El huevo es uno de los alimentos que más consumimos en nuestra dieta, ya que es muy versátil y se puede preparar de diferentes formas. Y como lo tenemos tan presente en nuestro día a día, creemos que estas curiosidades de los huevos serán de gran utilidad para todos los que cocinen con este alimento.

Consumimos huevos duros, huevos fritos, cocinados a baja temperatura, en tortilla o revueltos. Pero también usamos la clara del huevo para montar o la yema para otro tipo de recetas, normalmente para repostería.

Como vemos, el huevo está presente en muchos más productos de los que seguramente imaginamos. Pero, ¿lo sabemos todo sobre este alimento?

Muy atentos porque a continuación os contamos algunas curiosidades de los huevos que quizás no conocías.

Curiosidades de los huevos

Huevos marrones y huevos blancos

¿Sabes por qué hay huevos de color marrón, y otros de color blanco? La explicación es muy sencilla: hay diferentes razas de gallinas. Es decir, es cuestión de genes. Eso sí, todos los huevos, sean blancos o marrones, tienen las mismas proteínas y nutrientes.

Yemas amarillas o anaranjadas

Cocinillas

El caso del color de las yemas es una de las curiosidades de los huevos que depende de la alimentación de las gallinas. Si en la dieta del animal predomina el trigo y el maíz, la yema saldrá más amarillenta, mientras que si predomina la alfalfa, tenderá a ser más anaranjada.

Yemas grises o verdes

¿Y qué pasa cuando al cocer un huevo, lo abrimos y la yema está de color verdoso o de color grisáceo? Pues sencillamente, que nos hemos pasado ‘un huevo’ de tiempo de cocción. Es decir, que hemos tenido el huevo más minutos de lo necesario.

Las proteínas de la clara, en este caso, se degradan, y al fusionarse con el hierro de la yema, esta adquiere esa tonalidad.

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Por qué los huevos de los supermercados europeos están a temperatura ambiente

Aunque estamos acostumbrados a meterlos en la nevera nada más llegar a casa, en el supermercado los cogemos de las estanterías que se encuentran a temperatura ambiente. ¿Por qué?

Es sencillo, en casi todos los países europeos la normativa sanitaria vigente prohíbe la aplicación de cualquier tratamiento a los huevos previo a su comercialización, al objeto de preservar la cutícula o capa de protección natural del huevo. En estas condiciones, si los huevos estuviesen refrigerados en el supermercado, al sacarlos y transportarlos hasta casa a una temperatura más alta, se podrían formar condensaciones que humedecerían la cáscara y esto podría provocar la formación de hongos sobre la misma y la consiguiente contaminación del huevo. De esta forma, los huevos solo cambian de temperatura una sola vez, cuando los llevamos a casa y los metemos y mantenemos en el frigorífico.

En cambio, en Norteamérica, sí se permite someter a los huevos a un proceso de lavado y desinfectado de la cáscara, que hace que el huevo necesite estar refrigerado en todo momento para su correcta conservación, por eso, en los supermercados americanos los huevos sí están en la nevera.

Freímos los huevos o los cocinamos a la plancha

Cómo saber si un huevo está en buen estado

Este truco no es ninguna novedad, pero por si alguien no lo conoce, ahí va. Al sumergir un huevo en agua, este no debe flotar, debe hundirse hasta el fondo. Si sale hasta la superficie, es mejor no consumirlo, pues es un indicador de que el huevo no está en buen estado.

Con todas estas curiosidades y consejos, seguro que ahora podéis comprender muchas más cosas sobre los huevos y comprarlos y cocinarlos de la mejor manera posible.

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