cada una de ellas nos ayudará a distinguirlas a la hora de comprar.

1. Kennebec

De todas las variedades de patatas, esta es la más cosechada en Europa y es una patata que sirve para todo. Son grandes y ovaladas con la piel fina y moteada, su carne es blanquecina y muy almidonada por su bajo contenido en agua. Está indicada para cocer, asar o guisar.

Kennebec

2. Monalisa

Es de tamaño pequeño y ovalado y son de recolección temprana, por eso tiene la piel suave y de un tono amarillo claro. Originaria del sur de Francia y el País Vasco, son perfectas tanto para hervir como para freír por su equilibrio entre agua y almidón.

Monalisa

3. Spunta

Es una patata nueva de origen holandés, forma redondeada y uniforme. Tanto la piel como la carne son de color amarillo claro y su sabor y textura son suaves, pero no duran mucho tiempo almacenadas.

Spunta

4. Red Pontiac

Conocida también como patata roja, es una patata de recolección semitemprana con la piel rojiza y la carne blanca. Es muy versátil en la cocina gracias a su alto contenido en azúcares y bajo almidón.

 Red Pontiac

5. Agria

Por fuera se asemeja a la variedad tipo Kennebec, aunque es más oscura y alargada. Su carne es compacta y amarilla y contiene pocos azúcares con un equilibrio perfecto entre fécula y agua. Son ideales para freír, pero no son recomendables para cocer.

Agria

6. Vitelotte

Su piel morada casi negra y su carne violeta se deben a las antocianinas, pigmentos presentes en otros alimentos como la cebolla morada o la lombarda. Es una variedad de patata muy valorada gracias a sus propiedades nutricionales, ya que es rica en antioxidantes, en Vitaminas B3, B6, B9 y C, y minerales como hierro, magnesio, potasio y fósforo. En cuanto a su sabor y textura son cremosas y suaves.

Vitelotte

Cómo conservar las patatas del huerto

Si conservamos nuestras variedades de patatas almacenadas de forma adecuada, evitaremos que broten rápido y se pongan malas. Incluso podemos congelar patatas para que aguanten durante más tiempo. Ten en cuenta los siguientes consejos:

  1. Si hay demasiada luz donde guardas las patatas germinarán y formarán solanina, una sustancia tóxica, así que mejor almacenarlas en un lugar oscuro.



  2. La temperatura perfecta para su conservación es entre 8 y 15 ºC. Si hace más calor se secarán, encogerán, marchitarán y brotarán. Asimismo, perderán muchos nutrientes y se podrían tornar incomestibles debido a la solanina.



  3. En lugares húmedos o fríos las patatas se tornan húmedas y blandas, así como adquieren un desagradable sabor dulce y tienden a pudrirse.



  4. Las patatas necesitan respirar para evitar la formación de humedad, así que elige un envase permeable al aire para tus variedades de patatas. No las conserves en plástico, mejor una bolsa de tela o una caja de madera. Lo mejor es acolchar el fondo de la caja con paja seca o papel de periódico.



  5. Algunos tipos de frutas y verduras liberan etileno, un gas típico de la maduración, como las manzanas, peras, tomates y plátanos. Por ello, al igual que las patatas, estos alimentos no deben guardarse en la nevera.



  6. Para congelar patatas córtalas más bien gruesas, hiérvelas durante cinco minutos, enfríalas en agua con hielo y sécalas muy bien antes de ponerlas en la bolsa de congelación.

Cómo conservar las patatas peladas

Cuando nos han sobrado patatas peladas, si las guardamos en la nevera sin más se estropearán rápido. Lo mejor es meterlas en agua fría con un poco de zumo de limón y conservarlas en la nevera. Puedes taparlas con un poco de film trasparente, pero no las tengas mucho tiempo porque absorben agua y cuando las cocines soltarán mucho líquido.

Cómo conservar las patatas cocidas

Si quieres conservar las patatas cocidas puedes guardarlas en la nevera durante tres o cuatro días. Para ello, ponlas cuando estén frías en un plato y cúbrelas con un paño o papel absorbente. Antes de hacerlo, seca bien los tubérculos con papel para evitar la proliferación de moho. También puedes guardar las patatas en un recipiente hermético.

Al cortar las patatas, tanto crudas como cocidas, sabrás si todavía puedes comerlas. Si su interior es vidrioso, marrón o manchado, mejor deshazte de ellas. Por último, después de conservar las patatas cocidas del día anterior, se pueden freír y hacer una buena tortilla de patata con cebolla.

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