El salón del restaurante.

El salón del restaurante.

Restaurantes

El restaurante de Valencia donde comer buen pescado como los de antes: un taller de barcos con vistas al mar

Un nuevo proyecto que reivindica la cocina valenciana auténtica y se posiciona en contra de las prisas y a favor de las largas sobremesas.

Más información: El restaurante de Valencia al que irás por el tiramisú de 'cremaet' y volverás por toda la carta.

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El próximo miércoles 5 de noviembre, el barrio valenciano del Cabanyal inaugurará Casa Pescadores, un nuevo espacio gastronómico que rinde homenaje a la identidad marinera del vecindario.

El proyecto, fruto de la colaboración entre Grupo Mercabanyal y Jugando con Fuego, contará con la dirección culinaria del equipo del restaurante Flama, bajo la asesoría de Edu Espejo y con Marcos Moreno al frente del servicio diario.

Ubicado en una antigua vivienda de pescadores y carpintería naval, el restaurante ofrece vistas directas al mar y reivindica la cocina tradicional valenciana, el producto local y la vida junto a la orilla.

"Queríamos que el alma del barrio siguiera viva en cada rincón", explican Hugo Cerverón y José Miralles, impulsores del proyecto. "Crecimos oliendo la madera húmeda y escuchando el mar. Esta casa es un homenaje a esa memoria".

El local combina elementos originales (remos, anclas y herramientas de astillero) con un diseño que busca detener el tiempo y conservar la esencia del lugar.

Tres espacios de cocina auténtica

Casa Pescadores se estructura en tres ambientes diferenciados: el bar tradicional, la parrilla y el restaurante. En todos ellos se mantiene un mismo hilo conductor: la cocina honesta, basada en el producto fresco de lonja y las recetas de siempre.

En el bar, presidido por una gran barra central, se ofrecen tapas clásicas como ensaladilla con capellán a la llama, bravas, sepia con mayonesa, calamar relleno de blanquet y ajos tiernos o tellinas con tomate.

La carta varía según el pescado que llegue a diario al puerto, en una apuesta por la frescura y la improvisación.

"El que llega pronto, elige", bromea Miralles, recordando los antiguos merenderos de los años 70, donde se cocinaba el género disponible cada día.

La oferta se completa con guisos tradicionales (como el cap i pota, el rabo de toro o la lengua de ternera) y una selección de ibéricos, conservas y salazones que remiten a la cultura marinera valenciana.

La Jefa: la parrilla como protagonista

El segundo espacio, conocido como 'La Jefa', es una parrilla con ambiente sobrio y elegante. Aquí se trabaja con una carta corta y producto de temporada cocinado al momento sobre brasas.

"Tendremos conejo, codorniz, chuletillas y, por supuesto, pescado de lonja: rape, lubina, salmonete o lenguado meunière a la brasa", detalla Edu Espejo.

Los precios y pesos se indican cada día en una pizarra y, cuando se termina el género, se retira de la oferta.
"Queremos mantener el espíritu de las casas de comida de antaño, con platos sencillos, directos y con el sabor del fuego y el mar", añade Marcos Moreno.

El restaurante ofrece también un menú cerrado, sin carta, que incluye tres entrantes y un principal a elegir entre arroz, carne o pescado a la brasa.

El postre es una reinterpretación del clásico pijama, en clave nostálgica. "Queremos que el comensal se sienta cuidado y sin prisa. Aquí, la sobremesa forma parte de la experiencia", afirma Cerverón.

La carta de bebidas refuerza la identidad de cada espacio: cervezas y vinos en el bar; vinos valencianos, champanes por copa y cócteles de autor en la parrilla (como un Bloody Mary local o un Gin Fizz con cazalla); y una bodega más clásica en el restaurante, con referencias especiales como el Fondillón de Alicante.

Comer en un taller de barcos

Más allá de la propuesta culinaria, Casa Pescadores destaca por su trabajo arquitectónico y su respeto por la historia del inmueble. La decoración combina el carácter industrial de la antigua carpintería naval con el encanto marinero del barrio.

El bar y la parrilla se ubican en el antiguo taller donde se reparaban barcos de pesca y recreo. En el interior, los visitantes encuentran maquetas de embarcaciones construidas allí, una máquina original convertida en mesa, y estanterías elaboradas con vigas recuperadas de otras casas del Cabanyal.

Las lámparas artesanales y el mobiliario, diseñado por Francesc Rifé (Premio Nacional de Interiorismo 2025), completan un conjunto que combina tradición y diseño contemporáneo.

El espacio del restaurante ocupa la antigua casa de Ricardo Palau, fundador de los Astilleros Palau, y ha sido restaurado respetando su estructura original.

"Queremos que el cliente sienta que come en una casa real, mientras que el bar evoca un astillero lleno de vida", explican desde el grupo.

El restaurante abrirá únicamente a mediodía, reservando las cenas para el bar, en coherencia con su filosofía de disfrutar sin reloj ni turnos.

La sobremesa como forma de vida

Con Casa Pescadores, sus creadores reivindican una forma de vivir frente al mar: sin prisa, con tiempo para conversar y disfrutar.

"Nuestra apertura es también una reivindicación contra la velocidad y la comida sin alma”, resume el equipo. "La sobremesa es más que una costumbre: es una forma de entender la vida".

Así, el nuevo restaurante del Cabanyal se presenta no solo como una propuesta gastronómica, sino como un proyecto cultural y emocional que devuelve el protagonismo a las antiguas casas del mar, donde se compartía, se celebraba y se disfrutaba de la vida.