Tres meses en estado de alarma, la llegada del verano y el carácter mediterráneo han llenado las terrazas de españoles pertrechados con mascarillas y botellas de gel hidroalcohólico para lavarse las manos con frecuencia.

Pero, ¿es eso suficiente para evitar el contagio de coronavirus?

El mayor riesgo de disfrutar de una cena o unas copas en una terraza durante el verano de la “nueva normalidad” es el de no respetar la distancia de seguridad y compartir alimentos o cubiertos con otros comensales.

Medidas a tomar por el cliente

·Evitar el contagio es responsabilidad de todos y es por eso que no es solo el bar o el restaurante el que debe tomar medidas.

Distancia de seguridad

Dado que no se puede comer ni beber con mascarilla, es importante mantener una distancia social de al menos 1,5 metros, como estableció el real decreto de transición hacia la “nueva normalidad”. Esta separación evita que nos alcancen las gotículas que salen despedidas de la nariz o la boca de una persona infectada al toser, estornudar o hablar, y que según la OMS, difícilmente pueden recorrer más de un metro de distancia.

Quitarse la mascarilla solo para comer o beber

Salvo en el momento de comer o beber, los clientes deben tener la mascarilla puesta, especialmente en el momento de realizar la comanda, ya que en el momento en el que el camarero se acerque a la mesa a tomarla es muy posible que no se pueda cumplir la distancia de seguridad con todos los ocupantes de la mesa.

Del mismo modo, si finalizada la comida disfrutamos de una sobremesa charlando con nuestros compañeros de mesa, lo más seguro para todos es que la charla se realice con las mascarillas puestas.

No compartir objetos ni alimentos

Otra medida esencial para evitar el contagio es la de no compartir alimentos ni bebidas: tapas individuales, evitar coger ceniceros -en las localidades que aún esté permitido fumar-, saleros o beber del vaso de otro.

Aunque la infección por la vía alimentaria es algo más complicada. “El contagio es posible, no es el mecanismo habitual. Si es un COVID positivo con una carga viral importante y se bebe del mismo vaso, quizás te puedes contagiar”, explica Federico Arribas, secretario de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE).

Dado que el coronavirus es un virus respiratorio, ingerir alimentos es en general una práctica segura.

Comprobar qué medidas toma el establecimiento

Por ley, los establecimientos están obligados a cumplir determinadas normas para evitar los contagios, por lo que si vemos un sitio con las mesas demasiado juntas, personal sin mascarilla o cosas del estilo, podemos estar seguros de que no será la mejor elección. A continuación vamos a ver cuáles son estas medidas que deben cumplir los restaurantes.

Medidas a tomar por el establecimiento

Los establecimientos, por su parte, también deben tomar las debidas precauciones.

Comprobar que los clientes cumplen con su parte

Además de garantizar la distancia de seguridad entre clientes y mesas, los establecimientos de hostelería deben adoptar numerosas medidas para minimizar el riesgo que nos interesa observar cuando se llega a una terraza.

Que todos los camareros y empleados se aseguren de que los clientes usen gel hidroalcohólico a la entrada de la zona de servicio dan buenas pistas sobre la seguridad en ese local.

Implementación de medios digitales para pagos y cartas

Muchos establecimientos han puesto a disposición de sus clientes, por primera vez, cartas o menús digitales. Así como otras medidas habituales antes de la pandemia, como la posibilidad de pagar con tarjeta o con el móvil.

Desinfección frecuente

El recambio de la mantelería y retirar el uso de utensilios de autoservicio, como servilleteros, son ahora más necesarios que nunca además de desinfectar el mobiliario tras cada servicio.

Con todo, desde la SEE insisten en que lo fundamental no es el “control de fómites” (sustancias o superficies que, si se contaminan, puede transferir el patógeno de un individuo a otro), ya que la principal vía de contagio de la COVID-19 es respiratoria.

Uso de mascarillas

Del mismo modo que es importante que los clientes lleven la mascarilla puesta hasta que empiecen a consumir y, sobre todo, mientras les toman la comanda, todo el personal del restaurante debe llevarla puesta en todo momento.

“Somos mediterráneos, nos gusta la proximidad social, nos gusta salir y terracear y eso dificulta mucho el control”, advierte Arribas.

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