Las manchas en los textiles de nuestro hogar o de nuestra ropa son un hándicap al que todo el mundo está expuesto. En ocasiones hay manchas más fáciles de quitar que otras, pero prácticamente todas se pueden eliminar. Eso sí, nunca hay que dejar que las manchas se sequen porque será más difícil acabar con ellas.

Cómo quitar las manchas de sangre es una de las preguntas que muchas personas se hacen. ¿Es realmente tan difícil como podemos pensar?

Cómo quitar manchas de sangre con unos remedios caseros

Normalmente, cuando nos manchamos de sangre, lo que hacemos es rápidamente intentar limpiarla. Todo el mundo sabe que al igual que el aceite de oliva, son manchas que si se secan son difíciles de retirar. El acto reflejo es mojarla bien en agua para quitar toda la sangre posible y después enjabonarla. Si lo prefieres puedes usar tu propio jabón casero, para ello damos algunas recomendaciones que pueden ser útiles para su elaboración. Con él intentaremos retirar toda la mancha de cualquier tejido.

Si quieres saber cómo quitar manchas de sangre en sábanas, puedes comenzar aplicando agua oxigenada sobre la mancha en sí. Se trata de un producto que prácticamente todo el mundo tiene en casa y que resulta muy efectivo contra la sangre. Una de las razones por las que usar agua oxigenada es porque elimina los microorganismos por oxidación. Además, otra de las ventajas es que blanquea la ropa.

Aplicaremos el agua oxigenada y la dejaremos actuar durante dos minutos. Para ello, echaremos bastante agua oxigenada durante la mancha. De esta forma se desinfectará el tejido, ablandaremos y reduciremos al mínimo la mancha y blanquearemos toda la zona. El siguiente paso es poner la prenda o el textil en remojo en un recipiente con agua fría. Dejar durante una media hora aproximadamente para que se ablande más. Posteriormente lo enjuagaremos de forma suave, sin frotar demasiado, con lo que evitaremos que, si queda algo de mancha, no podamos extenderla. Una vez hayamos enjuagado bien la prenda, aplicaremos jabón neutro sobre el lugar donde estaba la mancha. Debemos frotar bien para que el jabón penetre bien en el tejido. Ahora ya se puede lavar bien la pieza como lo hagamos normalmente, pero con agua fría.

Con el agua oxigenada puede aparecer un problema si es con tejido muy delicado. Dado que el agua oxigenada puede blanquear o debilitar ciertas telas, lo mejor es hacer una pequeña prueba en una zona pequeña y que sea poco visible. Si el tejido es demasiado delicado podemos diluir el agua oxigenada con agua. Si no queremos arriesgarnos, dejaremos el textil en agua fría en remojo durante un buen rato. Posteriormente es cuándo podremos aplicar jabón neutro, frotaremos y lavaremos de manera normal.

Otras formas de limpiar las manchas de sangre

Si estás pensando en cómo quitar las manchas de sangre seca y no tienes agua oxigenada, no te preocupes. Hay muchos otros remedios para acabar con esa clase de manchas tan llamativas. Uno de ellos es con la pasta de dientes clásica, es decir la que es completamente blanca.

Para eliminar la mancha de sangre con pasta de dientes, debemos aplicar el producto en la zona manchada. Dejaremos que seque por completo y después enjuagaremos con abundante agua fría. Después aplicaremos jabón neutro, frotaremos y lavaremos con agua fría y el ciclo que pongamos normalmente en la lavadora. 

Hemos aprendido cómo eliminar la mancha de la sábana, pero… ¿y si la ha traspasado y ha llegado hasta el colchón? No hay que preocuparse demasiado porque podemos usar la sal para quitar manchas de prácticamente cualquier lugar. Para ello, debemos mezclar una pequeña cantidad de agua con una buena cantidad de sal. El objetivo es que podamos crear una especie de pasta para poder acabar fácilmente con la mancha.

Cuando tengamos la pasta de agua y sal hecha, la aplicaremos sobre la mancha y dejaremos que ablande. Debemos dejar que la pasta absorba la sangre. No debemos frotar porque podríamos extender la mancha y con los cristales de la sal, podríamos incluso llegar a dañar el colchón, algo que seguramente no es lo que queremos.

Una vez haya absorbido toda la sangre, retiraremos la pasta, procurando quitarla toda. Ahora sí es cuándo podremos frotar, cepillar y también aplicar el secador para que no queden restos de humedad. Si no se tiene sal, también puede utilizarse bicarbonato, el resultado es muy parecido. Si ha quedado algo de olor y queremos eliminarlo también, podemos utilizar un bote con dosificador en spray. Mezclaremos un poco de agua con bicarbonato bien diluido y un poco del suavizante que utilizamos para la colada, creando una mezcla que sea más bien líquida. Lo mezclamos bien y aplicaremos sobre la zona, frotando bien y después secando con el secador. El resultado es óptimo.

Para finalizar, otro remedio para acabar con las manchas de sangre, estén secas o no, es con agua y hielo. En caso de que la mancha esté en una alfombra, debemos poner hielo en un recipiente con agua. Humedeceremos un paño de cocina o una esponja con agua muy fría y frotaremos con cuidado. Poco a poco iremos cómo vamos diciendo adiós a la mancha de sangre, aunque resultará más fácil si la mancha no está seca.