Un restaurante turco de París.

Un restaurante turco de París. iStock

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El alcalde de un pueblo de 3.000 habitantes prohíbe los negocios de comida rápida: "La calle está llena de kebabs"

De unos cuatro restaurantes que hay en la localidad, al menos tres son hamburgueserías, pizzerías o kebabs.

Más información: Los hosteleros, contra la prohibición de fumar en las terrazas: "Un camarero no es un policía".

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Formen filas: la guerra abierta a los restaurantes de comida rápida está aquí. Fère-en-Tardenois, un pueblo francés de unos 3.000 habitantes a una hora de París quiere prohibir la incesante proliferación de este tipo de negocios en sus calles.

Jean-Paul Roseleux, el alcalde, ha presentado un decreto para suspender la apertura de nuevos establecimientos. "Sin ánimo de ofender, la calle principal se ha convertido en la calle de los kebabs. Tenemos que parar", ha declarado el político en múltiples ocasiones, según recogen medios como TF1Info.

De unos cuatro restaurantes que hay en la localidad a juzgar por Google Maps, al menos tres son pizzerías, hamburgueserías o kebabs (sin contar un par de panaderías o boulangeries), todos ellos concentrados en la calle principal.

El detonante fue el cierre de "un pequeño y buen restaurante"; el último que, al parecer, ofrecía cocina elaborada con productos locales: fue sustituido rápidamente por otro de comida rápida.

Una lucha por la esencia

"En un pueblo como el nuestro, los negocios tradicionales luchan por sobrevivir", lamenta Roseleux a Le Figaro. "Hay que apostar por productos frescos y locales para dar trabajo a los pequeños comercios de nuestro entorno", opina el gerente del único restaurante de comida casera que queda en el pueblo.

Pero no todos piensan igual: algunos jóvenes de Fère-en-Tardenois celebran la rapidez y el bajo coste de la comida rápida.

Uno de los restaurantes turcos de Fère-en-Tardenois, en Rue Des Marchands.

Uno de los restaurantes turcos de Fère-en-Tardenois, en Rue Des Marchands. Redes Sociales

Tampoco está de acuerdo la prefectura de Aisne, que ha declarado inadmisible el decreto impulsado por el alcalde. "Lo esperaba", reconoce Jean-Paul Roseleux al diario francés.

Sin embargo, la iniciativa ha provocado una reacción más allá de las fronteras de este territorio: Roseleux asegura que ha recibido cartas de alcaldes de toda Francia "interesados en la medida y dispuestos a adoptarla".

De hecho, cuenta que "los primeros" en felicitarle fueron los propios dueños de los kebabs: "Ellos también saben que multiplicar las marcas está arruinando el negocio".

Por el momento, el regidor no se da por vencido y está trabajando para convencer a senadores y diputados que exijan una regulación a nivel nacional.

¿Su propuesta? Establecer cuotas. "Podríamos poner un límite por cada 1.000 habitantes, por ejemplo. Esto evitaría la saturación y daría una oportunidad a los negocios tradicionales", sugiere a Le Figaro. "Debemos defender nuestros pueblos y preservar su identidad", sentencia.

La gourmetización de la comida rápida: el caso español

Aquí en España el municipio de Palafrugell en Gerona (Cataluña) sigue la misma línea que Fère-en-Tardenois: el Ayuntamiento ha suspendido temporalmente la concesión de licencias para abrir nuevos establecimientos de comida rápida en el centro, tal y como ha informado La Vanguardia.

Por su parte, Madrid va un paso más allá. Está teniendo lugar una tendencia que podríamos calificar como gourmetización o sofisticación de la comida rápida.

En abril de 2024 abrió en la capital Mómö (ya cerrado), el primer restaurante de kebabs considerados gourmets. Con el chef Michelin Hugo Muñoz como asesor gastronómico, el proyecto ofrecía recetas con productos de calidad envueltas en un papel que emulaba al oro. "Somos un kebab, pero no" era su eslogan.

La famosa calle de Lavapiés en Madrid, conocida por estar repleta de restaurantes indios que ofrecen kebab en su carta.

La famosa calle de Lavapiés en Madrid, conocida por estar repleta de restaurantes indios que ofrecen kebab en su carta. iStock

"Kebabs, pero bien" es el lema de Jekes, otro restaurante madrileño que también quiere convertir este plato en un concepto foodie y cool.

Ha ocurrido igual con las hamburguesas, ahora en versión gourmet o smash y avaladas por prestigiosos cocineros con estrella Michelin, como es el caso de la hamburguesería Caña, de Javier Sanz y Juan Sahuquillo.

Al igual que en Francia, en España muchos locales de comida rápida han sustituido a humildes negocios de toda la vida, y ahora pareciera que se quiere refinar un hot dog para reemplazar también a restaurantes tradicionales de barrios más pudientes.